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La Comunidad Valenciana cuenta con uno de los laberintos naturales más grandes de España

Uno de los laberintos naturales más grandes de España está en Valencia

26/09/2022 - 

VALÈNCIA. La palabra "laberinto" viene del griego ‘labyrinthos’ (λαβρινθος), y, según la RAE, se utiliza para definir un lugar "formado artificiosamente por calles y encrucijadas, para confundir a quien se adentre en él, de modo que no pueda acertar con la salida". 

Laberintos en la Antigüedad y en la Edad Media

El primer laberinto del que se tienen constancia fue construido por el faraón Amenembrat III, uno de los soberanos más importantes del Imperio Medio, quien gobernó el actual Egipto entre los años 1860 a.C. y 1814 a.C.

Construido de mármol, Heródoto dijo de este gran laberinto que superaba en belleza a las mismísimas pirámides.

Pero si tenemos que hablar de un laberinto famoso, ese es el de Creta.

Aunque de tamaño menor que el de Amenembrat, en torno a él gira una de las leyendas griegas más populares: la del Minotauro. 

Según la tradición, el laberinto de Creta fue construido por Dédalo, por expreso deseo del rey Minos, y en su interior vivía un monstruo medio-hombre/medio-toro que se alimentaba de carne humana.

Finalmente, el Minotauro fue derrotado por Teseo gracias a la ayuda de Ariadna, pero eso es otra historia...

La leyenda también dice que, tiempo más tarde, las murallas de Troya fueron construidas formando laberintos, a imitación del de Creta, para dificultar la entrada de los enemigos.

Durante siglos, estos laberintos defensivos les valieron a los troyanos la fama de invencibles.

La tradición de los laberintos del mundo clásico se recuperó en la Edad Media, cuando comenzaron a construirse pequeños laberintos con ladrillo o piedra. Su simbología se relacionaba con la peregrinación a Tierra Santa, y recibían el nombre de "Legua de Jerusalén".

Habituales en conventos y monasterios, son famosos los laberintos medievales de las iglesias de Amiens, Chartres y Reims.

Laberintos vegetales

La tradición de los laberintos vegetales es mucho más reciente.

Vinculados al resurgimiento de los jardines en el Renacimiento, la mayoría de ellos se inspiran en los diseños de los jardines de Knots.

A lo largo de los siglos XVI y XVIII se construyeron centenares de laberintos vegetales en toda Europa.

Serán muy famosos los diseñados por los reyes  Guillermo III de Inglaterra y por Luis XIV de Francia para el Palacio de Versalles.

En esta época, los laberintos ya habían perdido su simbolismo religioso, cultural o defensivo, y únicamente se diseñaban para divertimento o para disfrutar del "placer de perderse".

Dentro de los laberintos vegetales modernos, destacamos Longleat House, en Wiltshire (Inglaterra), construido en 1978 con puentes y sin cuadrículas.

Otros laberintos vegetales que puedes visitar en la actualidad son en del municipio francés de Gueret en Creuse, el Laberinto de Barvaux (cerca de Durbuy, en Bélgica), el del parque Artmazia en Massy (Alta Normandía) y el del parque del castillo de Merville (cerca de Toulouse),  y que es el laberinto de boj más grande del mundo.

Ahora, muy cerca de nosotros, encontramos otro de los laberintos vegetales más grandes de Europa. 

¿Quieres saber más cosas sobre él?

El Laberinto del Lago de Anna

El Laberinto del Lago se encuentra en la población valenciana de Anna.

Anna es un municipio situado en la comarca del Canal de Navarrés, a unos 70 kilómetros de Valencia capital.

Es famoso por su entorno natural donde el agua es protagonista, por su Albufera, porque allí se encuentra un palacio conocido como "la Alhambra valenciana" y porque en sus alrededores puedes recorrer muchas rutas de senderismo.

Este gran laberinto está formado por 4.000 cipreses y cuenta con un recorrido de 3 kilómetros. 

Actualmente, es el tercer laberinto natural más grande de España y el primero de esta magnitud en la Comunidad Valenciana, donde solo existe otro lugar comparable: Casa Tápena, a las afueras de Onil, en Alicante.

Según sus creadores, el objetivo de este laberinto vegetal es que "realmente puedas vivir una experiencia única".

No importa tu edad o condición física, ya que el Laberinto del Lago de Anna es accesible para todos (también para personas en silla de ruedas).

El precio de entrada es de 4 € (adultos y niños mayores de 12 años) o 3 € (niños de 4 a 12 años).

Esta nueva atracción turística puede visitarse desde marzo de 2022.

En sus alrededores cuenta con una gran terraza, zona al aire libre con rocódromo, juegos de habilidad, pizarra gigante, areneros y tirolina para niños. 

En su interior podrás pasear, jugar al escondite con amigos o perderte con tu pareja.

El laberinto también tiene aparcamiento propio.

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