VALÈNCIA (VP). "En València ya se han tirado muchas cosas". La frase dijo este jueves el alcalde de València, Joan Ribó, en la cadena Ser, y con ella resumía su parecer sobre la situación del cine Metropol, al que amenaza ahora la posibilidad de un derribo. Por primera vez desde que surgió el debate, un grupo de historiadores, arquitectos, políticos, y diferentes representantes de la sociedad civil se dieron cita este miércoles frente al cine, en un acto de reivindicación del patrimonio urbano.
Apenas 15 horas después de la protesta, durante su participación en el programa Locos por València, Ribó reconoció la singularidad afectiva del viejo cine porque, dijo, fue un foco cultural durante los años en los que la ciudad fue capital de la República. Así, por primera vez se manifestó abiertamente a favor de que se preserve la fachada y las letras, aunque el edificio no cuente con protección. Antes que Ribó, este pasado martes la concejal de Cultura de València, Glòria Tello. La regidora, en una conversación en una red social aseguró estar a favor de salvar el cine. “Pienso que se debe tener en cuenta más aspectos que los meramente arquitectónicos a la hora de proteger un edificio, creo que no podemos dejar de lado los valores culturales o históricos, y en este caso concreto, no quiero que derriben el Metropol por esas razones”, dijo.
Igualmente se han manifestado a favor de la conservación destacados políticos de Podemos, como la diputada Rosana Pastor, quien en un debate sobre el edificio celebrado en el Colegio de Arquitectos de Valencia se mostró claramente en contra de su derribo, e incluso afeó al concejal de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de València, Vicent Sarrià, que no hubiera hecho nada por salvar al cine. "Está muy bien escuchar a los técnicos", le dijo antes de matizarle: "Los políticos se han de asesorar pero han de tomar decisiones políticas. La gente los ha elegido para que elijan un modelo u otro de ciudad", agregó. Una crítica ante la que Sarrià se defendió advirtiendo del riesgo de que le inhabilitaran si no hacía caso a los técnicos.
Ribó decidió finalmente no estar este jueves en Madrid defendiendo su proyecto alternativo para la V-21 ante el Ministerio de Fomento y obligó a Sarrià a enfrentarse a la cerrazón del Ministerio de Fomento. En su lugar optó por visitar la pedanía de El Perellonet donde presentó los proyectos de un nuevo parque infantil y un consultorio habilitado en el edificio de las antiguas escuelas. Ribó se acercó a este núcleo urbano como ha hecho en otras pedanías como Borbotó, "para conocer de primera mano las necesidades de los vecinos".
Acompañado por la concejala de Pueblos de Valencia, Consol Castillo, y la alcaldesa de la localidad, Laura Felip, visitó el embarcadero de la Albufera del que destacó que "ha sido objeto de mejoras durante la presente legislatura". Durante esta visita, «la primera que se ha organizado en 25 años, Ribó escuchó las peticiones de los vecinos y vecinas y se hizo eco de algunas medidas que el Ayuntamiento ya ha tomado para mejorar la movilidad de esta zona de València, como la legalización de las paradas de la EMT, al incluir paso de peatones, o la introducción de semáforos en la avenida de las Gaviotas.
Entre las actuaciones realizadas en El Perellonet, el alcalde también destacó la creación de unas dependencias de la Policía Local en la alcaldía, y aprovechó la visita para destacar la oferta deportiva y cultural. Así destacó la creación de canales públicos de deportes náuticos para practicar kitesurf, padel surf, windsurf, etc.; o la promoción de actividades culturales durante todo el año en los dos núcleos del Perellonet, como por ejemplo el ciclo de Jazz a la mar en verano o el de actividades culturales en primavera