VALÈNCIA. El mito entre los mitos, Orfeo ed Euridice, toma forma en el Palau de les Arts bajo el paraguas del universo operístico de Christoph Willibald Gluck, que se representará en la Sala Principal del 3 al 9 de marzo. Una propuesta que recupera el alma de la tragedia griega con una propuesta sobria pero profunda, tanto en lo escénico como en lo musical. Un tour de force vocal de 90 minutos sin descanso que recae principalmente en el personaje de Orfeo y una escenografía mínima para contar una de las mayores tragedias amorosas de la tradición griega.
Gianluca Capuano se sube al podio de la Sala Principal, tras debutar en la Sala Principal con Cecilia Bartoli y el conjunto Les Musiciens du Prince-Monaco. El italiano ha aprovechado la presentación de la ópera para loar el título y explicar por qué es importante para la historia de la ópera: “Gluck se rebela contra las convenciones de la ópera de Metastasio, en la que los cantantes dominaban la escena con arias largas y virtuosas. Elimina radicalmente todo esto y aboga por la centralidad de drama y texto, además de por una estrecha colaboración entre libretista y compositor para lograr esa potencia dramática, que tiene en el escenario una respuesta inmediata a la música que escuchamos”.
En el siglo XVIII, en el contexto en el que se crea esta obra, los cantantes eran el pilar sobre el que giraba la ópera: “era fundamental su virtuosismo y ornamento. Añadían trozos de otras obras, y las arias podían durar hasta 15 minutos. Además, se incluían tramas secundarias. La trama no era entonces tan importante”. Gluck decide entonces volver a lo más esencial: la tragedia griega, a “la acción teatral con música”, al tiempo-espacio-acción aristotélico.
La propuesta escénica depende de Robert Carsen, del que ya se pudo ver Elektra en Les Arts. Christophe Gayral, que se ocupa de la dirección en la reposición, explicó cómo acompañar de manera coherente esta idea musical. “La simplicidad era el objetivo. Orfeo ed Euridice es una ópera precioso donde todo es coherente, tanto el libreto como la música. Robert Carsen aquí quiso ser lo más honesto y humilde con ello. Por eso utilizamos un único espacio para representar tanto la Tierra como el inframundo”.
“No hay ningún gran elemento en la escenografía. El vestuario es negro, porque el color del luto. Todo es simple, pero efectivo, no superficial”, añadía. Además, cree que el montaje es “muy exigente con los actores porque tienen que llenar todo el escenario pero respetando ese minimalismo”. Es esta combinación entre simplicidad y contemporaneidad la que permite “hablar al público y ser entendidos por todas las generaciones”, una tarea que Gayral cree necesaria para todas las óperas actuales.
Carlo Vistoli, uno de los contratenores del momento, se hace cargo del papel de un Orfeo que prácticamente no abandona el escenario en la hora y media de montaje, casi un one-man show. “Esta ópera se ha quedado en mi corazón desde que la protagonicé. Con su simplicidad y profundidad, me ha conmocionado. Es muy complejo gestionar el ritmo de las palabras y de la voz, es una obra en la que siempre hay algo que puede ser modificado”, explicaba ayer en la presentación. “No hay ese protagonismo del virtuosismo del castrati. Aquí todo depende de la transmisión a través de la palabra y las emociones. Hay que expresarse con la voz y desde el cuerpo”.
“Hay que dosificar bien las fuerzas”, contaba también Vistoli, para llegar en forma al tercer acto, donde canta una de las arias más famosas del repertorio, y símbolo total de este título de ópera, Che farò senza Euridice.
Por otra parte, Orfeo ed Euridice tiene otros grandes protagonistas: el Cor de la Generalitat, que tienen una presencia importante tanto en la escena como en lo musical. 32 integrantes que forman un coro griego clásico y que compensan el elenco escueto. Una oportunidad, en palabras de Jesús Iglesias Noriega, director artístico de Les Arts, de “demostrar de lo que son capaces”. Y ya avisan tanto Capuano como Gayral: el Cor está más que a la altura.
Les Arts ha programado cuatro funciones de este título los días 3, 5, 7 y 9 de marzo. ‘Orfeo ed Euridice’ es una coproducción del Théâtre des Champs-Elysées, la Canadian Opera Company, el Teatro dell’Opera di Roma y la Opéra Royal de Versailles.