VALÈNCIA. La promotora Culmia se adjudica los dos suelos para los que optó en el concurso de cesión de derechos de superficie de 13 solares públicos a promotores licitado por la Conselleria de Vivienda. Se trata de dos parcelas ubicadas en València y Benidorm y en las que se levantarán 169 inmuebles que irán destinados a alquiler asequible. La convocatoria, sin embargo, estaba formada por otros seis lotes, con 11 parcelas más, que no recibieron ofertas y, por tanto, han quedado desiertas, aunque la vocación del departamento que dirige Susana Camarero es volver a lanzarlas al mercado, aunque bajo otra fórmula. De hecho, la intención era construir 721 unidades.
Concretamente, la promotora se hace con el lote 1 -que incluye una pastilla para 91 viviendas en Benidorm- y el paquete 7, un suelo en València para 78 unidades. Ahora la compañía, de ámbito nacional, tiene un plazo de diez días para presentar las garantías exigidas en el pliego para formalizar la adjudicación, según consta en una resolución publicada este lunes en la Plataforma de Contrataciones del Estado. Una vez se oficialice su oferta, Culmia construirá los edificios que explotará en régimen de alquiler asequible durante 55 años, prorrogables otros 20 más. Una vez finalizado el plazo, los inmuebles pasarán a manos de la Administración valenciana, que en todo momento es la propietaria de las viviendas porque el suelo es público.
Lo cierto es que su oferta era la única que seguía adelante en el proceso, después de que la de la alicantina Tizor, del grupo Cívica del empresario Enrique Ortíz, en UTE con la vasca Livanto, quedara rechazada al no haber presentado la garantía provisional en la forma exigida en el pliego. Esta propuesta también pujaba por los dos mismos lotes que se ha llevado Culmia. Y es que, en ambos casos los precios máximos de alquiler fijados son 10,5 euros por metro cuadrado, los más altos de todos los lotes, lo que explicaría la atracción por estos terrenos. Según explicaban a este diario desde el sector promotor valenciano, por debajo de estos valores "los números no salen y eran inviables los proyectos". De ahí que estas dos parcelas fueran las únicas que despertaran el 'apetito' empresarial de esta licitación.
Desde sus inicios en 2013, Culmia ha entregado más de 7.400 viviendas en más de 115 promociones. En la actualidad, la compañía cuenta con una cartera de 15.500 viviendas. De ellas, 8.450 se encuentran en fase de desarrollo, en un total de 110 promociones y con presencia en la Comunitat Valenciana. Además, tiene un banco de suelo ubicado en sectores estratégicos que totaliza 6.800 viviendas y que espera desarrollar en un total de 135 promociones.
Con esta adjudicación, Vivienda da el pistoletazo de salida al 'Plan Vive', el proyecto 'estrella' del gobierno de Carlos Mazón en esta materia y con el que aspira a construir 10.000 nuevas viviendas en la Comunitat Valenciana esta legislatura. Hasta ahora, se habían exhibido los ejes estratégicos del programa, pero ahora se adjudican las primeras 169 viviendas. El propio Mazón anunció hace unos meses que la intención es acabar el año con 1.500 viviendas licitadas a través de nuevas convocatorias.
En cualquier caso, cabe recordar que el pliego de este concurso lo dejó atado el anterior Consell con la selección de suelos y un acuerdo con el Gobierno para la transferencia de fondos europeos. Y es que esta actuación actuación cuenta con 54 millones de euros de fondos europeos, dentro del Programa 6 del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia 2021-2026, financiado por la Unión Europea-Next Generation EU. Un montante, que irá destinado a subvencionar parte de la promoción de los inmuebles. Será una ayuda de 700 euros por metro cuadrado, con un máximo de hasta 50.000 euros por vivienda. En cualquier caso, la licitación y adjudicación ha sido del gobierno actual.
De este modo, se cierra un concurso que no ha sido todo lo exitoso que al departamento de Vivienda le hubiera gustado. En una primera ocasión, quedó desierto por problemas técnicos que impidieron subir la documentación exigida en la Plataforma de Contrataciones, mientras que en la segunda vuelta únicamente se consiguieron movilizar dos ofertas para dos de las 13 parcelas que recogía la convocatoria. Ahora se adjudican a Culmia, lo que va a permitir construir 169 inmuebles de las 721 unidades que se pretendía.
En un comunicado, el secretario autonómico de Vivienda, Sebastián Fernández, atribuía a "los elevados tipos de interés para la financiación de las promociones y la inseguridad jurídica generada por la actual Ley Sánchez" la baja concurrencia. En cualquier caso, ahora la idea es ir a un modelo de permutas para las 555 viviendas pendientes en los suelos que han quedado sin adjudicar. Para ello, ya se trabaja en un nuevo concurso sobre estos terrenos ubicados en Castelló de la Plana, Sagunt, València, El Puig de Santa María, Benifaió, Xàbia y la Vila Joiosa.
La fórmula de la permuta se caracteriza por la entrega de suelos públicos a promotores a cambio de vivienda terminada o en avanzado estado de construcción. De esta forma, la Generalitat intercambia solares a cambio de que se le entregue, previo acuerdo y por importe un similar al valor de las parcelas, inmuebles que sirvan para ampliar el parque público.
Con este cambio, se pretende generar un mayor interés y agilizar el proceso, dado que con esta alternativa se consigue vivienda terminada para el parque público de forma más rápida, a la vez que se promueve la actividad constructora y promotora en la región. "Las ventajas de este modelo son que, además de que amplía la oferta de vivienda de protección pública tan necesaria, la administración, local o autonómica, se beneficiará de un número de viviendas, y/o locales para servicios municipales, resultantes de la permuta, que pasarán a formar parte del parque público autonómico o municipal de vivienda para su gestión en régimen de alquiler", señalaban desde Vivienda hace unos meses en un comunicado.