VALÈNCIA. El presidente de la Diputación de Valencia y líder provincial del PP, Vicente Mompó, viene atravesando unas semanas intensas y agitadas que han puesto a prueba la solidez de su posición política en la formación popular.
Unas turbulencias que en algunos casos han tenido cierto efecto de desgaste en su figura pero que, en otros, le han apuntalado en clave institucional.
Sin duda, uno de los hechos más destacados de las últimas semanas en relación al dirigente provincial fue la propuesta elevada a Génova para que Mompó fuera tenido en cuenta como próximo líder autonómico del PP y, por ende, como futuro candidato a la Generalitat.
Esta posibilidad, que salió de una reunión de los tres presidentes provinciales del partido y del secretario general, Juanfran Pérez Llorca, y que contó además con el beneplácito de Carlos Mazón, que anunciaría su renuncia pocos días después, causó cierto malestar en la dirección nacional del PP.
El motivo de este disgusto se centraba en la percepción de que se trataba de elevar la presión sobre Génova para orquestar una sucesión a medio plazo que obedecía a los criterios de Mazón, cuando desde la dirección nacional se prefería un relevo inmediato en todo caso con la alcaldesa de València y diputada, María José Catalá, al frente.
En este sentido, cabe recordar que Mompó no puede acceder ahora a la Presidencia de la Generalitat puesto que no es parlamentario en Les Corts, por lo que sólo quedaba la continuidad de Mazón como jefe del Consell y en paralelo iniciar un proceso a aupar a Mompó o, en todo caso, activar al mismo tiempo una sucesión en la que la propuesta para el Palau fuera Pérez Llorca.
Finalmente, esta última fue la opción elegida por Génova, tras constatar que Catalá no quería dejar el Ayuntamiento y tampoco era la mejor opción para atraer a Vox. No obstante, la dirección nacional descartó la propuesta -al menos de momento- de otorgar galones de líder al presidente del PP de Valencia, y para algunos dirigentes del partido, en Madrid se tomó nota de la maniobra con Mompó como estandarte.
Estos convulsos momentos orgánicos han ocurrido, en paralelo, a otras situaciones institucionales que, sin embargo, han beneficiado a Mompó como presidente de la Diputación de Valencia.

- Natàlia Enguix (Ens Uneix) y Vicent Mascarell (PSPV). Foto: VP
Tal y como ha informado este diario, la relación entre Ens Uneix y el PSPV-PSOE ha venido deteriorándose en las últimas semanas. Cabe recordar que Mompó gobierna la corporación gracias a los primeros, un partido con fuerte implantación en la Vall d'Albaida liderado por el exsocialista Jorge Rodríguez, alcalde de Ontinyent.
Con la crisis de la Dana, el PSPV tenía la esperanza de que Ens Uneix pudiera plantearse la posibilidad de apoyar una moción de censura para sacar a Mompó de la presidencia. Sin embargo, lejos de ocurrir esto, estas opciones se han alejado todavía más esta semana con la tensión pública entre ambas formaciones.
Así, Ens Uneix, que ostenta la vicepresidencia de la corporación, ha amenazado públicamente con dejar sin ayudas a Gandia por los ataques políticos y la "mala educación" de un diputado del PSPV; precisamente el secretario de Organización de los socialistas valencianos y concejal en la capital de La Safor, Vicent Mascarell.
Por su parte, desde PSPV criticaron esta reacción al considerarla "un intento intolerable de coartar la libertad de expresión y el derecho a la crítica política". "Ens Uneix intenta silenciar la voz de la oposición y castigar a los municipios por el simple hecho de no someterse a sus exigencias o de expresar una opinión discrepante", señalaron fuentes socialistas en un comunicado, donde acusaron a Ens Uneix de "rozar la prevaricación".
Una tensión que es música para los oídos de Mompó y el PP provincial, dado que el evidente distanciamiento entre las dos formaciones políticas aleja notablemente la posibilidad de una moción de censura a corto y medio plazo, e incluso para lo que queda de legislatura. En este sentido, precisamente esta semana el propio Mompó y su equipo han aprovechado para avanzar en una querella por calumnias contra el mismo Mascarell, por haber acusado al PP meses atrás de ser el "autor intelectual" de unas pintadas en la sede socialista de València.
De esta manera, Mompó refuerza a su socio de gobierno, Ens Uneix, en la batalla contra el PSPV-PSOE por la Diputación de Valencia. Una mejora en la posición institucional para el líder provincial del PP de Valencia, que ayuda a maquillar el freno a sus aspiraciones impuesto por Génova en el plano orgánico.