A la llegada de La Perfumería y la reapertuera de Café Madrid se sumarán, más pronto que tarde, El Rincón del Mercado y Puerta de Serranos. Esta es la historia de lo que fue y de lo que será
VALÈNCIA. La ciudad recupera el aliento después de la fatiga, aunque sea con una temperatura sofocante y un jadeo constante en el pecho, porque el pálpito es indicio de vida. Y aquí estamos, ante unas puertas que se vieron obligadas a cerrar durante la pandemia, pero que se despliegan con lentitud, como si en realidad no hubieran atravesado el año más revuelto de todos. Cuando la cadena hotelera Myr anunció sus primeras embestidas a la ciudad, pocos imaginaban el nivel de intensidad. A día de hoy, estamos ante uno de los grupos restauradores más grandes de València, que está transformando la personalidad de distintos espacios emblemáticos, y con la gastronomía como acicate. De lo que fue queda poco; ahora viene lo que será. Porque el relato de cómo evoluciona nuestra ciudad se cuenta en escenarios como La Perfumería, Café Madrid, El Rincón del Mercado o Puerta de Serranos. Los visitaremos uno a uno, paciencia.
Para entender esta historia, hay que viajar al principio. El epicentro de todos estos negocios es el Grupo Comatel, presidido por Fidel Molina, en el que se integra la cadena Myr Hotels. En 2017 lograron la cesión por 27 años de un espacio tan especial como el Palacio Vallier de la Plaza Manises, junto al Palau de la Generalitat y la Plaza de la Virgen, para convertirlo en hotel de 5 estrellas. También fue sonada la adquisición de la antigua sede del PSPV en Blanquerías, por un total de 5,8 millones de euros, cuyas obras siguen en tránsito para un hotel de 4 estrellas. Quizá el negocio más emblemático sea Marqués House (4*), por cuanto alberga en su interior el mítico Café Madrid, cuya historia nunca ha dejado de ser ajetreada. A ellos se suma Plaza del Mercado (3*), frente al Mercat Central, y algunas suites repartidas por la ciudad. Por cada hotel, una oferta restauradora, y así llegamos a lo que nos interesa, que siempre es la mesa.
Myr ha buscado su personalidad gastronómica mediante diversas estrategias. Todos recordamos la alianza del grupo hotelero con Nacho Romero, chef del restaurante Kaymus, quien en 2018 se encargó de reformular la carta de Rincón del Mercado y de poner en funcionamiento el nuevo Café Madrid. Junto al coctelero Iván Talens, logró recuperar el aura de templo que este espacio siempre ha tenido. Pero la asociación no terminó nada bien, así que los planes de que Romero instalara su buque insignia en Vallier nunca llegaron a consumarse, y el restaurante abrió bajo el nombre de La Perfumería. Fue poco antes de la pandemia, no tuvo tiempo de despegar. Sin intención de renunciar al perfil gourmet, la compañía siguió buscando primeros nombres de la restauración valenciana y, bajo la fórmula de la asesoría, un nuevo nombre entró en escena: Maite Pérez, a quien muchos conocerán por haber comandado la sala de El Poblet.
Ahora F&B manager en Myr y responsable de gestionar las plantillas.
"El objetivo siempre ha sido crear restaurantes dentro de hoteles, no restaurantes de hotel", es la precisión con la que arranca su discurso. Estamos sentadas en una de las mesas altas de Café Madrid, cuyas puertas se han desplegado esta misma semana, con una oferta totalmente renovada. A nuestro lado se encuentra Germán Carrizo, con quien coincidió en las cocinas de Quique Dacosta. Diez años más tarde, estos dos ex compañeros, que admiten haber tenido sus más y sus menos, asumen un desafío común, puesto que también se respetan profesionalmente. Mayte ha encargado la asesoría culinaria de los restaurantes Myr a la empresa que lidera el chef argentino, Tándem Gastronómico. Su labor es configurar la carta y ofrecer formación en cocina; pero hasta ahí. "Lo que más nos está costando es encontrar al equipo, porque buscamos personal con un nivel muy alto, y que a la vez se comprometa con el puesto", admite.
Muchas decisiones, muchos restaurantes, muchos trabajadores. Un proyecto complicado, pero a la vez un reto, porque dar alma a los restaurantes de una gran empresa es tan arduo como satisfactorio. Y todo ello, en una temporada hotelera que promete ser singular, sin mayores certezas sobre el turismo, pero que ya está ofreciendo buenos rendimientos. "Estamos al 100% de ocupación, por eso hemos adelantado la apertura", asegura la F&B. Sin embargo, van poco a poco, a riesgo de volver a desbordarse. Y aquí haremos lo propio, recorriendo casa por casa.
Quedan dos aperturas más: la primera, en realidad, reapertura. En El Rincón del Mercado será más complicado eliminar el estigma del restaurante turístico, dada su situación, frente al Mercat Central, y teniendo en cuenta que las habitaciones tienen su propia cocina. Pero tampoco hay nada de malo: están los días para el caviar y los otros, esos en los que apetecen tapas. Aunque la carta todavía se está diseñando, es evidente que se rendirá al producto de mercado y a los platos típicos. Hemos dejado para el final Puerta Serranos por un motivo: será el último en abrir sus puertas y no incluirá oferta restauradora. Con más de 68 habitaciones, quiere reivindicar un concepto urbano y chic, donde únicamente los huéspedes podrán subir a la azotea para disfrutar de cócteles con vistas a la ciudad. "Todo esto son ideas iniciales, mientras vamos creando las cartas y escogiendo al personal, así que estamos abiertos a novedades más adelante", concluyen.
Así que este ha sido, y será, el relato. Otro más en el entramado de esta magnánima ciudad que es València, donde la plaza hotelera se está poniendo candente a nivel restaurador. Vamos siendo lo que queremos ser, sin olvidar lo que fuimos. Pero el mañana siempre nos alcanza.