Tarta de lima en Tartulia

¿Tarta de lima? En mi listado imaginario de las 50 tartas más deseadas habría quedado entre el penúltimo y el último puesto. Es uno de los síntomas de hacerse mayor, que no arriesgas, vas a lo seguro, a lo fácil. Y qué error. 

A Ana García Llácer-Bort siempre le ha gustado la cocina y la repostería, pero era algo que tenía como afición. Hasta que llegó la pandemia y decidió tomárselo más en serio. Realizó varios cursos y tuvo el arrojo de dejar atrás 30 años de trayectoria en el mundo jurídico para dedicarse a lo que realmente le gustaba. Así nació Tartulia, una pequeña empresa que elabora tartas a domicilio desde un pequeño obrador en Torrefiel. Ana las elabora, las reparte y busca los clientes, mientras una de sus hijas le echa una mano con la página web y las redes sociales. "Es mucha faena, le dedico muchas horas, pero es algo muy satisfactorio. Cuando alguien me dice lo bueno que está lo que he preparado, aunque me lo hayan dicho mil veces, y ver la cara de disfrute me produce mucha satisfacción", afirma.

La tarta de lima, es junto a la de queso con arándanos y queso con oreo, la que más éxito tiene. En total, Ana elabora 13 tartas diferentes además de otras 5 minitartas. En este caso,  la base de la tarta de lima es de galleta con mantequilla horneada y la crema la elabora con zumo de lima natural, más algún otro ingrediente secreto que prefiere no desvelar. El resultado es una tarta fresca y ligera, con un equilibrio asombroso entre la acidez y el dulzor y una textura cremosa que no empalaga. Yo me retiré después del segundo trozo, pero podrías repetir y repetir. 

Jamás hubiera creído que el cítrico verde que en mi ignorancia culinaria solo asociaba a mojitos y ceviches pudiera vencer al todopoderoso cacao de mi corazón.