El partido de Aitor Esteban preferiría que fueran negociados con los socios de la investidura en lugar de con Ciudadanos.
Menos mal que era “una de los nuestros”. Eso decían los congéneres de partido de Cristina Cifuentes, ahora un juguete roto por errores propios y maniobras ajenas. Las urgencias políticas no le han dejado margen de maniobra. No había salida. Sus “errores” son de ética y estética. No tiene un pase lo del máster regalado. Y lo del vídeo de las cremas es una venganza palaciega que se aprovecha de una debilidad personal.
El futuro de España está en manos del PNV. Estamos pendientes de la orientación de su pulgar. Si lo inclina, no habrá Presupuestos; si lo levanta, Rajoy habrá sobrevivido una vez más. En esta encrucijada histórica estoy a dispuesto a traicionar a todos haciéndome nacionalista vasco si así contribuyo al final de un Gobierno ridículo y mediocre
Las matemáticas como oportunidad política. Al final todo se reduce a los números, a las cuentas. El PNV ha conseguido un acuerdo muy ventajoso para sanear sus dineros autonómicos y así apoyar los números de Rajoy