VALÈNCIA. Este miércoles se cumple un año de la devastadora dana que golpeó Catarroja y que causó la pérdida de 25 personas en el municipio. La alcaldesa Lorena Silvent ha querido dar un comunicado en el que hace balance de la situación y de las medidas que el Ayuntamiento está adoptando para reconstruir el municipio con seguridad y resiliencia.
“La noche del 29 de octubre de 2024 será siempre recordada como la más dura que hemos vivido”, ha afirmado en su nota a los medios. “Yo misma la pasé en el Ayuntamiento con más de 200 personas. Se formaron cadenas humanas con la Policía Local y Protección Civil para salvar vidas, mientras muchos vecinos ayudaban desde los balcones de sus casas”.
Al igual que muchos otros ayuntamientos afectados por la catástrofe, en Catarroja tampoco recibieron ningún tipo de aviso sobre el posible desbordamiento de la rambla del Poyo, que pasa de lleno por este municipio: “Nadie nos había avisado del desastre y los ayuntamientos no disponíamos ni de margen de acción ni de los medios necesarios”.
Desde entonces, desde el Ayuntamiento ha desplegado un conjunto de medidas que combinan prevención inmediata y planificación estratégica: modernización del sistema de alcantarillado, instalación de cámaras en el barranco y sensores en los túneles, sirenas y altavoces de alerta y, sobre todo, formación de la ciudadanía para que sepa cómo actuar ante emergencias.

- Imagen aérea de Catarroja tras la Dana. -
- Foto: AYUNTAMIENTO DE CATARROJA
Limpieza del alcantarillado
De hecho, el Ayuntamiento de Catarroja fue uno de los primeros en poner en marcha la limpieza del alcantarillado. Esta ha sido en los últimos meses una de las mayores preocupaciones de la población por la posibilidad de que se pudiera obstruir ante fuertes episodios de lluvias tras quedar barro en su interior.
Los equipos municipales trabajan ahora en la renovación del alcantarillado en los puntos más críticos: “hemos terminado la primera intervención en los puntos más conflictivos y estamos trabajando en la segunda fase”, explica. Esta actuación supone una inversión de 1 millón de euros de fondos propios, a la espera de la subvención del Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco).

- Varias personas retiran barro con cepillos en una alcantarilla de Alfafar. -
- Foto: MATIAS CHIOFALO/EP
“Esto es territorio comanche”
En una visita que Valencia Plaza realizó a Catarroja con el entonces concejal de Urbanismo, Martí Raga, este aseguraba que durante los últimos años, Catarroja invirtió muchos recursos en esta materia para adaptar sus calles a los peatones y crear más zonas verdes.
Es el caso de la calle Chapa, que concluyó las obras de reurbanización el día antes de la Dana. “Llevábamos meses con la calle llena de polvo por las obras y ahora nos viene la Dana” comentaba una vecina de esta calle, “esto es territorio comanche”. La riada dejó una "imagen diabólica" un día después de acabar con las obras.
A día de hoy, se avanza también en la vía pública con reposición de señalización, reparación de aceras y alumbrado, y obras en calles como Alicante y Av. Rambleta, además de actuaciones en puntos críticos como el barranquito de Pelayo.

- Imágen aérea del mercado municipal de Catarroja -
- Foto: AYTO DE CATARROJA
Espacios aún sin rehabilitar
En cuanto a instalaciones públicas, se han recuperado espacios deportivos como el Mundial 82, el pabellón municipal y el polideportivo, además de parques y la Casa de Cultura. El cementerio fue el primero en abrir tras invertir 450.000 euros en actuaciones de emergencia y ampliación.
Sin embargo, algunos espacios continúan gravemente dañados y sin fecha de reapertura: el TAC (valorado en 9 millones de euros), la piscina cubierta y la EPA. El IES Berenguer Dalmau está en proceso de demolición por parte de la Generalitat, y el alumnado está reubicado en aulas prefabricadas.
Garajes y ascensores
En Catarroja hubo alrededor de 170 aparcamientos afectados por la Dana y no todos están funcionando actualmente. Según explicó a los 107 días de la catástrofe el concejal de Urbanismo, “por una parte está el daño evidente causado por la barrancada, y por otra el nivel freático es tan alto que los garajes se vuelven a inundar”, por lo que las tareas de adaptación se complican mucho más.
Los ascensores también son una necesidad prioritaria en las comunidades de vecinos de la localidad. Actualmente son muy pocos los que están funcionando en Catarroja porque la demanda de reparaciones es muy alta y las empresas encargadas de esta tarea no tienen capacidad para abordar tal cantidad de ascensores.

- Un ascensor dañado por la Dana en Catarroja. -
- Foto: MARGA FERRER
La politización de la reconstrucción
La alcaldesa ha hecho un llamamiento a la unidad más allá de los colores políticos: “El cambio climático es una realidad que ya nos afecta. Necesitamos un pacto de Estado, un compromiso común que supere la polarización y priorice la humanidad y la seguridad de las personas. Las emergencias no entienden de siglas; la respuesta debe ser colectiva y coordinada”.
Y es precisamente la falta de coordinación a lo que los alcaldes de los municipios afectados achacan la lentitud de la reconstrucción. Muchos de ellos considera que una coordinación efectiva entre la Generalitat Valenciana y el Gobierno de España hubiera facilitado las tareas de reconstrucción. Así lo decía el alcalde de Paiporta, Vicent Císcar, en una entrevista reciente con Valencia Plaza: “Los primeros días post-Dana había coordinación, después cada administración empezó a contar su versión”.

- La alcaldesa de Catarroja, Lorena Silvent, junto al president de la Generalitat, Carlos Mazón -
- Foto: GVA
Catarroja avanza en la reconstrucción
Un año después de las inundaciones, Catarroja trabaja en la recuperación del municipio. “Fue uno de los municipios más afectados por la Dana, tanto a nivel urbano como económico y social. Perdimos 25 vidas, y esto no es fácil de superar. Hemos avanzado mucho, pero aún no estamos en la normalidad. La vida no es sencilla en Catarroja: no tenemos un día a día convencional y la reconstrucción será a largo plazo”, explica la alcaldesa en su comunicado.
El Ayuntamiento ha impulsado medidas de prevención: sistemas de alerta, sirenas, megafonía, drones, bandos y actuaciones policiales. “La principal lección que nos dejó la Dana es que la prevención salva vidas”, ha subrayado Silvent.