Puede parecer que sea algo revolucionario, incluso subversivo esa lucha de David contra Goliat, pero lo cierto es que la compra a granel no es más que la forma en que nuestros abuelos y nuestros padres hacían la compra antes de que las grandes superficies arrasaran con el pequeño comercio. Antes de las prisas y estos horarios endemoniados que no nos dejan respirar, ir a un colmado y llevarte una bolsita de azúcar, lo justo de garbanzos para el cocido y una medida de café era lo normal.
Afortunadamente, todo vuelve y cada vez son más las personas concienciadas con que es necesario hacer algo para intentar minimizar la huella del ser humano por el planeta tierra. Una de las herramientas más poderosas para actuar es a través del consumo. Hay mil razones por las que comprar a granel. Evitar los residuos, comprar a pequeños productores o saber qué es y de donde viene lo que nos llevamos a la boca. Comprar a granel sigue siendo algo minoritario, pero cada vez son más las tiendas que abren en Valencia. La última, en el barrio de Nazaret.
Hablamos con dos de ellas. La primera es Granel Valencia, una pequeña tienda muy cerca de la finca roja, que lleva desafiando al supermercado que tiene dos bajos más allá desde hace cuatro años. Su propietaria, Amparo Sorolla, estudió ciencias ambientales, y el tema de la alimentación y el consumo responsable siempre le habían interesado, hasta que dio el paso y decidió poner en práctica lo que su conciencia le dictaba. Hoy es una tienda consolidada que cuenta con más de 300 referencias. "Aquí se combina el reducir los residuos, con la compra de productos de calidad, de proximidad y pagar un precio justo al productor. El consumidor puede comprar solo lo que necesita y así permitirse una dieta más variada", explica.