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Sin liderazgos electorales ni estrategia coordinada: Alicante, otra asignatura pendiente para Morant 

5/08/2024 - 

VALÈNCIA. En los últimos dos meses, se ha hablado y escrito mucho sobre los roces entre la dirección del PSPV liderado por Diana Morant y la cúpula provincial de Valencia capitaneada por Carlos Fernández Bielsa. Las tensiones, primero por el intento de modificar la ejecutiva planteado por el segundo, y luego por su iniciativa política de proponer un acuerdo de estabilidad al PP en la Diputación, han quedado de momento en situación de standby, aunque probablemente resurjan con el nuevo curso político.

En cierta medida, esto ha minimizado la situación actual del PSPV-PSOE en la provincia de Alicante, una plaza fundamental si los socialistas valencianos aspiran, tal y como proclama Morant, a recuperar la Generalitat en 2027. De hecho, en esta circunscripción es donde los populares consiguieron su mayor ventaja sobre los socialistas, con cuatro escaños de diferencia y, en las últimas europeas, la distancia entre PP y PSOE fue de siete puntos a favor de los primeros mientras que en la Comunitat sólo les separaban cuatro. La propia líder del PSPV, entrevistada por la Cadena SER tras los comicios, admitió la necesidad de "trabajar más " en Alicante para reducir esta diferencia.

En este sentido, desde el Gobierno de España están dando algunos pasos. A mediados de julio, el ministro de Transportes, Óscar Puente, visitaba por segunda vez Alicante para anunciar, entre otras cuestiones, la liberalización hasta el próximo 15 de octubre la autopista de peaje AP7 que circunvala la ciudad de Alicante con la intención de descongestionar el tráfico a la autovía A70 y trasvasar una media de 25.000 vehículos diarios durante este periodo. Además, el ministró anunció otras tres próximas actuaciones con una inversión global de 90 millones de euros para la mejora de enlaces. De la misma manera, Puente tampoco se olvidó de Alicante en su reciente visita a València donde anunció la aprobación por el Consejo de Ministros de 260 millones de euros para obras en la Comunitat donde se encontraban actuaciones complementarias del tramo del Corredor Mediterráneo entre València y la Encina (Villena) y otro para la ejecución de las obras de la Encina con la bifurcación de Alicante.

En esta línea, desde el Gobierno de España la intención parece dirigirse a incrementar su sensibilidad con una provincia que no ha resultado bien parada en los últimos repartos presupuestarios, una circunstancia que colocó en una situación bastante incómoda al anterior gobierno presidido por el socialista Ximo Puig.

Sin embargo, el PSPV sigue teniendo otros problemas en la provincia. El acuerdo de Morant con el secretario general de Alicante, Alejandro Soler, para que no se presentara a las primarias a cambio de integrarse en su ejecutiva (figura como presidente del partido, un cargo honorífico), fue una solución orgánica que permitió la paz deseada. En este sentido, fuentes de la cúpula del PSPV consideran que la relación con Alicante es positiva y tranquila, especialmente si se compara a los últimos referentes en la provincia de Valencia. Sin embargo, otros dirigentes del partido opinan que los problemas latentes en esa provincia se encuentran enquistados sin que haya visos de mejoría en el corto y en el medio plazo, lo que no contribuye al optimismo de cara a las elecciones en 2027, si es que no se adelantan.

Así, en el PSPV la mayoría de dirigentes coinciden en la falta de referentes electorales y visibles de cara a fortalecer las gestiones positivas que se hagan desde el Gobierno central también para encabezar la crítica al gobierno popular. Morant, como ministra en el Ejecutivo de Sánchez, no dispone de una agenda diaria en la Comunitat Valenciana, por lo que tampoco está en disposición de pisar Alicante tanto como le gustaría y el partido necesitaría, por lo menos a día de hoy.

Los grandes puntales orgánicos que dispone Morant en Alicante son el alcalde de Elda, Rubén Alfaro, y el alcalde de l'Alfàs del Pi, Vicent Arques. Es verdad que los socialistas gobiernan en otras plazas importantes como Alcoy, Dénia y en la mayoría de muncipios del Alto y Medio Vinalopó (Villena, Novelda, Petrer y Novelda), la influencia orgánica se halla en dos puntos que además son territorio de Alejandro Soler. Es verdad que con Alfaro, la secretaria general del PSPV ha generado una relación singular -Alfaro fue el jefe de campaña interna de Morant-, pero la gran asignatura es que los referentes orgánicos -y electorales- no trascienden. Primero, por los alcaldes están en su día a día; y segundo porque el propio PP se ha encargado de quitar el foco en la Diputación de Alicante, así que cuesta (a Vicent Arques, portavoz en la institución) que los socialistas tengan protagonismo en un sitio donde realmente pasa poco.

 
Recientemente, se produjo otro enfrentamiento, en este caso público, entre la portavoz del PSPV en Alicante ciudad, Ana Barceló, y el secretario general de la ciudad, Miguel Millana, próximo al histórico dirigente Ángel Franco, que todavía mantiene un fuerte control de la agrupación. La exconsellera pidió la dimisión de Millana después que este la acusara de tener "ínfulas" y "una actitud de baja estofa". Un problema arrastrado desde que Barceló decidiera diseñar la lista municipal sin contar con Franco, lo que ha generado un problema interno que todavía se arrastra. La influencia que pueda tener Ana Barceló, si es que la tiene en el resto de partido, queda circunscrita a la capital. Tampoco tiene la garantía de que vaya a repetir como cabeza de lista.

Aunque esto no es nuevo. Desde que Ángel Luna no pudiera revalidar la vara de mando en 1995; ningún candidato socialista ha repetido como aspirante: José Antonio Pina (1999), Blas Bernal (2003), Etelvina Andreu (2007), Elena Martín (2011), Gabriel Echávarri (2015), Paco Sanguino (2019) y Ana Barceló (2023). Una plaza con una inestabilidad de la que algunos en el partido culpan, precisamente, al control que ejerce Franco de la agrupación.

Este no es el único problema. Los socialistas acusan el dominio del PP en comarcas como la Vega Baja, no terminan de tener mordiente en la Diputación de Alicante y el líder provincial, Alejandro Soler, que también es parlamentario en el Congreso, se antoja un dirigente con un carácter más sólido en el ámbito orgánico que un estilete con la mirada puesta en el vuelco soñado por Morant para 2027. En definitiva, mucho trabajo pendiente para que el PSPV consiga, si no teñir de rojo la provincia, sí mejorar sus prestaciones de cara a las próximas elecciones autonómicas si de verdad quiere cosechar buenos resultados en la provincia de Alicante.

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