Foto: KIKE TABERNERVALÈNCIA. El hospital de campaña que se construyó al lado de La Fe para atender a los pacientes derivados de la covid-19 comenzó a funcionar sin licencia de actividad ni de obra. Así lo determina el informe técnico preceptivo derivado de la primera inspección que el Ayuntamiento de València envió hace a penas unas semanas, 17 meses después de que las instalaciones se pusieran en marcha por primera vez. Con todo, el documento pide explícitamente que se subsanen estas carencias y determina que es obligación del promotor solicitar ambas licencias. En el caso de la de obras, en un periodo inferior a los dos meses.
En las conclusiones, el informe detalla que el promotor, en este caso la Generalitat Valenciana, deberá pedir ambos permisos en un único procedimiento conjunto, puesto que para iniciar la actividad solicitada es obligatoria la previa construcción de las carpas. De este modo, el informe que han emitido los técnicos del área de Urbanismo del Ayuntamiento de València no contempla la exención de estas obligaciones ni siquiera teniendo en cuenta que el hospital de campaña se construyó con la intención de hacer frente a una situación de emergencia.
Cabe recordar que la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias (Avsre), dependiente de la conselleria de Justicia que dirige Gabriela Bravo, impulsó la construcción de este hospital para dar una respuesta rápida a las necesidades que pudieran surgir de la crisis provocada por el coronavirus, especialmente ante la posibilidad de que los centros tradicionales pudieran verse saturados. Sin embargo, no solicitó ninguna licencia al consistorio para llevar a cabo la obra.
Y es que, la legislación urbanística contempla que algunas intervenciones pueden quedar exentas de los controles municipales siempre y cuando respondan a situaciones límite. Concretamente , establece que los actos de uso del suelo promovidos por la administración "estarán sujetos a licencia municipal" salvo si es por "razones de urgencia o excepcional interés público declarado por el Consell". En estos casos, la licencia podría ser sustituida por una consulta al Ayuntamiento, que debe mostrar su conformidad o disconformidad.
Un supuesto en el que se podría haber enmarcado la construcción del hospital de campaña, pero al que finalmente se oponen los expertos del área de Urbanismo que dirige Sandra Gómez.
El requerimiento de licencias por parte del Ayuntamiento de València llega justo en el momento en el que la conselleria de Sanidad ha decidido desmontar las carpas por falta de uso. Concretamente, el departamento que encabeza Ana Barceló ha comunicado recientemente al área de Emergencias, dirigida por José María Ángel en el seno de la Conselleria de Justicia, que el próximo 30 de diciembre deberá llevar a cabo el desmantelamiento de las instalaciones.
Según el contrato con la empresa adjudicataria, la Generalitat Valenciana pasará ahora a ser la propietaria del hospital de campaña, para poder disponer de él en caso de que se vuelva a dar otra situación de emergencia. A este respecto, una de las principales incógnitas que quedaron en el aire fue el lugar en el que se guardarían las piezas a la espera de volver a ser útiles. Un problema que, según pudo saber Valencia Plaza, se resolvió finalmente con un almacén de Quart de Poblet dependiente del gobierno autonómico.
Así pues, ahora tan solo queda pendiente realizar el encargo para la dirección facultativa de la obra, si bien también es posible colaborar con la Cruz Roja en las tareas de desmontaje.
Sea como sea, la cuestión es que el hospital de campaña de València nunca ha tenido un uso tan intensivo como el que cabría esperar. De hecho, la Generaliat Valenciana reconoció recientemente en una respuesta parlamentaria al Partido Popular que, durante los 17 meses que ha estado en pie, tan solo ha acogido 81 pacientes en un periodo de tres semanas.
Los ingresos comenzaron a principios de enero, cuando se iniciaba el pico de la tercera ola en la Comunitat Valenciana. Sin embargo, el día 20 de ese mismo mes un vendaval amenazó con levantar las carpas y las 26 personas que estaban siendo atendidas en ese momento tuvieron que ser evacuadas. A partir de entonces, las instalaciones no han vuelto a tener pacientes y se han destinado a tareas secundarias como la realización de pruebas PCR o la vacunación de algunos grupos genéricos como profesores.
Pero lo que el Partido Popular siempre ha visto como "una mala gestión", para el gobierno autonómico es "la mejor noticia". Y es que, tanto desde la conselleria de Sanidad como desde Presidencia han argumentado que lo mejor que podía pasar era no tener que poner nunca en funcionamiento los hospitales de campaña, puesto que eso significa que los centros sanitarios valencianos han sido suficiente para atender a los afectados por la pandemia. Además, también remarcan que el pago incluye la propiedad de las instalaciones, por lo que podrían ser aprovechadas en cualquier momento futuro.
Tras conocer las conclusiones del informe de Urbanismo, el Partido Popular se lanzó a criticar duramente la gestión de la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de València en esta cuestión. El concejal del PP de València Juan Giner Corell calificó como "muy grave esta dejación de funciones del Ayuntamiento y más cuando se trata de una instalación, aunque provisional, que iba a ser un hospital de atención de ciudadanos".
"Como era una nueva chapuza del Gobierno de Puig el hospital no ha llegado a funcionar como tal, pero que sólo a instancias de nuestro grupo se haya ido a revisar la instalación nos parece una falta de sentido común", señaló. Además, criticó haber utilizado "de hospital unas instalaciones sin licencia de actividad ni de obras, es decir sin ser revisadas por técnicos para certificar que cumple todos los requisitos de seguridad”".
