PLATO DE LA SEMANA

Pilota de putxero de Casa Rosita (Jesús Pobre)

En la arteria principal de la pequeña población de Jesús Pobre se encuentra uno de los pilares de la gastronomía tradicional de la Marina Alta (Alicante). 

| 26/01/2024 | 1 min, 52 seg

Con más de un siglo de vida, Casa Rosita es un lugar de peregrinaje en el que confluyen paisanos, guiris y listillos del comer procedentes de toda la comarca y de mucho más lejos todavía.

Es difícil escoger una sola de sus especialidades. Su arròs amb ceba es delicioso, jugoso, diferente al de los arroces secos en paella que estamos acostumbrados a comer en Valencia, y sus cocas de dacsa son imbatibles, sobre todo por la consistencia y el sabor de la masa. El embutido de Gata de Gorgos y las chuletas de cordero siguen siendo clásicos imprescindibles de la carta, puesto que son los primeros platos que introdujo el abuelo de los actuales propietarios cuando Casa Rosita no era restaurante sino casino de pueblo.

De todas las exquisiteces que propone Casa Rosita, nos decantamos esta semana por la impresionante pilota de putxero que cocina Rosi, quien lleva junto a su hermano Luis las riendas de este negocio familiar de cuarta generación. Aquí sirven la pelota junto con un charquito de caldo de cocido potente y lleno de color que es una verdadera fiesta de aromas y sabores.

Siguiendo la tradición de la Marina Alta -donde este plato también se conoce tradicionalmente como pilota de facedura-, esta especie de albóndiga se envuelve en una hoja de col, cuyo sabor dulzón se funde en la boca con el sabor del limón y las especias (canela, perejil, pimienta… quizás también clavo y nuez moscada). Rosi no le echa pollo ni gallina, solo carne de cerdo, huevo y pan rallado.

La pilota se puede pedir sola -es de un tamaño generoso, de modo que puede compartirse entre dos personas perfectamente- o acompañando al puchero completo, con su caldo con arroz y su pase de garbanzos, carne y verdura (pencas, repollo, zanahoria, nabo naranja). Si vas a por todas, recuerda que debes reservar con dos o tres días de antelación.

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