VALÈNCIA. Rowsley, el vehículo de inversión de Peter Lim, ha comunicado al supervisor de la Bolsa de Singapur una nueva incursión en el sector hotelero. Se trata de la compra de CJ Hospitality por parte de Ariva, una cadena de hoteles adquirida por Rowsley en septiembre pasado por algo más de 10 millones de dólares. Ariva ha puesto sobre la mesa 2 dólares por cada título de CJ Hospitality, cuya compra espera materializar en los próximos 30 días.
Dicha contraprestación se paga en efectivo y se llega después de tener en cuenta que CJ Hospitality tiene actualmente activos netos tangibles negativos. Desde Ariva no se prevé que la adquisición tenga un impacto material en dichos activos de cara a las cuentas del presente ejercicio, según ha comunicado la empresa al supervisor singapurés.
De este modo, el máximo accionista del Valencia CF continúa de compras en el sector hotelero donde comenzó sus incursiones a finales de 2015 en el Reino Unido con la 'Class of 92', es decir, los otrora jugadores del Manchester United Ryan Giggs, Nicky Butt, Paul Scholes y los hermanos Neville (Gay y Phill). Unas inversiones que se han visto afectadas por el inesperado Brexit aunque Lim confía "en el potencial crecimiento de sus activos de hostelería" en tierras británicas, según informó su vehículo cotizado Rowsley a la Bolsa de Singapur a finales de febrero pasado tras lanzar un 'profit warning' como avanzó este diario.
Mientras tanto Rowsley (ROWS) sigue de capa caída en la Bolsa de Singapur, tal y como se aprecia en el gráfico superior. Algo lógico, por otro lado, ante los problemas que acusa en las últimas fechas y que llevaron a la propia rectora del pequeño estado asiático a pedir explicaciones sobre sus resultados no auditados de 2016. Lo hizo centrando el tiro en el despacho de arquitectura adquirido a finales de 2013 RSP Architects Planners & Engineers.
Así se explica que ROWS siga moviéndose sobre la zona de los 0,102 dólares de Singapur (al cambio menos de 0,07 euros), cada vez más cerca de sus mínimos históricos y con una capitalización de unos 482 millones de dólares singapurenses, es decir, poco más de 320 millones de euros. O lo que es lo mismo lo que capitalizan en la bolsa española auténticos 'chicharros' como Ercros y Dogi, por poner dos ejemplos.
Por si fuera poco, y echando un vistazo al gráfico, los indicadores técnicos apuntan a fuerte venta sobre una cotizada que en lo que va de año se ha dejado en el camino un 17%. Habrá que estar muy atentos a finales de mes cuando publique los resultados correspondientes al primer trimestre del ejercicio en curso después de perder el pasado año 42,6 millones de euros (al cambio) y otros 33 millones en 2015.
Bien es cierto que entre enero y marzo del pasado ejercicio, Rowsley ganó 4,8 millones y, tal y como publicó Valencia Plaza, lo hizo gracias a los frutos que estaba obteniendo en sus inversiones en el Reino Unido con la 'Class of 92'. Pero no menos cierto es que el referéndum del Brexit todavía no se había celebrado.