Foto: KIKE TABERNERVALÈNCIA. Han servido de bien poco los argumentos esgrimidos por la Conselleria de Sanidad para justificar la falta de licencia del hospital de campaña que levantó en València. A la carta remitida por el departamento de Ana Barceló, la concejalía de Urbanismo responde: no hay excusa, hacía falta permiso municipal para construir las instalaciones temporales en las proximidades de La Fe. Y la Generalitat no lo pidió.
Sanidad remitió esta semana al Ayuntamiento de València una misiva en la que, como publicó este diario, rechazaba regularizar la situación de las instalaciones ubicadas en València sin licencia como le pedía la concejalía de Urbanismo. En la carta, la administración autonómica alegaba que los hospitales de campaña son temporales y que por ello están eximidos de cumplir con la legislación en materia de edificaciones en cuanto a los permisos.
Pero la Conselleria no acaba de convencer a los técnicos municipales. Tanto es así que fuentes del departamento de Urbanismo, que encabeza Sandra Gómez, confirmaron que el consistorio se mantendrá firme en su postura a la hora de contestar a la Generalitat: "Mantenemos el criterio de que sí hace falta licencia pese a lo expuesto" por la Conselleria, señalan dichas fuentes.
Así pues, una vez el Ayuntamiento traslade su negativa a los argumentos de la Conselleria, esta podrá hacer alegaciones y, más tarde, Urbanismo resolverá. En este sentido, uno de los posibles finales de la historia es el desmontaje forzado del hospital de campaña, pues la concejalía ya amenazó a la Conselleria hace más de dos meses con desmantelar las instalaciones si no se regularizaban las obras realizadas sin permiso.
Eso sí, la decisión puede llegar cuando la Conselleria de Justicia, que dirige Gabriela Bravo y es el brazo ejecutor de las obras, ya esté iniciando motu proprio los trabajos de desmontaje, que están previstos para finales de enero a la espera de conocer avance de la situación epidemiológica.
El proyecto del hospital de campaña de la Generalitat Valenciana, visado por el Colegio de Arquitectos en junio de 2020, dejaba claro que la actividad de estas carpas estaba "sometida a régimen de licencia ambiental". Dicho proyecto no se llegó a presentar al Ayuntamiento, según ha reconocido la propia concejalía de Urbanismo ante el Síndic de Greuges, por lo que no se tuvo constancia de él en las oficinas municipales.
Urbanismo abrió una inspección para aclarar si hubo irregularidad alguna 17 meses después de ponerse en marcha el hospital sin licencia. Y el pasado mes de septiembre, las pesquisas municipales confirmaron la falta de permisos y los técnicos no contemplaron en su informe la exención de dichas obligaciones, como alegaba la Conselleria.
Por todo ello, el Ayuntamiento requirió el 28 de octubre a Sanidad regularizar las obras ejecutadas con la "expresa advertencia" de que si no lo hacía en dos meses como máximo se acordarían "las medidas de restauración de la legalidad" necesarias, e incluso, "en su caso, la demolición de las edificaciones realizadas ilegalmente". Ahora la concejalía deberá resolver tras las alegaciones de la administración autonómica.
La amenaza de desmontaje de Urbanismo llegó a finales de octubre. Pero para entonces, Sanidad ya había ordenado la retirada de los tres hospitales de campaña de la Comunitat Valenciana para finales de 2021 y Justicia ya había activado el procedimiento administrativo encaminado a este menester. La fecha fijada -30 de diciembre- se mantuvo conforme pasaban las semanas, pero llegado el momento, se decidió esperar.
El departamento que encabeza Barceló optó por aplazar las operaciones para desmontar y guardar las instalaciones debido al incremento de las hospitalizaciones a causa de la nueva ola de contagios por coronavirus, con cepas de mayor transmisión. Circunstancia que, además, se suma a la limitada duración de la protección por las vacunas para aquellos que fueron los primeros en vacunarse.
En este contexto, Sanidad dio la orden de postergar el desmontaje al menos un mes, hasta finales de enero, a la espera de ver cómo evolucionan los contagios y la gravedad de los mismos en la Comunitat. Así pues, y ante la negativa de la Conselleria a legalizar la falta de licencia, el hospital de campaña de València seguirá en pie sin permisos hasta que la concejalía de Urbanismo tome una decisión o, en su defecto, hasta que Sanidad ordene desmontarlo.
Los hospitales de campaña han sido foco de algunas polémicas. Inicialmente, el coste de sendas instalaciones de Valencia, Alicante y Castellón era de ocho millones incluyendo el equipamiento, si bien posteriormente distintas necesidades de acondicionamiento han elevado el coste a más de 16 millones de euros según cifró en su día la propia empresa adjudicataria, Ingeniería Desarrollos de Alta Tecnología (IDAT), filial de Hispano Vema.
Lo cierto, más allá del coste, es que la utilización de esta infraestructura temporal ha sido secundaria en cuanto a ingreso de enfermos por covid. Entre los tres hospitales de la Comunitat, han albergado poco más de 250 pacientes en total. El Gobierno valenciano, de hecho, siempre se ha vanagloriado de que no haya sido necesario utilizar estos espacios de forma generalizada, pues demuestra que la Comunitat no ha tenido una presión hospitalaria extrema que obligara a trasladar a muchos pacientes a estas instalaciones.
Ahora bien, también es cierto que el hospital de campaña ubicado en las inmediaciones de La Fe hizo muestra de cierta fragilidad cuando un temporal afectó a la capital del Túria en enero de este año. Entonces, la Conselleria de Sanidad se vio obligada a trasladar a los pocos pacientes que había en este enclave -una veintena- debido a que las intensas rachas de viento habían provocado grandes molestias en los hospitales. Previamente, el PP hizo públicos dos informes de prevención de riesgos, según los cuales no se reunían las condiciones adecuadas en materia de cuadros eléctricos o climatización por el frío.
