VALÈNCIA. La semana que concluye no ha sido la más afortunada para la alcaldesa de València, María José Catalá. La primera edil y referente del PPCV ha sufrido algunos traspiés, curiosamente, en una de sus especialidades como dirigente política: la imagen pública y la comunicación ante los medios. Un aspecto este que siempre ha preocupado a Catalá, por lo que se siempre ha tratado de rodearse de profesionales destacados en este ámbito.
Sin embargo, a lo largo de estos días la responsable municipal ha tropezado en más de una ocasión en su estrategia comunicativa o, directamente, a la hora de transmitir los mensajes deseados.
Un ejemplo de ello ocurrió este jueves en el programa de Onda Cero dirigido por Carlos Alsina, donde el periodista le preguntó si consideraba que el franquismo "aportó algo" al coincidir la visita de la alcaldesa con el 50 aniversario de la muerte del dictador. "Creo que es una etapa de nuestra historia que tiene sus lados positivos, sus lados negativos", comentó Catalá.
Cuando el entrevistador inquirió a Catalá por si hubiera preferido que el régimen franquista no existiera, la alcaldesa manifestó: "Yo respeto todas las etapas de nuestro país". Alsina preguntó a la alcaldesa sobre "algún elemento positivo" de la etapa franquista: "Creo que se hicieron infraestructuras necesarias para nuestro país, que han dado sus frutos, que han sido amortizadas oportunamente, infraestructuras de carácter hidráulico, por ejemplo, unas que venimos reivindicando en Valencia desde hace un año y que no llegan y que nadie piensa en el Gobierno de España... ese tipo de cuestiones me parecen positivas para la historia de nuestro país, sobre todo la parte de las infraestructuras", comentó Catalá, para concluir: "Evidentemente, pues no tener un proceso, un sistema democrático que reconociera las libertades de los españoles, pues no me parece lo más interesante de esa etapa".
Unas palabras que la alcaldesa matizó posteriormente al ser preguntada, tras la presentación de un libro en el Ayuntamiento: "Fue una etapa negra de nuestro país, y que merece superarse y mirar hacia adelante, teniendo muy claro lo que fue, condenando lo que fue, pero a mí me preocupa hoy en el día de hoy mucho lo que le pase a la ciudad", explicó, para puntualizar que en la entrevista en Onda Cero había dicho "una obviedad", puesto que el franquismo fue "una etapa histórica" de España donde "los derechos y las libertades no se respetaron". De esta manera, Catalá se mostraba mucho más clara y contundente en sus afirmaciones de lo que había sido minutos antes en la entrevista con Alsina, donde en varias ocasiones el periodista le instó a una posición más firme contra la dictadura que la alcaldesa, que gobierna con Vox en el consistorio, pareció querer evitar.
Este no ha sido el único tropiezo comunicativo de la semana por parte de Catalá. El miércoles, a preguntas de los periodistas sobre si prefería "un congreso o una gestora" para resolver la situación del PPCV respondió: "Yo apuesto claramente por una gestora. Es lo que ha dicho el Partido Popular a nivel nacional, es lo que va a pasar y creo que, además, es una decisión muy acertada". Una afirmación que habría sido un lapsus fruto del enfoque de la pregunta, dado que en la formación popular existe una fórmula para acometer el relevo del presidente, en este caso Carlos Mazón, mediante propuesta del comité ejecutivo sin la necesidad de la imposición de una comisión gestora, que supone cesar a todo el organigrama del partido. De hecho, horas después de esta declaración, fuentes del partido a través de Europa Press señalaron que la dirección nacional no contempla aprobar una gestora sino que apostaba por el mencionado proceso de la propuesta a través del comité.
Una cuestión sobre la que, preguntada de nuevo este juevas, también volvió a matizar, para señalar que apostaba por "una transición tranquila" mediante "la fórmula que sea, bien sea una gestora, bien sea una transición dentro de la estructura orgánica", si bien recalcó que no consideraba que fuera "óptimo" la celebración de un congreso del partido ni para "hablar de nosotros mismos de nuevo".
A ello hay que unir el episodio, en cierto modo extravagante, del encuentro celebrado el miércoles en el consistorio entre la alcaldesa y el aspirante de su partido a presidir la Generalitat, Juanfran Pérez Llorca. Una cita que, tal y como informó este diario, se produjo sin convocatoria a los medios y tampoco sin una fotografía entre ambos; una circunstancia más bien curiosa al tratarse de una reunión en los dos principales referentes del PPCV y donde, además, Catalá iba a rubricar con su firma el respaldo a Pérez Llorca para registrar en Les Corts su candidatura para sustituir a Mazón al frente del Consell.
Se desconoce si el objetivo final era informar o no de forma oficial sobre la cita, que trascendió gracias a la Cadena Ser, pero la manera de presentarla resultó extraña, especialmente cuando en los últimos meses la sintonía entre Catalá y Mazón y su entorno, del que formaba parte Pérez Llorca, no ha sido la mejor. Así, aunque finalmente ambos dirigentes intercambiaron halagos mutuos, la estrategia de comunicación no pareció la más acertada si realmente se pretendía 'vender' un avance y mejoría en la relación entre ambos dirigentes.