VALÈNCIA. El ascenso de la derecha el 28M pasó como un tsunami de este a oeste de la Comunitat Valenciana provocando significativas pérdidas al bloque de izquierdas. Los más importantes, la Generalitat, las alcaldías de València, Castelló, Elche, Torrent, Alzira y la Diputación de Castellón, además de la probable pérdida de Morella, simbólica por ser el pueblo de Ximo Puig. En la Diputación de Valencia la izquierda mantiene la mayoría pero depende del único diputado del partido del expresidente de la corporación Jorge Rodríguez, alcalde de Ontinyent.

El PPCV obtuvo este domingo 73 mayorías absolutas municipales en la Comunitat Valenciana, por 56 del PSPV-PSOE, y 128 relativas, que gracias al ascenso de Vox le garantizan la alcaldía en un buen número de consistorios. Las mayorías relativas del PSPV fueron 109.

Pese a todo, la izquierda consigue salvar algunos feudos cuya pérdida habría significado una derrota tan desvastadora como fue la de 2007. Entre ellos, destacan poblaciones como Gandia, donde el PP había hecho una fuerte apuesta con el exconseller Juan Carlos Moragues como candidato a alcalde. El socialista José Manuel Prieto seguirá siendo el alcalde de la ciudad.

La izquierda maquilla su debacle con otras ciudades importantes como Sagunto, Xàtiva, Alcoy, Elda y Vila-real, además de buena parte del llamado cinturón 'rojo' de València a pesar de la pérdida de Torrent o Xirivella. En la provincia de Alicante, además de Alcoi, la izquierda salva Xàbia, Dénia, Petrer, Villena, Altea y Crevillent, y recupera Ibi. En la provincia de Castellón, los socialistas conservan Vila-real, l'Alcora y Vall d'Uixó.

Casi todas las plazas que pierde la izquierda irán a manos del PP o de independientes, pero hay un caso, el del municipio alicantino de Orxeta, donde es Vox el que ha pasado de no tener representación a lograr la mayoría absoluta que antes ostentaba el PSPV. Vox podría gobernar también en Náquera, donde es el partido más votado.