VALÈNCIA. La Falla Mestre Bellver - Mariano Ribera busca hacer arder los corazones de València con el monumento sostenible realizado por la artista valenciana Pepitagrilla, seudónimo de Iris Moreno, un homenaje a la necesidad del amor propio.
"Un proyecto experimental hecho, precisamente, desde el corazón, que nace de la urgencia de quererse, porque para dar amor, tienes que tener amor: nadie puede dar algo que no tiene”, afirma la artista.
La falla es un gran corazón con dos caras, una de entrada y otra de salida, en el que los visitantes podrán adentrarse para "conectar con su interior" mediante diferentes elementos, como unos post-its para escribir mensajes, o un espejo de lana con un mensaje esperanzador. “El tema principal de la falla surgió porque quería que fuera más allá de una crítica social, por eso busqué un tema que de algún modo pudiera ayudar a las personas y así aprovechar el impacto social de estas fiestas. De esta manera encontré en el monumento el elemento comunicador ideal para transmitir el mensaje”.
Destaca la artista además que el monumento ha sido diseñado con el objetivo de que fuese muy potente visualmente, y un lenguaje simbólico muy sencillo, para que así todas las personas, de las más pequeñas a las más mayores, pudiesen entenderlo y disfrutarlo por igual: “Para llevar a cabo esto e implicar a las personas, necesitaba que formaran parte de la Falla de alguna manera, por eso cada persona que pase por aquí tendrá la oportunidad de dejar una parte de sí misma escrita en un mensaje, creando así un espacio lleno de esa energía bonita y vibrante que tan necesaria es, y que culminará con el fuego de La Cremà, que será el encargado de mandar todos estos mensajes al universo para así cerrar el ciclo”.