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Tribuna Libre

Más allá de la militancia: la responsabilidad del voto en las primarias del PSPV-PSOE de la provincia de Valencia

Publicado: 28/02/2025 ·06:00
Actualizado: 28/02/2025 · 11:43
  • Raga y Bielsa
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Todo proceso electoral en el interior de un partido político –y este es el caso de las primarias del PSPV-PSOE del próximo 2 de marzo para elegir al nuevo secretario general de este partido en la provincia de Valencia– tiene al menos tres objetivos, a saber: el primero –quizá el más relevante, pero pocas veces el más explícito– fortalecer al partido colectivamente y a sus militantes individualmente; el segundo, reevaluar y, en su caso, adaptar los objetivos de la acción política más inmediata, esto es, reformular el programa o proyecto que se pretende impulsar–; y el tercero, seleccionar al equipo de personas que ha de liderar la implementación de esa acción política de acuerdo con el programa o proyecto adoptado. Los militantes del PSPV-PSOE de la provincia de Valencia tenemos en nuestras manos la posibilidad de avanzar sustancialmente en esos tres objetivos.

 

Respecto al primero de ellos, el fortalecimiento del partido socialista en la provincia de Valencia, no hace falta decir que el PSPV-PSOE ha sido y es un pilar fundamental del gobierno de nuestro territorio si no más, al menos, desde la recuperación de la convivencia democrática en 1978. Su protagonismo como partido de gobierno es incuestionable en España, en la Comunidad Autónoma y, de forma particular, en los ámbitos locales de gobierno en nuestra provincia donde formamos parte de más de la mitad de los equipos de gobierno municipales y donde contamos con más de un centenar de alcaldes y alcaldesas.

 

Pero esta fortaleza nunca es suficiente cuando se aspira a determinar con más fuerza si cabe el futuro de las valencianas y de los valencianos, algo que no se puede conseguir sin la recuperación previa del gobierno de la Generalitat, de la Diputación provincial y de la extensión del poder político a un mayor número de municipios. A este fin, necesitamos un partido más engrasado, con más militantes en los pueblos y ciudades valencianos, con un tejido de alianzas sociales, económicas y culturales mucho más trabado dentro y fuera de la sociedad valenciana y con una ciudadanía más proclive a depositar su confianza y apoyo en nuestras siglas. Tras el resultado de las elecciones de 2023 ya hemos empezado a dar pasos en este camino con una renovación de equipos y liderazgos a nivel nacional y autonómico.

 

Ahora toca hacerlo en la provincia. No podemos perder la oportunidad que se presenta para salir más fuertes de este envite. Y eso exige de nosotros, de todos los militantes, depositar nuestro voto pensando en aquello que lo posibilita y rechazando aquello que lo cuestiona. Muchos son los ojos que nos están mirando y al día siguiente de las primarias la primera lectura que se va a hacer es precisamente esta: si, con el resultado que se haya producido, el partido socialista está más fuerte y unido en sus liderazgos o va a tener problemas internos porque se ha dado alas a la división y la tensión en su seno. Estamos, pues, desde este punto de vista, convocados a realizar un ejercicio de responsabilidad personal más allá de nuestras querencias particulares y a apostar con ello por una mayor unidad y fortaleza.

 

Respecto al segundo de los objetivos, el proyecto o programa que pretendemos impulsar, este no es ni puede ser diferente al proyecto general acordado para nuestro partido en España, un proyecto de libertad e igualdad, de justicia y pluralismo –un pluralismo social, identitario y territorial–, de conciencia ecológica y de fortaleza económica, un proyecto que, en nuestra Comunidad, cuide de la lengua propia, el valenciano, tan maltratado en estos momentos por la derecha gobernante con decisiones a todas luces descabelladas para la buena convivencia en nuestros centros educativos entre las valencianas y los valencianos.

 

Pero, más allá de la concreción que esos valores y principios compartidos han de tener en las políticas que los socialistas impulsemos, hay dos retos estructurales de futuro para la gobernanza de nuestro territorio a los que debemos prestar especial atención en estas primarias: por un lado, la necesidad urgente de dar pasos hacia el gobierno metropolitano de los municipios en torno a –y con– la ciudad de Valencia y, por otro lado, la atención a las necesidades específicas de los municipios que han sufrido y sufren la despoblación en el interior de la provincia.

