VALÈNCIA (EP). El festival Dansa València presenta el programa 'Aquí, en cambio/lo sutil/lo trazado', una propuesta de danza compuesta por dos solos desarrollados por la bailarina y coreógrafa Ana Lola Cosín en el Museo de Bellas Artes de València.
La propuesta forma parte del programa de eventos culturales organizados durante 2023 dentro del Año Sorolla, con motivo del centenario de la muerte del pintor valenciano y podrá verse en la primera pinacoteca valenciana el próximo domingo 17 de diciembre, a las 11.00 y a las 13.00 horas, detalla la Vicepresidencia Primera y Conselleria de Cultura y Deporte.
El montaje es fruto de una colaboración entre Dansa València y el Museo de Bellas Artes para ofrecer estancias a creadores valencianos a fin de que puedan desarrollar un proyecto de investigación con el que 'habitar' el Museo desde una nueva perspectiva.
En este sentido, la unión del festival con otras organizaciones e instituciones, en este caso el Museo de Bellas Artes, contribuye a dinamizar el sector profesional de la danza y las artes del movimiento en la Comunitat Valenciana y contribuir a sostener y expandir la creación contemporánea local.
La directora de Dansa València, María José Mora, ha destacado que con esta alianza "damos apoyo a bailarinas con una trayectoria sólida cómo intérpretes que se han decantado por ser autoras de sus propias piezas. En este caso, la estancia en la pinacoteca les permite centrarse en sus inquietudes artísticas sin presiones, ya que lo que importa es su evolución hacia el terreno de la creación".
Si el año pasado, la artista seleccionada fue Paula Romero, quien desarrolló una pieza-recorrido y un desplegable gráfico pensado por y para el Museo de Bellas Artes, en esta edición la bailarina elegida ha sido Ana Lola Cosín. El resultado de su experiencia lleva por título 'Aquí, en cambio' y parte de una inmersión en el universo Sorolla y en el propio Museo de Bellas Artes.
Ana Lola Cosín ha señalado que, aunque no hubiera coincidido con la efeméride del centenario de la muerte del maestro de la luz, su interés "habría recaído en su obra igualmente, porque lo que más me llama la atención en el Museo son precisamente los pintores del siglo XIX".
La decisión de hacer dos piezas se deriva de la dualidad que caracterizó la trayectoria de Sorolla. "Me apetecía plantear dos trabajos que estuvieran conectados pero que fueran diferentes, del mismo modo que la producción de Sorolla es muy distinta en función de si la obra era por encargo o de 'motu proprio', pues en el segundo caso, en su manera de construir la luz y los trazos rompía con convencionalismos", ha explicado.
Esa condición dual se ha plasmado en dos piezas desarrolladas en dos espacios caracterizados por una ambientación diferente, uno más íntimo y otro mejor alumbrado.
El primer espectáculo unipersonal se ha llamado 'Lo sutil', y se va a representar en la sala dedicada a Sorolla en la colección permanente del centro. Esta pieza, de carácter íntimo, surge de las muchas visitas de Cosín a este edificio, en cuyas estancias, cuaderno en mano, la bailarina fue anotando aquello que le sugerían los cuadros de Joaquín Sorolla sobre la luz, la sombra y los colores.
"Partiendo de estas notas me adentré en todo un universo que partía de mi propia interpretación y percepción, trasladando este imaginario al cuerpo en movimiento", ha explicado Cosín.
'Lo sutil' ha cristalizado en un dúo entre Ana Lola y la proyección en directo de luces y sombras por parte del creador lumínico Lucas García, quien durante el espectáculo manipulará objetos sobre un retroproyector antiguo e irá desarrollando en vivo un juego de claroscuros con el que iluminará el espacio y el cuerpo de la intérprete. El resultado plasma cómo la forma es afectada por la luz.
Para el segundo solo, titulado 'Lo trazado', la coreógrafa pone su atención en otros matices de los cuadros de Sorolla, como la gran variedad de pinceladas que existen en sus obras, con diversas formas, energías y trazos, y en como éstas generan movimiento, traduciéndolas en cualidades de movimiento y en maneras de generarlo.
Cosín concibe el espacio del patio del Embajador Vich del Museo de Bellas Artes como un lienzo en blanco en el que su cuerpo se irá convirtiendo en sucesivos trazos efímeros. A lo largo de la representación, la intérprete transitará por algunas de esta infinidad de pinceladas arropada por una creación sonora compuesta por Diego Flórez desde el propio concepto de traza, haciendo "un viaje por aquellos lugares donde se detiene el tiempo, pero no el movimiento".
La organización de este espectáculo responde al compromiso del festival Dansa València para dinamizar el sector profesional de la danza y las artes del movimiento en la Comunitat Valenciana y contribuir a sostener y expandir la creación contemporánea local.
Así, entre las acciones para hacer posible este objetivo está la de establecer sinergias con diferentes organizaciones y estructuras, en este caso con el Museo de Bellas Artes de València.