La compleja relación Bielsa-Bravo-Puig en el laberinto del PSPV

VALÈNCIA. El PSPV-PSOE es, especialmente en momentos de crisis, una formación política compleja de analizar. Probablemente, una de las relaciones más complicadas de explicar es la que mantienen el todavía presidente de la Generalitat en funciones, Ximo Puig; la consellera de Justicia, Gabriela Bravo (que además son pareja sentimental), y el secretario provincial del PSPV de Valencia y alcalde de Mislata, Carlos Fernández Bielsa. Los vínculos generados entre los tres, que alguno ha denominado irónicamente un 'triángulo de amor bizarro' -como la canción de New Order-, han provocado un incremento de la crispación en el entorno más afín al líder del PSPV, conocido como 'ximismo'. 

Tal y como informó este diario, el acercamiento entre el sector de Bielsa y Bravo ha sido constante en los últimos meses. El nexo de unión, según distintas fuentes socialistas, fue el alcalde de Sagunt, Darío Moreno, exjefe de Gabinete de la consellera, quien además mantiene una buena amistad con Bielsa. Así, los actos conjuntos y los guiños entre el alcalde de Mislata y la responsable de Justicia han sido habituales durante este tiempo.

De hecho, cuando se aproximaba el congreso provincial celebrado a principios de 2022, se produjeron desde el entorno de Puig movimientos para buscar una alternativa tanto a Bielsa, que había dado un paso al frente para presentarse, como a Mercedes Caballero, afín al exministro José Luis Ábalos. El presidente de la Generalitat y líder del PSPV, ya había verbalizado internamente su apoyo a Bielsa -fruto al parecer de una recomendación inicial de su equipo para taponar al 'abalismo'- por lo que no quiso rectificar. Una decisión en la que, para algunos cargos socialistas, también pesó la buena sintonía de Bravo con el alcalde de Mislata.

Así, y pese a que desde el entorno de Puig distintos dirigentes desconfiaban de Bielsa, durante los meses previos a las elecciones se apuntaló la sintonía entre la consellera y el líder provincial, incrementándose -al menos aparentemente- también la afinidad con el presidente de la Generalitat. De hecho, esta aproximación se hizo patente durante la campaña: Puig la inauguró en Mislata y Bravo fue protagonista en el acto central y en el cierre del municipio de Bielsa. Pero hubo más guiños: la consellera pidió la presencia y el apoyo logístico del líder provincial para un acto en su municipio natal, Ráfol de Salem, durante la campaña electoral. Bielsa respondió sin problemas y acudió al acto.

Sin embargo, la derrota socialista en las elecciones autonómicas del pasado 28M ha precipitado diversos movimientos internos que tienen como horizonte final el relevo de Puig como líder del PSPV. De hecho, los principales protagonistas de este frente alternativo son el mencionado Bielsa y el secretario provincial de Alicante, Alejandro Soler.

Precisamente, ambos dieron un paso al frente días atrás a colación de las listas al Congreso y Senado para las elecciones generales del próximo 23 julio. Las propuestas que aprobaron sus direcciones provinciales no gustaron a Puig que, apoyado la ejecutiva nacional del partido, procedió a modificarlas y enviaras a la cúpula federal del PSOE situada en la calle Ferraz de Madrid.

Sin embargo, Puig y su entorno sobreestimaron el respaldo prometido por parte de la dirección socialista. El área de Organización del partido, con el consentimiento de Pedro Sánchez, decidió escuchar la versión de Bielsa y Soler y restituir casi al completo su propuesta de candidaturas, provocando que el presidente de la Generalitat y líder del PSPV quedara públicamente desautorizado.

El enfado de Puig fue notable. En el caso concreto de Bielsa, se produjo una reunión entre ambos antes de la presentación de la lista: fuentes próximas al líder provincial aseguran que Puig sólo le ofreció dos propuestas para la lista que fueron incluidas; mientras que desde el entorno del presidente aseguran que había otras proposiciones que fueron excluidas. Estas discrepancias incluso iniciaron un movimiento en la órbita de Puig para tratar de evitar que Bielsa alcanzara la presidencia de la Diputación, para la que es máximo favorito. Una maniobra frenada en seco tras el desplante de Ferraz, dado que es la dirección federal la que debería refrendarla.

Llegados a este punto y pese a la buena relación de los últimos meses, algo parece haberse roto entre Bielsa y Puig. Fuentes próximas al líder provincial insisten en que introdujeron en las candidaturas las propuestas verbalizadas por el presidente y se muestran favorables a dar por zanjado el rifirrafe. En cuanto a la relación con la consellera Bravo tras este episodio, aseguran que no ha cambiado nada y sigue siendo "extraordinaria". "Nos ha ayudado en muchos aspectos", comentan fuentes del citado sector.

Por su parte, en el entorno de Puig el malestar con Bravo ha ido creciendo en los últimos meses. La consellera, que es independiente y no tiene, por tanto, carné del PSPV, intervino junto a miembros de su equipo, según fuentes del partido, en diversas cuestiones relacionadas con la organización de la campaña electoral, una circunstancia que no agradó a dirigentes de la formación socialista. Este extremo es rechazado por el entorno de Bravo, desde donde esgrimen que su participación fue "como la de cualquier otro conseller implicado en ganar las elecciones, tomando parte en los actos que se le pedía o dando su opinión en las reuniones en las que estuviera presente".   

No obstante, para algunos dirigentes socialistas "llovía sobre mojado", dado que buena parte de los colaboradores del presidente tampoco habían mirado con buenos ojos la aproximación a Bielsa iniciada por Bravo y posteriormente secundada por Puig. Ahora, con lo ocurrido con las listas al Congreso y Senado, la consecuencia apunta a que el denominado 'ximismo' atraviesa un momento delicado en la relación de confianza con su propio secretario general.