VALÈNCIA. La política municipal de San Antonio de Benagéber vuelve a dar un giro inesperado. La dirección provincial de Vox ha expulsado a la concejal, María José Esteve, por haber suscrito, junto con cuatro ediles de Agrupación Independiente de San Antonio de Benagéber (AISAB) y dos del Partido Popular (PP), la moción de censura contra la alcaldesa, Eva María Tejedor Marí.

Según explica el partido en un comunicado, la edil, que ostenta el área de Fiestas, "actuó al margen" de su portavoz, Salvador Barberá, y sin el aval de los órganos del partido, lo que constituye una "ruptura de la disciplina y la lealtad institucional". De esta forma, Vox Valencia anuncia la apertura de un expediente disciplinario que suspende a Esteve de militancia e impide que represente al partido mientras dure el procedimiento.

Sin embargo, la medida no afecta a su condición de concejal: el acta es personal e intransferible, por lo que Esteve mantiene todos sus derechos en el pleno. Este detalle convierte su voto en el eje de la crisis, porque la moción impulsada por Enrique Santafosta, que hoy encabeza el PP en la localidad y figura como concejal no adscrito, salió del registro con las siete firmas necesarias para alcanzar la mayoría absoluta en una corporación de trece ediles.

A los cuatro concejales de AISAB, se sumaron el propio Santafosta, Enrique Celda -también no adscrito y vinculado al PP- y Esteve, entonces representante de Vox. Del otro lado, la alcaldesa contaba con el respaldo de sus dos aliados de Guanyem SAB y del portavoz de Vox, Salvador Barberá, lo que configura un bloque de cuatro votos en contra. La expulsión de Esteve no altera esa aritmética, ya que el pleno sigue teniendo trece concejales y la mayoría absoluta continúa fijada en siete.

La moción de censura, en la cuerda floja

No obstante, sí cambia la naturaleza del equilibrio. Si la edil sancionada mantiene su compromiso con la moción, los promotores conservarán los siete votos que les garantizan el relevo en la alcaldía. En cambio, si decide abstenerse o alinearse con su partido, la suma se quedaría en seis, un número insuficiente para que prospere la operación. Por tanto, la viabilidad de la moción depende de la voluntad de Esteve en el momento de la votación, lo que deja la iniciativa en el aire.

Con la expulsión de la concejal, Vox Valencia busca mostrar "firmeza y disciplina" frente a lo que califica como "alianzas oportunistas". Conviene recordar que San Antonio de Benagéber vive una legislatura marcada por la inestabilidad. En 2023, Santafosta fue el candidato más votado con un 34% de los apoyos y cinco concejales, pero un pacto entre el resto de fuerzas impidió que alcanzara la alcaldía, que finalmente recayó en Eva María Tejedor Marí, entonces vinculada a UCIN y hoy no adscrita. 

Desde entonces, el consistorio ha encadenado tensiones y reconfiguraciones en el equipo de gobierno que han desembocado en la actual moción de censura. El desenlace es incierto y se resolverá en un pleno extraordinario previsto para el próximo 24 de septiembre. La iniciativa que lidera Santafosta sigue siendo matemáticamente posible, pero queda a expensas de un solo voto: el de una concejal que ya no representa a Vox y que tiene en sus manos la llave del futuro político del municipio.