VALÈNCIA. Las últimas contrataciones realizadas en Podemos han levantado ampollas en el seno del partido morado. Los chats internos de la formación arden: los mensajes de inscritos pidiendo explicaciones sobre los procedimientos seguidos se amontonan y las respuestas que da la dirección del partido no contentan a quienes las reciben. Las acusaciones de "dedazos" no faltan en una lluvia de mensajes en Telegram -la red social preferida en las filas moradas- que no ha cesado en las últimas horas. Especialmente, provenientes de sectores ligados a los anticapitalistas.
El pasado martes 9 de enero, el Consell de Coordinació de Podem -Ejecutiva del partido- aprobó contratar al exsecretario general de los morados en València Jaime Paulino en el área de secretaría Política que ocupa el senador Ferran Martínez con un objetivo claro: desarrollar argumentario, el talón de Aquiles del partido en los últimos meses y que con el procés independentista catalán les ha pasado factura, tal y como advierten las encuestas.
Junto a él, también se validó la contratación de Carla Monleón en la secretaría de Comunicación del partido de los círculos, que desde este martes se ha incorporado al grupo parlamentario, así como otras cinco personas entre las que se encuentran Rocío Segura y Pau Sanz, que fue uno de los participantes en la manifestación ante la sede de Podemos en la que se pedía la dimisión del anterior líder de Podemos, Antonio Montiel, precisamente, por el proceso de selección de personal de diciembre de 2016.
Las contrataciones comenzaron a filtrarse por los grupos de Telegram y dos días después de aquella reunión de la ejecutiva hubo implicados que trataron de dar explicaciones. El propio Paulino, de hecho, escribía en los chats internos cuál sería su nuevo estatus en Podemos -el 2 de enero expiró su mandato como líder del partido en la capital del Túria- y las condiciones en las que había sido contratado por la formación, aunque todavía el contrato está por firmar.
"La ejecutiva del CCV -Consejo Ciudadano Valenciano, dirección del partido que integran 59 personas procedentes de las distintas candidaturas de la asamblea celebrado en mayo- de esta semana aprobó mi contratación, a propuesta de Ferran Martinez, para trabajar en la Secretaría de Análisis Político de Podem", comenzaba el mensaje. "Quería transmitiros la oferta que he aceptado: un contrato (de obra y servicio) a media jornada de acuerdo a los estándares internos de Podemos (que si no me equivoco suponen unos 790 euros mensuales en 14 pagas o 930 en 12 pagas). Soy consciente de que las contrataciones en el partido han sido objeto de polémica en varias ocasiones, por eso entiendo que me corresponde ser lo más transparente posible. Si tenéis alguna pregunta me encantará poder resolverosla", añadía el exmandatario morado.
Las reacciones fueron inmediatas. Tanto en el chat "Comarques" -el que tiene un mayor número de participantes- como en otros más minoritarios se agolparon los mensajes que pedían aclaraciones y otros que preguntaban por la desaparición de las actas de las reuniones del Consejo Ciudadano Valenciano en la web de Podem. "He estado mirando la web y no encuentro las actas del CCV", cuestionó una inscrita. "Los colgarán en la página de Transparencia en la mayor brevedad; es que la web daba problemas", le respondía un miembro del partido.
Un mensaje que se contrapone, no obstante, a otro previo que razonaba que actualmente en la página web del partido se pueden consultar los acuerdos alcanzados, pero ya no las actas. Un vacío de información que impide consultar el desarrollo e intervenciones que se producen en las reuniones. Aún más, tampoco se puede revisar cómo se producen las votaciones de cada acuerdo adoptado y que, conviene señalar, en una ejecutiva plural están siendo bastante ajustadas. De hecho, estas incorporaciones, la mayoría procedentes del sector afín a Estañ, sirven para incrementar el peso del sector del secretario general en el grupo parlamentario, donde se encuentra con minoría frente a la mayoría 'errejonista'.
Otros inscritos van más allá. Papeles en mano, afean que la formación no haya cumplido con el reglamento organizativo aprobado en mayo de 2017 durante la Asamblea Ciudadana Valenciana -Vistalegre valenciano- de la que Antonio Estañ resultó electo como nuevo Secretario General en la Comunitat.
El documento de Una Marea per Aprofundir el Canvi, la candidatura interna que lideraba Estañ y que se impuso como hoja de ruta por la cual se debía regir la formación morada en el pasado Vistalegre valenciano, contempla en su artículo 19 que las contrataciones de personas "para realizar determinadas tareas o funciones y los asistentes de los cargos públicos electos se realizarán siguiendo los principios generales de Podemos". Así, esta normativa interna define que en el ámbito autonómico la propuesta vendrá motivada por el Consell de Coordinació que proviene del Consejo Ciudadano Valenciano, y añade, que a éste último le corresponde ratificar la decisión. Una condición que de momento no se ha dado, pues el CCV no se ha reunido desde entonces, si bien fuentes oficiales del partido aseguran que cumplirán "en todo momento" con su documento organizativo.
Asimismo, este artículo también contempla que el CCV "elaborará un reglamento que regulará las contrataciones de personas", un documento en el que deberían quedar "definidos" y "clasificados" los "tipos de contrataciones, categorías y tablas salariales, así como los derechos y obligaciones de las partes, garantizando una escala salarial igualitaria". "Este reglamento desarrollará los procesos públicos de selección en los que se tengan en cuenta los principios de igualdad, mérito y capacidad, siendo abiertas a cualquier ciudadano independientemente de su participación o no en Podem", concluye el artículo. Sin embargo, otras fuentes del partido aseguran que este documento no se ha elaborado, ni tampoco se han definido los puestos de trabajo.
Las justificaciones han continuado a lo largo de estos días, y la más socorrida es que algunos de estos se tratan de cargos de confianza -como el que ocupa Sanz, asesor de Estañ- y puestos técnicos -como el que ostentará Paulino-. Un mensaje que se niegan a dar por bueno algunos de los militantes y que aviva aún más la alarma que comenzó a sonar este lunes. "No es cuestión de puestos de confianza o técnicos. Es cuestión de decir y escribir unas cosas que quedan muy bien de cara a la galería -léase el reglamento citado anteriormente y que, a priori, garantizaría la transparencia en las contrataciones y procesos de selección- pero que se hacen con el ánimo de no cumplirlas. Hay más de 600 puestos de trabajo proporcionados por Podemos y de estos más del 95% se han puesto a dedo...", censura un inscrito. "Solo una pregunta, contratar a la gente en base a la confianza ¿va a ser un hecho puntual o el pan nuestro de cada día en el nuevo CCV?", añade otro militante.
Como síntoma de la división existente para acometer estas contrataciones, conviene señalar que en la ejecutiva del CCV del pasado martes no hubo unanimidad en la votación, ya que algunos miembros que decidieron no votar a favor de estas contrataciones. De nuevo, los procesos de selección de personal vuelven a generar polémica en el partido morado. Si el malestar que creó el año anterior las contrataciones en en el área de Cultura y Organización parecía superado después de que la Comisión de Garantías estatal dejara en nada las posibles irregularidades, un nuevo conflicto surge en Podemos; esta vez, con Estañ al frente.