VALÈNCIA. El expresidente de la Generalitat Eduardo Zaplana permanece ingresado en el hospital La Fe después de que los servicios médicos de la prisión de Picassent, lugar en el que está preso desde hace siete meses como principal imputado en la Operación Erial, decidieran que fuera trasladado para para un tratamiento rutinario. El citado tratamiento es un cambio en su medicación para tratar la leucemia que padece.
El traslado de Zaplana se produjo este martes, apenas 24 horas después de que la Audiencia Provincial de València volviera a denegar su excaercelación solicitada por razones humanitarias, hecho que supone tal y como adelantó Valencia Plaza que pasará las Navidades entre rejas a no ser que se prolongue su estancia en el hospital.
El ingreso no significa que pueda estar con sus familiares ya que, según fuentes cercanas al caso, la jueza ha ordenado que solo tenga acceso a su habitación su principal abogado, que es de Madrid, y no sus hijas, que son abogadas y están habilitadas como miembros de la defensa.
Sobre la audiencia del pasado lunes, la Fiscalía Anticorrupción, como en ocasiones anteriores abogó por su continuidad en la cárcel o, en su defecto y si la salud del reo lo requiriera, que fuera ingresado bien en el Hospital General en el ala para detenidos, bien en La Fe con custodia policial, pero en ningún caso excarcelado por el riesgo de fuga y de destrucción de pruebas que a su juicio existe.
En cuanto al estado de salud del expresidente, las fuentes aseveran que su vida no corre peligro pese al delicado estado de salud que le produce el padecer una leucemia. En cuanto al traslado, explicaron que el motivo fue que el cambio de tratamiento, que aunque "rutinario", era mejor que fuera supervisado por la unidad de Hematología del hospital, ya que se pasa de las habituales pastillas que tomaba a un tratamiento parecido a la diálisis que requiere hospitalización.
El exministro cumplirá este sábado siete meses en prisión. Una situación, la de preso preventivo que mantiene junto a sus presuntos testaferros principales, Joaquín Barceló y Francisco Grau, desde que todos fueran detenidos dentro de una trama de blanqueo de capitales bautizada como Operación Erial.
Según el sumario, Zaplana, Barceló y Grau, así como el resto de investigados entre los que destacan el exconseller y exdirector general de la Policía Juan Cotino; su ex jefe de gabinete Juan Francisco García; su secretaria, Mitsouko Henríquez, y su mujer, Rosa Barceló, están imputados en diferente medida por delitos como cohecho, prevaricación, malversación, blanqueo de capitales, tráfico de influencias, fraude en la contratación, delito fiscal, falsedad documental y de formar una asociación ilícita y un grupo criminal organizado para delinquir.
La Fiscalía Anticorrupción, la magistrada y la Guardia Civil rastrean el supuesto blanqueo de casi once millones de euros en comisiones ilegales recibidas presuntamente por la adjudicación de contratos públicos relativos a la concesión de las ITV y el plan eólico, durante la etapa de Zaplana al frente de la Generalitat. La investigación del llamado caso Erial ha sido dirigida por Juzgado de Instrucción número 8 de València y por la Fiscalía Anticorrupción.