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Rafa Tormo (AVVAC): “Lo normal sería que María Oliver nos convocara a una reunión”

25/07/2017 - 

VALÈNCIA. Dicen desde la Associació d’Artistes Visuals de València, Alacant i Castelló (AVVAC) que se enfrentan a una nueva etapa y razones no les falta. Hace apenas unas semanas que Rafa Tormo cogió el testigo de Agustín Serisuelo como presidente de la entidad, que ahora encuentra su sede en el Centre del Carme. Con esta nueva ubicación deja atrás una salida forzosa de Las Naves, a cuyos nuevos gestores acusaron de “falta de diálogo absoluta”, “ineficacia” y de intentar “dinamitar” el centro de producción y creación. Ahora miran como espectadores como la edil María Oliver asume el contenedor cultural, tras la dimisión de Jordi Peris –exportavoz de València en Comú- y el cese del gerente del espacio, Rafa Monterde. Fue en la presentación de la nueva junta directiva cuando se presentó un decálogo que incluye las principales líneas de actuación, reivindicaciones y aspiraciones de los artistas visuales en la Comunitat, el punto de partida de la nueva etapa de la entidad que, por lo pronto, trabaja en la creación de un seminario que tendrá lugar a finales de 2017. 

-¿Qué define esta nueva etapa?
-El contexto cultural ha cambiado bastante, de estar presidido por una persona que ahora está imputada... La propia relación con la institución cambia, otra cosa es que te hagan caso o no. Lo cierto es que si el tono de denuncia era máximo y constante hace cuatro días, -aunque no quiere decir que ahora vayamos a tener un perfil bajo-, si el contexto cambia, por supuesto que los gestos también lo harán. Queremos seguir reivindicándonos porque hay ciertas cosas que siguen igual tras tres años de legislatura, aunque ahora formamos parte de comité que revisa las ayudas, del consejo rector del IVAM... No es que ahora tengamos carta blanca, pero ahora podemos ver los documentos. Es importante el diálogo y la pedagogía porque muchos políticos todavía no acaban de entender cuál es nuestro papel.

-En tanto que presidente, ¿ha tenido ya comunicación con los distintos representantes de la administración?
-Todavía no, aunque estamos a punto de cerrar un convenio de colaboración con el IVAM y acabamos de firmar con el Centre del Carme, que nos ha cedido un espacio para que hagamos reuniones. También existe la voluntad con esto de colaborar en proyectos, hacer actividades vinculadas a la profesionalización del arte. Todo eso no existía.

-Cuando se trasladó la sede al Centre del Carme se habló de una solución temporal. 
-El convenio es revisable anualmente, no es una cosa de un año y fuera. Veníamos de una mala experiencia en Las Naves. Aquel espacio estaba proyectado como un centro de producción artística, en el que se invirtió mucho trabajo para que fuera real, con equipamiento... nos echaron de muy malas formas.

Foto: KIKE TABERNER.

-Cuando la asociación abandonó Las Naves hizo público su malestar con un comunicado en el que se hablaba de "falta de diálogo" y de una gerencia que "dinamitó" el centro de producción y creación.
-Pensamos que hay una carencia de acometer la cultura desde un posicionamiento común con los interlocutores reales. Todo el mundo tiene un diseño cuando entra a la política, quiere cambiar. Uno de los puntos del decálogo que hemos creado habla de la necesidad de que haya una invisibilización de la administración, ¿por qué? Porque es lo que lleva de la mano estos fracasos que apuntan a un descredito. Las Naves es un espacio descreído, también sus prácticas...

-Con el cambio de caras en València en Comú, María Oliver integra el ámbito cultural en su área. Hace unos días expresaba a Valencia Plaza: "Las Naves se creó como un espacio cultural y ese acabará siendo su uso". ¿Han tenido comunicación con ella?¿Volverían a Las Naves?
-Si se reconsidera como un centro de producción habría que valorar la cuestión, no estaría mal, pero es algo que hay que debatir con el colectivo. Lo normal sería que María Oliver nos convocara a una reunión, con los agentes que hemos sido echados de este espacio. No digo que vuelva todo a un punto cero, pero si lo que se quiere es dar otro tipo de recorrido al espacio hay que hablar con los interlocutores que tienen red y que permiten que haya legitimación.

María Oliver. Foto: EVA MÁÑEZ.

-En el decálogo hablan de invisibilizar a una institución que tome el papel de "facilitadora, mediadora y punte, no como propietaria del ámbito cultural". 
-Vivimos en un tiempo en el que se ha espectacularizado la cultura, se la ha llevado a un territorio del acontecimiento continuo. Cuando desaparece eso no queda nada. Deben ser los agentes los que generen los contenidos, no programaciones de técnicos que dependen de ordenanzas políticas. Los políticos deben generar el marco. Políticamente hay una intención de que la cultura sea troncal, si es así hablemos de cómo. 

