VALÈNCIA. El diputado de Compromís adscrito al grupo Sumar en el Congreso e integrante de Iniciativa, Alberto Ibáñez, manifestó este lunes que la exvicepresidenta de la Generalitat Mónica Oltra sería "la mejor" candidata de cara a unos futuros comicios, "particularmente" para disputar la alcaldía de la ciudad de València.

"Sería una magnífica candidata a la alcaldía, a la Generalitat valenciana, en Madrid o donde ella considere", opinó el parlamentario al ser preguntado en una entrevista en À Punt.

La declaración de Ibáñez entronca con diversas reflexiones y situaciones internas que se vienen produciendo en los principales partidos en la Comunitat, tanto en la coalición valenciana como en el PSPV-PSOE o en el PPCV. La mirada atrás con cierta añoranza es el denominador común en sectores de la militancia pero también en algunos cuadros de estas formaciones, lo que también resulta indicativo de la debilidad o falta de confianza que sufren algunos de los actuales liderazgos.

Poniendo el ejemplo de Compromís, tal y como ha venido informando este diario en los últimos meses, uno de los problemas de este partido está siendo la difícil sustitución de varios de sus principales referentes. Los dos ejemplos más claros de esto son la citada Mónica Oltra o el exalcalde de València Joan Ribó.

Así, existen dudas sobre el desempeño del actual portavoz en Les Corts, Joan Baldoví, como cabeza de cartel en 2027. Es cierto que es una cara conocida y, en líneas generales, bien valorada en el partido, pero en la coalición no son pocos los dirigentes que dudan de las posibilidades de un crecimiento importante con esta apuesta. Tampoco en el Cap i Casal las previsiones son mejores: tal y como informó este diario, la actual portavoz, Papi Robles, dista mucho de alcanzar el grado de conocimiento y el músculo electoral del exalcalde Joan Ribó, por lo que algunas voces ya se preguntan por la posibilidad de buscar un 'mirlo blanco' para encabezar la lista mientras en Iniciativa, partido al que pertenece Ibáñez, ya verbalizan su sueño de que Oltra regrese para luchar por la reconquista de la Alcaldía o para otras misiones.

Pero esto no ocurre sólo en Compromís. El PSPV-PSOE atraviesa una crisis que, principalmente, le viene heredada por el desgaste de la marca sufrido por el 'caso Koldo'. No obstante, los socialistas valencianos tienen sus propios problemas, como ha podido comprobarse con la dimisión del comisionado para la Dana, José María Ángel, por un presunto fraude en su currículum académico. Un obstáculo más para la actual secretaria general del partido y ministra, Diana Morant, que en el presente curso político, pese estar marcado por la gestión del Consell de Carlos Mazón (PP) de la Dana, no ha conseguido sobresalir y remontar en las encuestas como una alternativa clara frente al líder popular.

Esto ha provocado el murmullo en las filas socialistas. Ya en su momento algunos criticaron internamente la precipitada salida del expresidente Ximo Puig como líder del PSPV-PSOE y, estas mismas voces, se ratificaron cuando la tragedia de la Dana arrasó la provincia de Valencia. Esta horrible catástrofe, para muchos cargos del partido, sirvió de algún modo para poner en valor la gestión del anterior gobierno presidido por Puig y, más aún, a su juicio el histórico dirigente habría quedado en una posición inmejorable para regresar al Palau de la Generalitat si, en lugar de poner rumbo a París como embajador ante la OCDE, se hubiera mantenido al mando en el PSPV.

Pero no sólo eso. La crisis de la marca socialista, con Pedro Sánchez atravesando sus meses más difíciles con el 'caso Koldo', también ha sembrado el debate sobre un futuro relevo del presidente del Gobierno y líder del PSOE. Es aquí donde algunos dirigentes incluso ven a Puig como una baza de transición para la formación socialista en el ámbito de la política nacional, una posibilidad que, desde el entorno del propio protagonista, rehúyen. Más allá de las reflexiones y elucubraciones que laten en círculos del PSPV, el mero hecho de que se evidencie cierta añoranza en sectores socialistas respecto al expresidente, algo que probablemente también ocurre en parte de simpatizantes y electores, pone de manifiesto las dificultades de crecimiento de los nuevos liderazgos en el partido.

Camps, el ejemplo de nostalgia en el PPCV

Sin duda, también se visibiliza otro caso representativo en la orilla ideológica opuesta. Los sucesivos actos convocados por el expresidente de la Generalitat Francisco Camps, a menudo con una asistencia generosa, exhiben un deseo de regreso a las esencias o, cuando menos, a un tipo de liderazgo diferente en sectores del partido.

El caso de la formación popular es especialmente llamativo, dado que el actual presidente del PPCV, Carlos Mazón, es además jefe del Consell. Esto es un caso en cierta medida excepcional en la política tradicional: rara vez aparece una alternativa manifiesta a un dirigente que se encuentra al frente de la institución. No obstante, las circunstancias especiales que rodean a Camps, que en su día dejó la presidencia de la Generalitat tras haber ganado las elecciones para defenderse en el caso de los trajes, del que saló absuelto, se ha unido a los momentos de dificultad por parte de Mazón, castigado por su gestión el día de la Dana. 

Una confluencia de factores que ha provocado, sino un cisma en el PPCV, una clara separación entre una parte de la vieja guardia que gobernó la Generalitat durante dos décadas, y el líder actual y sus colaboradores. De nuevo, es la nostalgia la que aparece para ver a Camps como futuro del partido, aunque en este caso mucho más palpable que en los ejemplos de Oltra o Puig, dado que el expresidente ya ha avisado de que, si tiene ocasión, se presentará, nada más y nada menos, como aspirante para presidir de nuevo el partido, lo que supondría una crisis en toda regla para la formación de la gaviota en la Comunitat.

Así pues, tanto en el caso de Camps como en los otros mencionados, resulta palpable cómo la situación de varios de los principales partidos en la Comunitat Valenciana ha propiciado que los antiguos referentes, no sólo no caigan en el olvido, sino que por momentos se vean animados para un potencial regreso a la primera línea. Habrá que esperar para ver si alguno cuaja.