VALÈNCIA (X.A./EP). El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, tendrá el próximo 9 d'Octubre una nueva prueba de fuego en el camino para estabilizar su posición pública con el objetivo de allanar el terreno de cara a repetir como candidato en las próximas elecciones autonómicas.

La trágica Dana acaecida el 29 de octubre del año pasado y que causó 229 víctimas mortales, provocó además una pérdida drástica de popularidad y crédito del jefe del Consell, que desde entonces ha tratado de reconstruir su imagen uniendo su destino al de la recuperación de las zonas afectadas, en la que ha buscado volcarse a lo largo de estos meses. 

Ahora bien, en todo este tiempo también le han acompañado manifestaciones multitudinarias exigiendo su dimisión y otras protestas en distintos actos recriminándole su gestión el día de la catástrofe. De hecho, este tipo de críticas públicas han sido relativamente habituales a lo largo de este tiempo, lo que ha provocado que el propio Mazón haya llegado a acusar a la oposición de orquestarlas.

Con este escenario, el presidente de la Generalitat confirmó públicamente este miércoles que participará en la Procesión Cívica del 9 d'Octubre, una presencia sobre la que habían aparecido ciertas dudas en las últimas semanas. "Sí, sí", respondió Mazón al ser preguntado por esta cuestión concreta, para proclamar su confianza en que "todo el mundo pondrá de su parte" para que esta marcha que recorre las calles del centro de València "sea eso, una procesión cívica".

Ahora bien, no es ningún secreto que preocupa en el seno del Consell y del PPCV en general cómo puede desarrollarse la jornada, algo que verbalizó también este miércoles la propia alcaldesa de València, María José Catalá, al término de la reunión de la Junta Local de Seguridad, en la que también participó la delegada del Gobierno y dirigente socialista, Pilar Bernabé.

Así, Catalá trasladó a Bernabé su "preocupación" por que pueda producirse "una situación especialmente convulsa socialmente" y, por ello, le ha pidió que "extreme las medidas de seguridad" porque "son muchas las personas, las familias, niños, personas mayores que, normalmente, suelen salir a ver la Senyera en las calles de València, y no solo por ellos, que son muchos, también por la Reial Senyera, que pienso que hay que respetarla, debemos intentar que esa celebración se mantenga con absoluta normalidad".

En este sentido, la alcaldesa destacó que desde el consistorio se ha procedido a un incremento del 23% de los efectivos municipales respecto al año pasado para esta cita. Así, el dispositivo municipal, estará formado por un total de 509 efectivos: 446 son policías locales, de los que 286 se dedicarán a los servicios ordinarios y 160 a los servicios operativos, más 63 bomberos y voluntarios de Protección Civil.

Por su parte, la delegada del Gobierno trasladó a la alcaldesa "la disposición total por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado de colaborar y contribuir en una jornada como es tan importante para los valencianos y las valencianas como es la festividad del 9 d'Octubre" y detalló que se contará con un total de 1.800 agentes de la Policía Nacional -300 más que el pasado año- a los que se sumarán los efectivos de la Guardia Civil de Tráfico en los accesos a la ciudad, además de contar con un dispositivo con Unidades de Intervención, agentes de paisano, unidades caninas y medios aéreos.

Preguntada por si, por parte de la Delegación de Gobierno, existía "alguna preocupación" por la asistencia del 'president' de la Generalitat, Carlos Mazón, a la Procesión Cívica, Bernabé se limitó a responder que la institución "no hace recomendaciones sobre las decisiones personales que cada uno tenga que tomar. Esto creo que es una cosa que no hace falta siquiera ponerla encima de la mesa, cada uno toma las decisiones de si va a un sitio o no va a un sitio", zanjó.

El sueño de Mazón por recuperar la normalidad

Una vez superado el debate sobre el estado de la Comunitat Valenciana, el jefe del Consell sigue dando pasos en un otoño con diversas citas complicadas que van a medir la temperatura de su posición y que, más allá de los sondeos, también pueden resultar en cierto modo determinantes de cara a su objetivo de recuperar la suficiente normalidad para postularse de nuevo como candidato.

En este sentido, la Procesión Cívica y, en general, la festividad del 9 d'Octubre será el siguiente reto a afrontar, al que le seguirán otros, como ya informó este diario. Este mismo mes, concretamente el día 29, se cumplirá el primer aniversario de la Dana, para el que hay previsto un funeral de Estado en memoria de las víctimas en la Ciudad de las Artes y las Ciencias que, sin duda, también será un momento delicado para el jefe del Consell.

Esa misma semana, con fecha tope el 31 de octubre según marca la legislación, deberán presentarse los presupuestos de la Generalitat para 2026. Unas cuentas para las que necesitará los apoyos de Vox, lo que abrirá una negociación que apunta a prolongarse semanas o incluso meses y que, de terminar en acuerdo, probablemente obligará a Mazón a realizar nuevas concesiones al partido de Abascal.

Pocos días después de la intensa última semana de octubre, concretamente el 5 de noviembre, tendrá lugar la salida del Gobierno valenciano del vicepresidente segundo del Consell, Francisco José Gan Pampols, y la remodelación del ejecutivo anunciada por Mazón semanas atrás. Un momento que, al menos, puede proporcionar oxígeno al presidente si consigue que esta crisis sea vista como una medida de impulso a la gestión en la segunda mitad de la legislatura.

Sin embargo, en el horizonte todavía se encuentran situaciones difíciles de afrontar, como los avances en el proceso judicial sobre la Dana y las comisiones de investigación pendientes, especialmente la del Congreso, donde aparte de la propia participación de Mazón también pueden surgir nuevos datos o revelaciones que compliquen la posición del presidente.

Es por ello que la Procesión Cívica del próximo 9 d'Octubre puede convertirse en un importante test de estrés para que el jefe del Consell pueda calibrar en qué punto se encuentra en su particular hoja de ruta de estabilizarse como máxima figura institucional de la Comunitat.