-Junto con la presentación de la nueva directiva se anunció la creación de un calendario de actividades y de la formación como eje, ¿cómo ser formularán en la práctica estas intenciones?
-A raíz del convenio de colaboración con el Centre del Carme lanzaremos un proyecto con el que queremos convocar a toda aquella gente del territorio que tiene una conexión con el mundo del arte pero nunca ha estado junta. Será un seminario que busca hablar del propio contexto, definir los intereses y generar un documento para compartir con los políticos, que son los que deberían hacer factible algunas de estas acciones. Este será el punto de arranque, a partir de esta experiencia queremos elaborar el programa de actividades y trabajar desde la territorialización. Falta crear una red. Las políticas culturales, ¿son para nosotros, para los turistas?

convocaremos un seminario para hablar del propio contexto, definir los intereses y generar un documento para compartir con los políticos

-¿Tiene la administración una concepción errónea de la cultura?
-El Plan Estratégico habla de la cultura como recurso, eso es lo que hay que cambiar. El concepto de cultura es mucho más problemático, si lo entendemos solamente como recurso lo estamos entendiendo de una manera únicamente liberal. La cultura es un espacio de tránsito para generar una conciencia crítica, con institución o sin ella, porque muchas veces lo que piensa la institución es que la cultura es gracias a ellos.

-La asociación participa de la mesa de la cultura (mecuv) convocada por la conselleria, ¿es el seminario una mecuv sin instituciones?
-La Mesa de la Cultura... a veces una piensa que participa en estas cosas para justificar. Está muy bien, pero el proyecto del plan estratégico está diseñado ya, se debería haber hecho antes. Estamos satisfechos porque se ha abierto un apartado para artes visuales, antes estábamos con Patrimonio, que se lleva casi 80% del presupuesto. Estamos hablando de migajas, un museo como el IVAM cuenta con un presupuesto ridículo, o las convocatorias del Centre del Carme, que ahora funciona con concursos, otra de las cosas que no acabo de entender.

-La AVVAC participa de ellas como jurado.
-Sí, es algo que ha costado mucho esfuerzo para implementarlo en las convocatorias publicas. Pero es una de las cosas que nos gustaría reflexionar para participar en la construcción del relato artístico publico. Hemos perdido el hilo de la historia. Venimos de un entorno en el que todo estaba dado y ahora la única fórmula que se nos ha ocurrido es la convocatoria constante: la transparencia va de la mano del concurso. Hay una parte que sí, pero, ¿cómo vinculamos todo eso al territorio? Estamos satisfechos con el cambio y la fórmula que se está ejecutando, pero queremos aportar nuevos procesos para crear más variantes que ayuden a reforzar el entramado artístico valenciano.

"el IVAM y el Centre del Carme son pequeños califatos en los que cada uno administra su poder"

-Precisamente el Consorci de Museus lanzará en estos días la convocatoria 'Trayectorias'
-Eso ya apunta cosas. Debería haber diálogo entre el IVAM y el Centre del Carme, son pequeños califatos en los que cada uno administra su poder, que es uno de los puntos de los que hablamos. La política tiene que generar el dispositivo adecuado para que se compartan recursos. Por ejemplo, si hay una línea de trabajo del Centre del Carme, que en cierto modo es el que se vincula a todo el territorio, el IVAM tendría que tener algún tipo de conexión con ese proyecto.

-En el decálogo se habla de "modelos de gestión apresurada" y proponen "tiempos más lentos para la cultura", ¿a qué se refiere?
-Quiere decir que nos debemos sentir interpelados. Podemos traer al artista más cool y llenar en la inauguración pero, ¿qué poso deja? Hay que trabajar con esos imaginarios simbólicos que están constituyéndonos como sociedad. Los proyectos deberían tener ese peso. Cuando se hizo el IVAM se hizo un gesto de valentía. Sin colección ni un contexto se inventó aquello y se obvió la sala Parpalló, que es la que hizo el trabajo más doméstico, había una cierta proximidad. Cuando se monta el escenario del IVAM aparecieron abrigos... el marco cambió. Se generó una distancia. Se apunta a una excelencia basada en grandes nombres. Si tuviera más presupuesto el IVAM, ¿qué haría?¿Por qué aparecen ahora movimientos sociales? Porque no costamos dinero. Habría que ser valientes y dar un giro. El IVAM debería capitanear ese relato que se rompió en los 90.

-El primer objetivo que se planteó para la Mecuv era la creación de Estatuto del Artista, ¿en qué punto está?
-De momento no hemos participado en nada, no se ha hablado todavía. Imagino que saltará a la mesa. No lo he leído. Nos gustaría participar en él, queremos ser interlocutores. El Estatuto del Artista es necesario porque evita que seamos 'un grano en el culo' que solo denuncia. Hace falta que las administraciones asuman como propio el manual de buenas prácticas y que sepan que hay que pagar por la labor del artista. Se trata de crear espacios de reconocimiento con el que se revisen los postulados.

-Rosa Santos, con quien trabaja, ocupa desde hace unos meses la presidencia de la Asociación de Galerías de Arte Contemporáneo de la Comunitat Valenciana (LaVac). En su primera entrevista como tal habló de la necesidad de "generar propuestas conjuntas" con la asociación de artistas y críticos. 
-En breve vamos a asentarnos para hablar de todo esto. Hay cuestiones pendientes, muchas galerías no firman contratos con artistas; ellos también están en una situación complicada, viven exclusivamente de ferias internacionales. tenemos que pensar desde ahí una parte del mundo del arte. Nuestra intención no es señalarnos, sino de entonar el mea culpa todos y hacer gestos. Precisamente, uno de los objetivos es que la Diputación y la Generalitat se comprometan a que ninguna entidad pueda acceder a subvenciones sin firmar el Manual de Buenas Prácticas.

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