En 2009, cuando Quico Catalán llegó a la presidencia de Levante UD, el club languidecía en la segunda división, sin más perspectiva que intentar no descender y no arruinarse. Más de una década después, es una referencia por su modelo de gestión y se ha quitado todos los complejos. El futuro es granota

Desde el Ayuntamiento agradecen que ambos equipos estén colaborando para subsanar una "irregularidad" que se producía "como mínimo" desde 2003, además de acusar a los concejales del PP de "repartir pases" para los días de partido