VALÈNCIA. Peter Lim no gana para disgustos. A la ya de por sí maltrecha situación deportiva del Valencia CF hay que sumarle la negativa coyuntura por la que atraviesa su vehículo inversor que cotiza en la Bolsa de Singapur: Rowsley. Pero ya no solo porque cada vez está más cerca de sus mínimos históricos, tal y como se aprecia en el gráfico adjunto tras lanzar un demoledor profit warning. Ni tampoco por las fuertes pérdidas presentadas el pasado año. No. El problema es mayor porque la propia rectora singapurense ya ni se fía de dicha cotizada, es decir, de Rowsley (ROWS).
El pasado miércoles, la Bolsa de Singapur requirió explicaciones a ROWS sobre cinco puntos en concreto, que eso sí apenas 48 horas después respondía el vehículo inversor cotizado del máximo accionista del club ché. En primer lugar le pedía argumentar las razones del aumento de los gastos del proyecto de RSP Architects Planners & Engineers -despacho de arquitectura adquirido a finales de 2013- por 3,21 millones de dólares. Y la respuesta de Rowsley fue que se debió "principalmente a las operaciones de RSP en Dubai" porque se tuvieron que "contratar a varios subcontratistas para completar los proyectos y, por lo tanto, mayores gastos".
Precisamente el segundo requerimiento también iba sobre dicho despacho de arquitectos. Más concretamente sobre el deterioro significativo en la plusvalía declarada de 37,58 millones de dólares. ROWS declaró que se debió a "la debilidad del mercado inmobiliario de Sincapur"; mientras informó que la cartera de pedidos de RSP era de 82,7 millones a 31 de diciembre de 2016 frente a los 110,7 millones del cierre de 2015.
Sin salir de RSP -pero añadiendo Squire Mech, firma de ingeniería industrial de Singapur adquirida el verano pasado-, la Bolsa de Singapur preguntó a ROWS si la cartera de pedidos resultante de ambas adquisiciones se ha materializado en contratos y si son activos intangibles. "En las fechas de las respectivas adquisiciones, RSP y Squire Mech tenían ciertos contratos firmados incompletos, los cuales son jurídicamente vinculantes. Dichos contratos firmados incompletos cumplen con la definición de activos intangibles en la norma de información financiera pertinente y, por lo tanto, se contabilizaron como tales", respondió Rowsley.
El cuarto requerimiento cuestiona la rentabilidad de Squire Mech y RSP India -"han continuado siendo rentables después de las adquisiciones"-; mientras pide información sobre la implementación y el desarrollo del negocio de la marca de fútbol de la compañía. O lo que es lo mismo: el proyecto en el que se embarcó Peter Lim con la llamada 'Class of 92' del Manchester United formada por Gary y Phill Neville, Nicky Butt, Ryan Giggs y Paul Scholes. "A lo que ROWS respondió que "está en conversaciones" para llevar dicho modelo -compuesto por el Hotel Football y el Café Football- a otros puntos de Europa y Asia.
No hay que olvidar que actualmente tiene presencia en Londres, Manchester y Singapur. Según sus previsiones, el acuerdo con el National Football Museum -Museo Nacional de Fútbol de Reino Unido- permitirá a cualquier franquicia de ambos establecimientos a contar con "una colección de recuerdos en términos comerciales previamente acordados". Pero hay que tener en cuenta que ni Lim ni la mayoría del mercado esperaba el 'Brexit', que tantos quebraderos de cabeza le está dando y llevó a ROWS a presentar un 'profit warning'.
Por último, la Bolsa de Singapur pidió detalles sobre las funciones y el año en el que se incorporó a RSP Vivien Heng Cheng Sim, directora de servicios de Arquitectura de dicha firma desde mayo de 2006 tras llegar a la compañía en marzo de 1985. En resumen: que la Bolsa de Singapur no se fía de Rowsley a la vista de dichos requerimientos...