VALÈNCIA. Los Presupuestos de la Generalitat Valenciana del próximo ejercicio no se presentarán en tiempo y forma. Este viernes concluye el límite establecido por el Estatuto de Autonomía (artículo 76.4) y la Ley de Hacienda Pública, que indica que el proyecto de las cuentas autonómicas deberá remitirse a Les Corts antes del 1 de noviembre para su tramitación parlamentaria.

El Consell no tiene previsto cumplir con este plazo, lo que podría provocar un escenario de prórroga presupuestaria. 

Una situación que parecía improbable hace apenas unos días, pues varios dirigentes del Consell venían asegurando en las últimas semanas que los departamentos del Gobierno valenciano estaban trabajando en la elaboración de los nuevos Presupuestos con la vista puesta a su presentación dentro del plazo legal. De hecho, fuentes de la Conselleria de Hacienda y Economía confirmaban a comienzos de esta semana que el proyecto estaba listo para una posible presentación.

A ello se suman las diferentes concesiones del PP a Vox en las últimas semanas en cuestiones como la reforma del Reglamento de Les Corts o la petición al Consell de que diferencie entre españoles y migrantes en ciertas estadísticas, lo que apuntaba a ser la antesala de un preacuerdo entre ambas formaciones de cara a la convalidación de las cuentas en el Parlamento autonómico. 

La sintonía exhibida entre populares y voxistas durante varias semanas, no obstante, dejó de verse este mismo lunes, cuando la formación que encabeza Santiago Abascal presentó una proposición no de ley (PNL) sobre los cribados de varios tipos de cáncer tras considerar "muy graves" los problemas con las mamografías. La diputada Ana Vega apuntó tanto al Consell del Botànic como al Partido Popular por, a su juicio, "priorizar otras cuestiones frente a la sanidad pública", y reclamó una "auditoría exhaustiva" a la Conselleria de Sanidad. 

Un giro en el guion marcado por ambas formaciones que llegó en un momento de especial debilidad para el president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, que, tras una masiva manifestación por su gestión de la Dana, se enfrentaba a una semana de alta tensión, como ya vino informando este periódico. De esta manera, los voxistas trataron de marcar distancia y alejarse del Consell que encabeza Mazón coincidiendo con el primer aniversario tras la catástrofe. Todo ello en una semana en la que esta formación también decidió votar en contra y tumbar por sorpresa la ordenanza de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de la ciudad de València tras una orden dictada por la dirección nacional del partido. 

De hecho, la vicepresidenta primera y portavoz del Consell, Susana Camarero, allanó este martes el terreno para una no presentación de Presupuestos durante esta semana al considerar que "lo deseable" sería que la Generalitat tenga unas nuevas cuentas para el próximo ejercicio, aunque, a su juicio, la Comunitat no se encuentra en la misma situación que el Gobierno de España - cuyas cuentas están prorrogadas desde 2023 - ni de la Junta de Extremadura, cuya presidenta, María Guardiola (PP), ha convocado elecciones autonómicas para el próximo 21 de octubre después de no llegar a un acuerdo con Vox para unos nuevos presupuestos. 

"Nosotros tenemos un presupuesto que se aprobó hace apenas seis meses, que está en vigor y que se está ejecutando", defendió la portavoz del Consell, antes de abrir la puerta a una posible prórroga al remarcar que la Comunitat "tiene unos presupuestos aprobados en junio" y puede "seguir ejecutando" las cuentas actuales. En cualquier caso, aseguró que todas las consellerías están "trabajando para elaborar unos presupuestos", puesto que la "vocación" del Gobierno valenciano es tener unas nuevas cuentas. "Cuando sea pertinente, se presentarán", apostilló.

En todo caso, cabe mencionar, que el Consell puede presentar y remitir a Les Corts los presupuestos fuera del límite legal marcado para ello. En el caso de que Les Corts adaptaran el calendario parlamentario para llevar a cabo toda la tramitación antes de final de año, los Presupuestos podrían obtener luz verde antes del 1 de enero y, por tanto, evitar la prórroga de las cuentas actualmente en vigor. 

Dos años sin presentación en tiempo y forma

Cabe resaltar que será el segundo ejercicio consecutivo en el que las cuentas autonómicas no se presenten dentro del plazo legal. A finales de octubre de 2024 estaba todo preparado para la presentación de unos nuevos presupuestos, pero la catástrofe provocada por la Dana llevó a la prórroga de las cuentas vigentes y la elaboración de unas nuevas atendiendo a las necesidades de la reconstrucción del territorio afectado.

Tras unas arduas negociaciones entre PP y Vox, el Consell presentó el nuevo proyecto a finales del pasado mes de marzo y Les Corts dieron luz verde a unos nuevos presupuestos a finales de mayo, con un plazo de ejecución que termina el próximo 31 de diciembre. La situación este ejercicio, no obstante, es distinta: el Consell cuenta con un proyecto de Presupuestos elaborado que podría ser presentado en cualquier momento, pero decide no hacerlo mientras espera a que sea el momento "pertinente", lo que dificulta los plazos para que Les Corts puedan dar luz verde a unas hipotéticas nuevas cuentas antes de que arranque el próximo ejercicio.

Solo había otro precedente de no presentación de las cuenta por parte del Consell. Fue en octubre de 1989, cuando el Ejecutivo presidido por Joan Lerma no presentó el proyecto de Presupuestos para 1990 al no tener asegurada su aprobación. Se prorrogaron los del año anterio y, finalmente, se aprobaron en mayo, iniciado ya el ejercicio.

Presupuesto Dana, aunque haya prórroga

Por otro lado, cabe recordar que el presupuesto Dana que el Consell prevé tener en 2026 podría salir adelante independientemente de si se aprueban unas nuevas cuentas autonómicas, pues se trata de una línea a parte del presupuesto ordinario que se nutre mediante un préstamo del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) al 0%. 

En cualquier caso, el importe de este préstamo está todavía por determinar, ya que la operación debe ser autorizada por el Gobierno de España, tal y como explicó la consellera de Economía y Hacienda, Ruth Merino, en una entrevista reciente con este periódico. Este mecanismo permite cubrir los gastos derivados de la riada sin incrementar el déficit ordinario, ya que tanto el ingreso -deuda- como el gasto se contabilizan al margen del presupuesto ordinario de la Generalitat. De esta manera, haya o no nuevos Presupuestos, la Generalitat prevé contar en 2026 con una línea con cargo a deuda para gastar en cometidos como la reconstrucción de la zona afectada por la catástrofe o la concesión de ayudas a residentes de los municipios damnificados.