VALÈNCIA. Repsol tendrá más tiempo del previsto inicialmente para retirar las gasolineras del casco histórico de València, sitas en la calle Xàtiva y en la plaza Alfonso el Magnánimo al lado del Parterre. A instancias de la compañía, el Ayuntamiento de València extendió el plazo límite para desmontar las instalaciones, que en principio estaba fijado este verano, y que se extenderá hasta el mes de febrero.
El consistorio alcanzó un acuerdo con la compañía para desmantelar estos puestos. El convenio, suscrito por ambas partes, se aprobó en 2019 para trasladar las dos gasolineras del centro a una parcela de más de 1.000 metros cuadrados en Benimaclet, en el cruce entre la calle Emilio Baró y la Ronda Nord. Así, la empresa debía erigir allí la nueva infraestructura para, más tarde, proceder al desmontaje de las instalaciones del centro.
Huelga recordar que el Ayuntamiento ya tenía la intención de eliminar estas infraestructuras con el anterior gobierno municipal. Entonces, se suscribió un acuerdo con la compañía para trasladarlas a dos parcelas municipales en Tarongers y la avenida Antonio Ferrandis. Algo que no convencía al nuevo gobierno municipal surgido en 2015, que decidió replantear el pacto para hacer esta operación en Benimaclet. De esta manera, se evitaba entregar en forma de concesión suelo público a la compañía de hidrocarburos.
Fue más de un año después de la aprobación del convenio entre administración y la parte privada, en junio de 2020, cuando tras los trámites burocráticos preceptivos, la concejalía de Actividades dio luz verde al permiso de obra de nueva planta y la licencia ambiental para los nuevos surtidores en la Ronda Nord. Permiso que Repsol ostentará durante un período de cinco años prorrogables y sin cambio en las condiciones acordadas con el Ayuntamiento, que entre otras cosas, se comprometió a no modificar el emplazamiento ni la calificación y uso urbanísticos de la nueva parcela, y a no minorar el índice de edificabilidad bruta actualmente vigente en ese sector.
La compañía también obtuvo el permiso correspondiente para iniciar las tareas de desmontaje de las instalaciones céntricas. Y aunque la intención es que estas operaciones se hicieran más pronto que tarde, lo cierto es que se querían llevar a cabo cuando se hubieran finalizado los trabajos de construcción de la nueva estación de surtidores al norte de la ciudad. Cuando se les concedió la licencia de actividad para empezar a funcionar en Benimaclet, sin embargo, el plazo para la retirada de las instalaciones del centro expiraba, según fuentes de la concejalía de Urbanismo.
Así pues, la firma solicitó una prórroga de la licencia de derribo y el Ayuntamiento se la concedió, según explican las mencionadas fuentes, que fijan en seis meses el plazo adicional para llevar a cabo los trabajos. La fecha límite, de esta manera, se traslada al mes de febrero, lo cual no obsta para que la compañía pueda empezar los trabajos cuanto antes, insisten en el departamento de Urbanismo.
Los trabajos consistirán en el desmantelamiento de las casetas, marquesinas y el aparato de aire y agua de manera manual, además de los surtidores y sus arquetas. Estas últimas se desgasificarán y se limpiarán, antes de ser rellenadas con arena limpia con el propósito de que las raíces del ficus histórico que hay detrás puedan ocupar este espacio. Y lo mismo ocurrirá con las tuberías y los tanques que hay enterrados.
Huelga recordar que uno de los motivos por los que se quería acometer la retirada de la infraestructuras del Parterre es la cercanía de los surtidores del simbólico e histórico ficus, cuya salud corría serio peligro por estar sus raíces en contacto con los depósitos de la gasolinera. Estos, finalmente no se podrán extraer, si bien se vaciarán y rellenarán con arena después de que la comisión de Patrimonio municipal advirtiera de ello.
La zona de pavimento de adoquines, que actualmente se emplea para la ubicación de los vehículos que desean repostar en los surtidores se reconfigurará. Así, se dejará una zona verde con vegetación rastrera y se extenderá, en el resto, una capa de pavimento flexible para igualar su acabado al resto del suelo existente en la Plaza de Alfonso el Magnánimo. Ahora bien, si en el transcurso de las actuaciones se hallaran restos arqueológicos, las obras deberán paralizarse el tiempo preciso para acometer las indagaciones complementarias o para el examen y extracción de las muestras necesarias.
Este fin de semana precisamente el PP de València anunció la presentación de una moción para solicitar que se inicie cuanto antes el desmontaje de los surtidores del casco histórico. El concejal popular Carlos Mundina defendió la "necesidad" de liberar ambos espacios de unos elementos que "ya no están operativos y cuya licencia para el desmontaje fue concedida hace más de un año". En esta línea, indicó que la presencia de estas instalaciones en Ciutat Vella "no tiene sentido ahora, menos aún cuando la nueva gasolinera en el sector de Benimaclet a la que se ha trasladado la estación de servicio ya está abierta".
"Queremos que se requiera al titular de las instalaciones de suministro de combustible para que proceda a su desmantelamiento a la mayor brevedad posible", dijo Mundina, quien además propuso, cuando acaben los trabajos de retirada, destinar una partida en el presupuesto municipal de 2022 para la reurbanización y reverdecimiento de ambos entornos.