VALÈNCIA. Las grietas en las paredes siguen ahí. También el moho, el lodo incrustado en los garajes y la sensación de que el tiempo se ha detenido. Casi cuatro meses después de la Dana del 29 de octubre, en los municipios de Aldaia, Alaquàs y Torrent la reconstrucción sigue pendiente. Cansados de esperar, los vecinos han decidido organizarse. Este sábado, se constituirá en Aldaia el primer Comité Local de Emergencia y Reconstrucción, un modelo que ya ha sido replicado en otras zonas de l'Horta Sud afectadas por la riada, como Massanassa, o las pedanías de La Torre-Faitanar, Castellar-Oliveral y Forn d'Alcedo.
Sin embargo, en este caso, el objetivo no es solo delimitar las líneas de actuación del comité en Aldaia, sino también establecer un punto de partida para una coordinación intermunicipal con los pueblos vecinos de Alaquàs y Torrent. Tras la barrancada, la situación continúa siendo especialmente crítica en las viviendas cercanas a los barrancos, así como en los bajos de los edificios, donde el agua y el barro han causado estragos en la estructura de los edificios.
En ese sentido, muchos de los residentes se enfrentan a graves problemas de salud derivados de la humedad y el moho que avanzan sin control. La promotora del comité de emergencia en Aldaia, María Jiménez, señala a este diario que "aún hay muchas personas que no han podido regresar a sus casas y dependen de la ayuda de voluntarios y entidades sociales". Además de los daños materiales, los problemas de conectividad entre los municipios dificultan los trabajos de recuperación.
Por ejemplo, el cierre de caminos y puentes ha dejado a muchas zonas, sobre todo en Torrent, "completamente aisladas". Por su parte, en Aldaia y Alaquàs, los vecinos llevan "meses" a la espera de una evaluación oficial de los daños en sus viviendas, lo que ha generado "frustración" y un profundo sentimiento de abandono. Al respecto, Jiménez lamenta que "la falta de respuestas retrasa todo el proceso de recuperación y genera un malestar generalizado entre los afectados".

- Torrent refuerza con una escollera la ladera del barranco del Poyo- Foto: AYUNTAMIENTO DE TORRENT
Un modelo de acción eficiente
Frente a lo que los vecinos tildan de "inacción institucional", han decidido organizarse para gestionar la emergencia de una manera mucho más directa que desde las administraciones. "No podemos esperar a que nos den soluciones; necesitamos crear espacios donde podamos compartir nuestras problemáticas y encontrar soluciones colectivas", afirma Jiménez.
Así, los comités de emergencia no solo se presentan como una opción para coordinar los recursos disponibles, sino también para aglutinar las demandas de los ciudadanos, estructurarlas y presentar propuestas concretas tanto a las administraciones como a las entidades implicadas en la reconstrucción de la emergencia. De hecho, Jiménez considera "fundamental" que los afectados tengan voz durante todo este proceso.
"Si no se nos escucha, las soluciones nunca serán adecuadas", destaca la promotora del comité y, al mismo tiempo, recuerda que la reconstrucción no puede ser un proceso impuesto "desde arriba", sino uno en el que los propios ciudadanos puedan implicarse. Con todo ello, Aldaia acogerá este sábado una asamblea abierta en la que cualquier persona interesada podrá participar, ya sean afectados, voluntarios o simplemente ciudadanos comprometidos con la recuperación del municipio tras la Dana.

- Daños de la Dana en Aldaia- Foto: KIKE TABERNER
En este encuentro se recogerán las problemáticas de cada localidad, se estructurarán las demandas y se sentarán las bases de cada comité, que operará bajo un modelo asambleático y participativo. "El objetivo es reconstruir nuestros municipios de una manera ética, segura y democrática", concluye Jiménez.
La voluntad de los vecinos es clara: reconstruir no solo las viviendas, sino también la comunidad. Con la participación activa de la ciudadanía, con un modelo de organización inclusivo y colaborativo, la recuperación de Aldaia, Alaquàs y Torrent se perfila como un proceso en el que todos tienen un papel crucial. Solo mediante este esfuerzo conjunto se podrá superar la tragedia y asegurar que los municipios vuelvan a ser, no solo hogares reconstruidos, sino espacios de convivencia renovados, más fuertes y más resilientes.