LA MODA QUE LLEGÓ DESDE EL BRONX DE LOS 70'S 

'The get down' inspira las nuevas tendencias de moda

Pantalones acampanados, jeans de cinturas interminables, botines de tacón, vestidos disco de lamé, crop tops, crochet, brillos, trajes de tres piezas, cazadoras bomber y peinados afro de volumen superlativo. La serie “The Get Down” nos devuelve la moda de los 70s en un vagón de metro grafiteado que llega desde el neuyorquino Bronx a ritmo de hip-hop

13/09/2016 - 

“The Get Down” nos traslada a los 70s de la mano de Baz Lurhmann

Una ambientación que consigue trasladarnos a otra época y nos sumerge en ella al instante, escenas que nos hacen soñar, música perfectamente seleccionada, una historia de amor imposible y, por supuesto, un vestuario cuidado hasta el más mínimo detalle. A “The Get Down” no le falta ninguno de los ingredientes que caracterizan las creaciones del cineasta Baz Lurhmann que se estrena en la pequeña pantalla dirigiendo esta serie producida por Netflix.

Avenida Sedwick 150, el Bronx, Nueva York. Bajo el calor sofocante del verano de 1973, las calles de este barrio sin ley arden al ritmo de los vinilos y cassettes que suenan a todo volumen en cada esquina y en las casas donde se reúnen grupos de jóvenes mientras sueñan el plan perfecto para salir de ese agujero sin futuro. No son conscientes de ello, pero están formando parte de un movimiento cultural que está a punto de explotar: el nacimiento de la música hip-hop y el arte urbano.

 

Y entre los responsables de la aparición de esta nueva corriente está la pandilla de amigos interpretada por Shamelick Moore, Justice Smith, Shylan Brooks, TJ Brown y Jaden Smith, hijo de Will Smith y la cara conocida de un reparto de casi desconocidos. 

Es el Nueva York de los 70s, el de la música disco, “Fiebre del sábado noche” y Studio 54, el nacimiento del glam, el rock de los Ramones, el comienzo del arte urbano y los primeros punks, entre otras muchas cosas. Una década efervescente para los movimientos culturales que recorren la ciudad de un barrio a otro. Para recrear esa época y, concretamente, el Bronx, Netflix ha tirado la casa por la ventana invirtiendo en la producción de la serie un presupuesto de 107 millones -superando el inicial de 80 millones- y fichando a Baz Luhrmann como director y a su mujer, Catherine Martin como directora de vestuario. 

La apuesta era arriesgada pero ha merecido la pena, “The Get Down” es la serie de Netflix -junto con “The Stranger Things”-, de la que todo el mundo habla y continuará haciéndolo ya que la segunda temporada se estrena a principios de 2017. 

 

El vestuario que llegó del Bronx

La diseñadora de vestuario Catherine Martin, ganadora de dos Oscars a Mejor Vestuario - “Moulin Rouge”, “El gran Gatsby”- ha sido la responsable de la selección de cada una de las prendas y complementos que llevan los protagonistas y también extras de “The Get Down”, la friolera de un total de 350 actores. Para ello ha contado con la participación de otra conocida diseñadora de vestuario, Jeriana San Juan. 

El vestuario de “The Get Down” es completamente fiel a la época ya que la mayor parte de las prendas proceden de las mejores tiendas de ropa vintage de Nueva York y Los Ángeles. Las imágenes de los fotógrafos Joe Conzo y Jawel Shabazz que capturaron con sus cámaras el Nueva York de aquellos años, revistas de moda y catálogos de grandes almacenes de los 70s, han servido de inspiración para el equipo de vestuario. Además, algunas grandes firmas de moda como Gucci, Halston o Diane Von Furstenberg han colaborado permitiendo el acceso a sus archivos y cediendo algunas prendas originales para el rodaje. 

Shaolin Fantastic, uno de los protagonistas más carismáticos de la serie, no se separa de sus zapatillas Puma rojas  modelo Clyde, uno de los más populares en esos años y que gracias a la serie va camino de volverse a convertir en un éxito de ventas. El equipo de vestuario le pidió a Puma la posibilidad de utilizar un modelo original de los 70s del que solamente disponía de un único par, las mencionadas Clyde rojas, se han usado únicamente para los planos cortos, mientras que en los otros el actor lleva el modelo actual, muy similar al original.

 

Otro ejemplo de la meticulosidad en el diseño del vestuario es el chaleco vaquero que luce Jaden Smith, que interpreta en la serie al grafitero Dizee. Un chaleco vaquero bordado en la parte frontal con botones antiguos de distintos colores y tamaños y pintado a mano por Lady Pink, considerada “la primera mujer del graffitti”. Dizee no se separa de él en ningún capítulo, la única variación es el remate de pelo que añade sobre él de vez en cuando y que en realidad es el cuello de un antiguo abrigo de los 50s. 

La moda que querrás llevar después de ver The Get Down 

La música, la energía y la personalidad de los protagonistas son tan atrayentes que nos invitan a formar parte de la historia y, nada mejor que hacerlo que adaptando algunas de las prendas que aparecen en “The Get Down” a nuestros armarios. Pero no nos confundamos, estos 70s son más disco y hip-hop que hippies y bohemios. Nada que ver con el aire bucólico y un poco cursi de las tendencias de los 70s revisitadas hasta la saciedad,“The Get Down” nos devuelve la versión más atrevida, callejera y sexy de la moda de la década de los 70.

 

Jeans acampanados, cinturas altísimas, faldas a la rodilla y abotonadas en la parte delantera, trajes con chaleco y botines para ellos, estampados de inspiración hindú, tops cortísimos, vestidos de lamé  con aberturas infinitas, zapatos de plataforma con pulsera al tobillo, crochet, camisetas ceñidas, cazadoras bomber con bordados, blusas escotadas de seda y peinado cardado o afro apto solamente para algunos elegidos con pelazo. 

Así es la moda que llega desde el Bronx y que algunas firmas como Gucci, Chloé, Saint Laurent o Sonia Rykiel ha subido ya a las pasarelas. También en su versión más asequible, la tendencia setentera llega a Zara, Mango o Top Shop para darle ritmo a la moda de los próximos meses. 

Para adaptar estas tendencias solamente hay que tomar una única precaución: no llevar nunca más de una de ellas a la vez porque por mucho que nos guste la serie, en cuestiones de vestir nunca es recomendable que la realidad supere a la ficción.