 

 

Respecto a la primera cuestión, la Dana del pasado 29 de octubre, por desgracia, ha hecho más evidente que nunca –y de forma descarnada, con 227 fallecidos– la falta de esa visión metropolitana para afrontar los problemas que compartimos casi dos millones de personas. Es hora de impulsar decididamente una unión más fuerte entre los municipios del área metropolitana que no solo ha de permitir políticas territoriales más inteligentes y mejores servicios para sus habitantes, sino que nos ha de situar en España como un poder territorial de singular importancia que necesariamente ha de ser tenido en cuenta como tal en las políticas de Estado. Respecto al segundo reto, la dinamización de los municipios de interior, el gobierno del Botánic ya dibujó la hoja de ruta a seguir mediante la aprobación de un Plan Estratégico del que merece la pena destacar ahora una clara línea de trabajo, la necesidad de comarcalizar las políticas locales de estos territorios.

 

Los dos retos, de esta forma, confluyen en una misma línea de acción que no es otra que potenciar los gobiernos supramunicipales de los entes locales y subrayar, desde la defensa de la autonomía local, su carácter mancomunado y comarcal. De la misma forma que con el primer objetivo, también en este ámbito, está en nuestra mano votar pensando en cuál es la mejor opción entre las dos candidaturas para, siendo fieles a nuestra tradición, potenciar el gobierno autónomo de lo local y, por ende, el mundo más cercano de la vida o, por el contrario, fortalecer las estructuras centralistas de carácter provincial tan caras a los planteamientos conservadores de la derecha española con relación al gobierno del territorio.

 

Finalmente, respecto al tercer objetivo –esto es, la selección de los nuevos liderazgos para el partido socialista en la provincia de Valencia– no resulta fácil para ningún militante pronunciarse entre compañeros que han trabajado y trabajan para hacer realidad los sueños de justicia social de tantas ciudadanas y de tantos ciudadanos que confían para ello en el partido socialista. Seguramente los dos candidatos que se presentan –y los equipos de colaboradores más directos que tienen detrás– reúnen más que suficientes atributos para hacer razonablemente bien su papel en el caso de ser elegidos, pero de nuevo, más allá de las querencias personales de cada cual en este terreno, como militantes de un partido que quiere ser de gobierno, debemos decidir de forma responsable por aquel de ellos que representa mejor el nuevo impulso que se necesita imprimir a la acción del partido en la provincia de Valencia.

 

A nadie se le oculta que el principal objetivo político en este ámbito provincial es lograr el gobierno de una Diputación que, contando con una mayoría progresista de diputados, sin embargo, se encuentra gobernada por la derecha. Se podrá conseguir o no el cambio de manos del gobierno en la Diputación –es obvio que no solo depende de nosotros, pues se requiere la concurrencia de Compromís y de Ens Uneix–, pero nuestro deber como militantes progresistas es tratar de conseguirlo, si es posible, antes de las próximas elecciones municipales mucho mejor que después. Los liderazgos, también en este campo, se demuestran situando los problemas sobre la mesa de un tablero político siempre complejo, y haciéndolo con transparencia, valentía y decisión.

 

En definitiva, los militantes del PSPV-PSOE tenemos en nuestra mano elegir entre dos opciones sobre el futuro más inmediato de nuestra acción política para la provincia de Valencia. No es una decisión fácil cuando se trata de elegir entre compañeras o compañeros para que nos lideren, precisamente por ello en estas primarias hemos de ser capaces de elevar la mirada más allá de consideraciones de corto vuelo, de reflexionar sobre los criterios últimos que hemos de utilizar para tomar la decisión más adecuada en la actual tesitura y así pertrechados, desde la responsabilidad que nos ofrecen las decisiones meditadas, ir a votar el próximo día 2 de marzo por un nuevo y mejor liderazgo para el PSPV-PSOE en la provincia de Valencia.

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