VALÈNCIA. El boom turístico de la ciudad de València es un hecho que no sólo se refleja en la creciente cifra de visitantes sino también en la cantidad de proyectos hoteleros y de apartamentos turísticos que proliferan en la ciudad. El sector, que ha crecido imparable en las últimas décadas, se ha disparado en la ciudad tras la pandemia y, como explicaba este diario recientemente, cuenta ya con más de 21.000 plazas hoteleras, a las que se suman las viviendas turísticas y otros modelos alojativos. En ese sentido, el Ayuntamiento de València sigue tramitado nuevas licencias hoteleras y de apartamentos.
De hecho, en lo que llevamos de año, el consistorio ha concedido una veintena de permisos bien para construir nuevos hoteles o edificios de apartamentos turísticos, bien para reformar locales ya existentes para reconvertirlos al uso turístico. Se trata de licencias solicitadas años atrás que, tras el visto bueno de los técnicos municipales respecto al cumplimiento de la normativa, han obtenido la licencia de obras y ambiental por parte de la concejalía de Urbanismo.
En concreto, el departamento que encabeza Juan Giner ha otorgado siete licencias para la implantación de nuevos hoteles en la ciudad. La última, sin ir más lejos, hace una semana y media para la rehabilitación y ampliación del Palau dels Eixarchs, situado en pleno centro de València, de cara a convertirlo en un complejo hotelero con un hotel de 80 habitaciones y otro edificio anexo de 25 apartamentos turísticos. Esta licencia complementa a la otorgada en enero y que permitió a la compañía promotora empezar la primera fase de las obras ya en el mes de abril.
También en enero, dio luz verde a la construcción de dos edificios de uso hotelero con 71 habitaciones en el centro histórico, en un solar baldío de las calles de Guillem de Castro, Bany y Guillen Sorolla. Y poco después, otorgó el permiso para un nuevo hotel de 42 habitaciones en las proximidades de la plaza del Ayuntamiento, en el paseo de Russafa, así como la licencia para intervenir en un edificio y convertirlo al uso hotelero con 25 habitaciones en la calle Purísima, también en la almendra central.
Otro permiso reseñable ha sido el que ha dado este mismo mes para la construcción del Hotel Marriot en la plaza del Ayuntamiento, en el antiguo edificio de Telefónica, que contará con 52 habitaciones distribuidas en seis plantas. Al que se sumarían otros dos: uno en la calle Joaquín Ballester, con 124 habitaciones, y otro en la calle Alabau y Arce, con 72 habitaciones que se sumarán a la oferta alojativa de la capital del Túria.
En cuanto a los apartamentos turísticos, el Ayuntamiento ha dado el visto bueno a la construcción de cinco bloques completos, tres de ellos en el barrio marítimo del Cabanyal-Canyamelar. Allí, Urbanismo concedió a principios de año el permiso para erigir un bloque de cinco apartamentos en la calle Progreso y otro de ocho en la calle Mariá Cuber. A los que se suma un macrocomplejo de 'coliving' con gimnasio, coworking y cafetería en la calle Arquitecto Alfaro impulsado por la compañía Kategora, que ya recibió el visto bueno municipal el año pasado para 316 habitaciones pero que ha modificado y ampliado el proyecto hasta las 428 y ha obtenido este mayo la segunda autorización.
Fuera de la zona marítima, el Ayuntamiento de València ha aprobado este año la construcción de otro edificio de nueva planta con 9 apartamentos turísticos en la calle del Botànic, cerca del casco histórico. Así como ha dado luz verde a otro bloque con actividad de aparthotel en la calle Goya, en el barrio de l'Olivereta.
Además de estas operaciones, el consistorio ha tramitado licencias de cambio de uso, la mayor parte para convertir bajos al uso de vivienda turística. Así, el departamento de Urbanismo ha dado luz verde a este tipo de proyectos en la Plaza de Calabuig (Cabanyal), las calles Joan Verdeguer (El Grau), Los Leones (Ayora), Pere Montsoriu (Beteró), Aben Amir (En Corts) y Gabriel Miró (dos bajos, La Petxina), así como en una vivienda en José Ballester Gozalvo (el paseo marítimo de la Malvarrosa). Cabe recordar a este respecto que la normativa aprobada por el anterior ejecutivo local, dirigido por Compromís y PSPV, restringía por lo general la ubicación de los apartamentos turísticos a los bajos y primeras plantas.
El Ayuntamiento de València aprobó por unanimidad en el pleno de mayo a propuesta de la concejalía de Urbanismo una moratoria de licencias hoteleras y a apartamentos en casi toda la ciudad. Un veto temporal a la espera de cambiar el Plan General que paraliza la concesión de nuevos permisos y los que se presentaron en el período de dos meses antes de la aprobación de la medida. En ese sentido, al ser la concesión de la licencia un acto reglado, todos los permisos solicitados con anterioridad tendrán derecho a ser aprobados si cumplen con la normativa.
En ese sentido, y tal como se refleja en la comunicación institucional del Ayuntamiento, el gobierno local de PP y Vox ve en el otorgamiento de permisos hoteleros -no así de apartamentos turísticos, que no se publicitan- una muestra de que el departamento de Licencias está desatascando grandes proyectos. Si bien a ojos de la oposición se ve como una decisión política encaminada a un cambio de modelo turístico.
Sobre este asunto, el portavoz del grupo socialista, Borja Sanjuán, criticó que la alcaldesa, María José Catalá, tuviera "parada un año la moratoria para apartamentos turísticos" que, sostienen los socialistas, estaba preparada cuando se produjeron las elecciones municipales. De este modo, según Sanjuán, "ha dilapidado en menos de un año el modelo de desarrollo económico basado en la innovación que pusieron en marcha los socialistas para recuperar el modelo de Zaplana basado en el turismo masivo y sin medida, disparando los apartamentos turísticos ilegales y los hoteles".
En ese sentido, aseguró que "València ha iniciado un retroceso en las oportunidades de la ciudad para generar empleo sostenible y de calidad" y que el "modelo de desarrollismo turístico que promueve el PP" está "detrás del aumento del precio de la vivienda y del alquiler". A lo que añadió que el gobierno municipal "sigue oponiéndose a aplicar más medidas como aplicar la ley de vivienda para frenar la subida del alquiler o anular las licencias de todos los apartamentos turísticos".