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Nena Daconte: "Ahora pienso en la fama como algo positivo y una herramienta para trabajar"

27/10/2024 - 

CARTAGENA. "He hecho un viaje que a veces pienso como que he ido a la luna y he vuelto", cuenta María Isabel Meneses (Nena Daconte) sobre su vida desde que arrancó en la música allá por 2004. Pronto logró lo que muchos artistas persiguen en toda su carrera: tener un gran tema en las listas de éxito. Ese Tenía tanto que darte sigue sonando casi 15 años después. Sin embargo, como admite en esta entrevista, esa fama tan repentina le pasó por encima. Se fue y volvió a la música, evidenciando que se puede parar, por mucho éxito que se tenga, y volver a vivir. Una entrevista en la que la artista se abre en canal para gritar que ahora, por fin, es feliz. 

¿Cómo está Nena Daconte? ¿Qué podemos esperar próximamente?

Estoy muy contenta. Sacaré disco el próximo mes de marzo. Ya he empezado con los adelantos. Salió el día 11 ‘Vuela’ y el día 8 saldrá otra canción y así sucesivamente hasta que se publique el disco. Estoy muy contenta porque se lo digo a todo el mundo: “Este es el disco de mi vida”. Llevo trabajando dos años en él. Es muy conceptual. Todas las canciones  tienen relación unas con otras. Es una historia de amor y desamor contada por etapas. Desde el principio, con esa fase del enamoramiento, de la ilusión, de la idealización de la otra persona… Hasta que de pronto te das cuenta de que esa persona no siente lo mismo que tú y no es la persona que estabas idealizando. Tiene otras caras y entonces aparecen las canciones que hablan como de la bajada. Termina el disco con dos canciones de empoderamiento femenino, que siempre es bueno.

¿Cómo está María Meneses en este momento?

Muy bien. Muy contenta. He hecho un viaje que a veces pienso como que he ido a la luna y he vuelto. Me he tirado 15 años trabajando mucho en mi salud mental, en encontrarme, en ser feliz. Yo sabía que no había llegado. Me ha costado mucho llegar a donde estoy. El resumen un poco sería que estoy muy agradecida al trabajo que tengo. No tengo miedos, no me importa lo que piensen los demás de mí. Estoy encontrando una conexión con la música. Es mi lenguaje para expresar como siento la vida, como la veo. Estoy feliz.

Lo de cambiar de Mai a María es un poco por eso. Me di cuenta que había muchas anti virtudes que tenía el nombre de Mai y he querido deshacerme de ese personaje que me cree, llena de inseguridades, de miedos. He vuelto a ser María, María Isabel, que es como me llaman en casa. Un poco recuperar ese espíritu de niña, que todos deberíamos conservar. Cuando nos hacemos mayores te vas poniendo corazas, nos vamos inventando personajes para hacerlo como crees que debes ante los demás. Los niños no se preocupan si lo están haciendo bien o mal. Viven mucho el presente. Es lo que quiero recuperar. A la payasa que llevaba dentro y que se divertía cantando y haciendo el payaso delante de todo el mundo.

 

Tu historia es bastante interesante e inspiradora a la vez. Te das a conocer en Operación Triunfo, en 2002. ¿Luego qué? ¿Cómo empieza todo?

A mí me gustaba cantar desde siempre. Empiezo a tocar el piano un poco, la guitarra. Lo típico que haces, que te ponen una guitarra, empiezas a tocarla y ves que te gusta. Aprendí a contar mis problemas a través de las canciones. Me di cuenta que podía hacer terapia a través de las canciones. Eran canciones que conservaba para mí misma. Nunca las enseñaba a casi nadie. Entonces yo era cantante, no compositora. Entro en Operación Triunfo, me va mal. El bajista de la gira de OT, Kim, le enseño mis canciones y ve que hay algo que no había visto demasiado. A partir de ahí, decido a sacar mis canciones. Íbamos a guitarra y voz por todos los bares donde nos dejaban. No es fácil empezar en la música. Nos ayudó mucho Joan Tena e Inma Serrano en los inicios.

De pronto encontramos que podíamos hacer una autoedición del disco. Por lo menos que cuando hiciéramos conciertos pudiéramos vender los discos en los conciertos. Conocimos a una persona que nos empieza a asesorar, nos dijo que me cambiar el nombre para no recordar a OT, que en vez de ir en solitario fuéramos a dúo…Así nace Nena Daconte. Después seguí sacando disco con más o menos popularidad y hasta hoy (risas). Entre medias hubo un parón pues…Por muchas cosas. El éxito me arrolló. De ser la perdedora de un programa, luchar por tus canciones y de repente llega Universal y te pone en lo más alto y no entendía nada. Mi cabeza no era capaz de procesar las cosas tan rápidas. Me dio por tener el síndrome de la impostora muy fuerte…Lo pasé mal. Me diagnosticaron una depresión psicótica. He estado luchando muchos años contra eso. Desde 2022 puedo decir que estoy bien y me siento bien. Tengo la sensación de haber llegado a ese remanso de paz que buscaba. Desde ahí es muy guay componer, hacer entrevistas…El otro día hice un photocall y por primera vez en mi vida me sentía guapa. Como cambia la mente y como te puedes autodestruir a ti misma de una forma tan radical. No tratarías a nadie tan mal como te tratas a ti misma. Cuando llegas a ese punto en el que dices: “A ver, esta es mi vida. O me doy yo la mano y me saco del pozo o no me la va a dar nadie”. Te cambia el chip, entiendes que tienes que disfrutar. Es maravilloso. Ahí estoy.

      

¿Fue demasiada fama demasiado pronto?

