VALÈNCIA. La Conselleria de Sanidad Universal no pondrá ningún impedimento a la compra del 40% de Ribera Salud por parte de la multinacional norteamericana Centene. El banco Sabadell y Centene, accionistas de Ribera Salud al 50%, cerraban esta semana un acuerdo por el que la compañía americana compra al banco un 40% de la firma valenciana por unos 60 millones de euros, como contaba este jueves Valencia Plaza.
Ribera Salud es concesionaria de las áreas de Salud públicas de Torrevieja y Elx-Vinalopó, ademas de contar con el 35% del capital de la concesionaria de Dénia, Marina Salud. La Conselleria de Sanidad Universal cuando la dirigía Carmen Montón afirmaba que cualquier cambio en el capital de las concesionarias necesitaba la autorización de la Generalitat. La compañía que dirige Alberto de Rosa sostenía lo contrario.
La Abogacía de la Generalitat elaboró en 2016 un informe por encargo de Montón que aseguraba que la compra de participaciones entre accionistas –concretamente, analizaba el caso de Marina Salud, donde Ribera Salud tiene el 35% y había pactado la compra del 65% a la aseguradora alemana DKV– es equiparable a una cesión del contrato y, por tanto, necesita la previa autorización de la Conselleria de Sanidad Universal.
La tesis de los abogados de la Administración autonómica era que con el cambio de socio mayoritario se produciría un cambio en la solvencia de la empresa concesionaria, variación que tendría que ser evaluada por la Conselleria para autorizar o no el cambio.
El informe contradecía la tesis anterior de la propia Abogacía, que no consideró necesaria dicha autorización cuando Ribera Salud compró en 2015 la participación mayoritaria de Adeslas en el Hospital de La Ribera –Adeslas tenía el 51% y Ribera Salud, el 45%–, así como otras dos participaciones minoritarias en los hospitales de Torrevieja y Elche.
A preguntas de Valencia Plaza, la Conselleria respondió este jueves que la de Centene y Sabadell "es una operación entre particulares" sobre la que la Generalitat no tiene que dar autorización, en lo que parece una vuelta al criterio anterior a Montón.
Añadió que, además, Ribera Salud no es propiamente la concesionaria de ningún hospital público, ya que las que figuran como tales son sus empresas filiales o participadas. Este argumento no se sostiene, porque el cambio de propietario de la empresa matriz de una concesionaria supone, de facto, un cambio de accionista de la empresa que gestiona el hospital.
La nueva postura de la Conselleria, ahora dirigida en funciones por Ana Barceló, despeja una de las incertidumbres de la operación de compra de Marina Salud que pretendían firmar Ribera Salud y DKV: la amenaza de un veto por parte de la Generalitat.