Estaba aquí, en mi sillón orejero, tomándome un ponche, repasando un poco como ha ido el año, haciendo retrospección y esas cosas.
Menuda castaña de año, nanos. El mundo ha vivido una tragedia de proporciones bíblicas, y me refiero, por supuesto, al cierre del Alhambra. Bueno, y más sitios. Desde luego últimamente ha habido más cierres que aperturas, pero yo, que soy de talante positivo, prefiero rememorar todo lo que me ha flipado.
Ahora en navidad, os propongo hacer como en aquellos capítulos de Friends, que estaban hechos de trozos de otros capítulos. Un Boom 96, un Blanco y negro mix. En mi caso, un bar que esté hecho de trozos de otros bares.
El bar supremo de 2020 tendría un terrazón al sol, y estaría al lado de un mercado. Nada de QR, ni siquiera carta, el camarero, que sería un tremendo maquinarias, ya sabría por dónde entrarte.
Si me leéis entre líneas, sería la terraza del Berlanga.
Son las 11, ese momento durísimo, en el que no sabes si ir a tope, o moderarte. ¿Bocata de escombro con mayonesa de Los Mochuelos, o de tortilla paisana de Bar Gonzalo? Perdona, yo no he venido a este mundo a sufrir, ponme medio y medio. Tendrás Turia ¿no? Por supuesto, olivas y cacaos puestos en la mesa desde antes de llegar, desde que estoy cogiendo el abrigo en casa.