Fue demasiado éxito que no había buscado. Creo que es importante que cuando uno tiene un sueño le ponga cara, ojos… Que sepas que es lo que quieres conseguir de verdad. Para que cuando estés ahí lo tengas planificado. Si no meditas y te tomas un poco de paz para ti misma, la vida te arrolla. Es más bonito cuando todo te pasa de forma consciente. Te despiertas y es un día que has fabricado tú.

Decías que te fue mal en OT, pero pasaste un casting de 80.000 personas y fuiste una de las 16 elegidas para entrar.

Sí, mis hermanos que son todos opositores siempre me dicen que pasé una oposición de 80.000 personas. Aquel casting, el segundo de OT, fue enorme. Mi error, quizá fue buscar un camino demasiado rápido. Yo tampoco tenía puertas para entrar en la música. No conocía a nadie. A lo mejor esa puerta no era la que tenía que haber abierto. Esa es la sensación que tengo ahora.

Esta también el ejemplo de Mimi, Lola Índigo, parecido al tuyo. La primera expulsada y tiene un éxito enorme después.

Los concursos de la televisión son una puerta para entrar en la industria. La parte negativa es la parte del juicio. ¿Cómo puedes juzgar el arte? Es la eterna polémica. Que este cuadro abstracto es arte si a mí no me lo parece. Con cantar es lo mismo. Si hay emoción,  si hay una persona detrás que expresa sus emociones a través de la música…En el documental ‘We are the world’ ves a Bob Dylan completamente perdido porque no encuentra su forma de cantar su frase para lucirse, sea reconocible y ve a todo el mundo que le rodea cantando de forma espectacular. Y es Bob Dylan. Es un poco eso. En estos concursos se cometen como injusticias porque parece que hay que pasar a todo el mundo por el mismo rasero.

En las últimas ediciones además se recalca mucho que OT es una puerta pero eso no quiere decir que vayan a conseguir todos el estrellato.

Se advierte. En nuestra edición también nos lo dijeron. Que lo que entonces había pasado con Bisbal, Chenoa, Rosa...Eso fue un rara avis. No sabían qué iba a pasar ese año. Estoy de acuerdo, es una puerta. Pero como todos éramos tan jovencitos, si psicológicamente no estás preparado…Ahora ya sí, los jóvenes están muy preparados. Yo era un poco paleta emocional, entonces me pilló por todas partes.


Decías en una entrevista que sientes que no te han valorado más allá de tu gran éxito Tenía tanto que darte. Hay algunos artistas no tienen ni eso. 

Estoy muy contenta por eso. A veces lo hablo un poco de forma irónica. Como que soy una ‘one hit woman’. Hay gente que no ha logrado tener un éxito en la historia del pop en español. Me hace ilusión tener este hit por supuesto. Cuando la canto, me han contado tantas historias a través de esta canción…Que cuando salgo a cantarla pienso, por un lado, en lo bien que lo estamos pasando en ese momento, y por otro el significado que tiene para mucha gente. Mucha gente ha llorado contándome su historia, de lo que ha significado cada frase de la canción. Me gusta mucho mi canción. Lo único que a veces, sobre todo de cara a los trabajos posteriores, este disco nuevo por ejemplo, me encantaría que no se comparara con Tenía tanto que darte. Es como competir contra ti misma. Ahí seguimos, picando piedra y con mucha ilusión.

¿Cómo fue esa reconexión con la música?

Fuimos a un concierto en 2017 o 2018 de Steve Vai. Yo me había retirado para siempre de la música. No escuchaba nada, no quería saber nada de música. Era por la tarde, no era de noche, ni había luces sobre el escenario. De repente aparece un tipo, con una gorra, una cazadora y su guitarra en la mano, cogiéndola del mástil. Llega, se pone en el centro del escenario, se cuelga la guitarra y empieza a hacer virguerías. Y pensé que no hacía falta nada más. Desde entonces pensé en volver a la música. Sabía que tenía que hacer lo que sé. Nada más. Le gustará a la gente más o menos pero es como yo vivo la vida y como la interpreto. Me hizo click la cabeza y se me quitaron muchos problemas.

            

Escuchando tu último disco y tu último single, Vuela, parecen reconectar con la energía de tus inicios. ¿Sientes que está ya todo en su sitio?

Sí, está todo no como en 2005, como en 1994. Es muy guay. A veces digo de broma que me ha pasado como en la película Regreso al futuro, que va al pasado y se construye un presente y un futuro paralelo al cambiar algo en el pasado. Es lo que he hecho yo. He ido hacia atrás mentalmente y he creado un presente y un futuro paralelo a nivel emocional. Dicen que los traumas como que los tienes que atravesar. Yo me he saltado eso. He ido hacia atrás y he vuelto a empezar.

¿Has logrado relativizar la fama?

Ahora me hace gracia cuando me reconocen. Me siento bien. Digo que bien. Ves que a tu familia le hace ilusión. Piensas en la fama como algo positivo y en una herramienta para trabajar. Y ya está.

Tienes un trabajo de cara al público y te debes un poco también a ser amable con la gente. Ser agradecida. Estoy ahora en una fase muy zen.

¿Estresa más la música ahora con tanto lanzamiento a la vez?

Sí, hace una semana por ejemplo se retiró Carmen Boza porque estaba abrumada por los números. Yo eso lo he sentido mucho. Me gusta trabajar con equipos de gente que lo reciban de una forma más tranquila. Todos queremos tener éxito y que nos vaya muy bien. La información para el público es abrumadora, con todas las canciones que salen. Intento que no me afecte. Abstraerme un poco y no estar pendiente de los números.