VALÈNCIA. Tarde agitada en la sede del PSOE situada en la calle Ferraz con la revisión de las listas al Congreso y Senado para las elecciones del próximo 23 de julio. Una de las federaciones con polémica incluida es la valenciana, liderada por el todavía presidente de la Generalitat, Ximo Puig.
Tal y como informó este diario, el también líder del PSPV encabezó este jueves diversos cambios en la propuesta realizada por las direcciones provinciales capitaneadas por Carlos Fernández Bielsa (Valencia) y Alejandro Soler (Alicante).
Unas modificaciones que causaron fuerte malestar en ambos dirigentes, tal y como ellos mismos expresaron en la reunión en la ejecutiva. Este mismo viernes, Soler y Bielsa se han desplazado a Madrid para mantener una reunión con el área de Organización del PSOE, exponiéndoles su versión de los hechos.
Pese a que desde la cúpula del PSPV aseguraban tener el respaldo de Ferraz para los cambios, la dirección federal, según señalan fuentes socialistas, sí ha tomado nota de las peticiones de los responsables provinciales, lo que ha terminado con una serie de cambios que han sido aprobados por la comisión federal de listas.
Según las fuentes consultadas, la solicitud de variaciones aprobadas se concretan en retirar a Alfred Boix, afín a Puig, como cabeza de lista del Senado, y situar al alcalde de Paterna, Juan Antonio Sagredo, próximo a Bielsa y que figuraba en ese puesto en la propuesta provincial.
Además, en Alicante se restituye a Ana Martínez, cercana a Soler, como cabeza de lista del Senado, tal y como indicaba la propuesta provincial. Pero no sólo eso, se recupera a Ángel Franco de número dos y a Eva Montesinos como número tres, lo que deja la candidatura tal y como se había planteado inicialmente. También se eleva en la candidatura a Lázaro Azorín. Otras fuentes del partido confirman que la alcaldesa de Castellón, Amparo Marco, figurará como cabeza de lista al Senado por esta circunscripción, pese a que, en este caso, no se encontraba en la propuesta provincial.
Fuentes del entorno de Puig han calificado los movimientos de las direcciones provinciales como una "maniobra con el objetivo de debilitar" al secretario general del PSPV y abrir el debate sobre la sucesión. Tal y como había informado este diario, en las direcciones provinciales de Alicante y Valencia se había observado con desconfianza el convencimiento del todavía presidente de la Generalitat para liderar la oposición tras la derrota del pasado 28 de mayo.
Así, pese a que la convocatoria exprés de las elecciones generales por parte de Pedro Sánchez invitaba a enfriar los movimientos, tanto Soler como Bielsa habían comenzado a mover tropas hacia la frontera 'ximista'. La oportunidad para dar un paso adelante y empezar a exhibir poder ha llegado con las listas al Congreso y al Senado. Las propuestas realizadas por ambas direcciones provinciales fueron consideradas como una "provocación" en el entorno de Puig, que en algunos casos sí había ofrecido nombres.
El líder del PSPV decidió saltar ante el desafío y modificar las candidaturas y situar a personas de su confianza, algunas como el cabeza de lista al Senado por Valencia, Alfred Boix, con un marcado carácter orgánico, lo que provocó especial malestar en las direcciones provinciales. De la misma manera, fuentes socialistas en Alicante han subrayado que dirigentes a los que Puig había decidido sustituir como Ana Martínez o Lázaro Azorín están "muy bien vistos" en Ferraz, lo cual ha facilitado su restitución en la candidatura.
Más allá de lo acertado o no de los cambios aplicados por el líder del PSPV, fuentes próximas a Puig aseguraron a este diario que el apoyo para realizar cambios estaba acordado con la dirección federal e incluso con el propio Pedro Sánchez: sin embargo, esa no es la realidad que se ha vivido este viernes en Ferraz, dado que se ha decidido anular la mayoría de modificaciones de Puig, restituir la mayoría de las propuestas de Bielsa y Soler e, incluso, introducir un cambio en Castellón fuera de lo acordado en la ejecutiva provincial.
En este sentido, y al margen de que se ha evidenciado que los dos secretarios provinciales disponían de más influencia en Ferraz de lo calculado por el 'ximismo', las modificaciones de la cúpula federal se han repetido en otros territorios como Castilla y León o Aragón, lo que ha tensionado fuertemente a la formación socialista.
Desde el sector de Puig, al margen del malestar por lo que consideran una ofensiva de Soler y Bielsa por el liderazgo del PSPV, han calificado de "traición" la remodelación de las listas ejecutada por Ferraz, puesto que se había garantizado el apoyo a la misma. Una situación que deja al líder del PSPV en una debilidad manifiesta y con un partido fracturado a las puertas de una campaña electoral.