ELCHE. Hasta el próximo 14 de enero el Museo de Arte Contemporáneo de Elche (MACE), exhibe una treintena de obras del alicantino Pepe Azorín, un maestro del dibujo en cuya obra se funden diferentes trazos que forman imágenes realmente poderosas, con las situaciones sociales que pretenden evocar. ‘Arrels i Mans’, el título de la exposición, es una travesía que rinde homenaje a los migrantes, a la fuerza de las raíces y al propio valenciano, idioma en el que están tituladas las obras y que va más allá, también homenajeando a alguien tan importante para la lengua valenciana como Enric Valor.
Precisamente Azorín, quien además se encarga de comisariar la exposición, fue uno de los padres de este museo, que sigue ese espíritu contemporáneo de la herencia de los referenciales artistas locales del Grup d’Elx o de otros como Esbart Zero. Precisamente ese dibujo contemporáneo y esas artes enraizadas en lo social, entran dentro de la obra de Azorín, que ha mostrado su obra en más de ochocientas exposiciones —personales y colectivas— tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.
Arrels i Mans transmiten ese dibujo vigoroso e impactante, a veces abstracto, a veces más definido, en las que muestra el paso del tiempo a través de gestos como abrazos y manos, y las raíces humanas que van quedando durante la vida. Desde las manos de Enric Valor hasta figuras dedicadas al migrante, en lo que es pura poesía visual, esta treintena de obras de tono rojizo, a escala de grises o con contrastes entre el blanco y el negro, exhiben el poderío de su dibujo y por supuesto, su gran calidad. También, en esa incursión en lo abstracto, nacen raíces de árboles a modo de troncos viejos y robustos, que coinciden con las obras de mayores dimensiones.
En este sentido, el pasado 9 de octubre recibió la Alta Distinción de la Generalitat, un merecido reconocimiento a la obra de este pintor, grabador, escultor y dibujante del que se puede disfrutar su obra no sólo en esta exposición temporal del MACE, sino también en varios puntos de la ciudad, como las esculturas ‘Homenatge al Datiler’ y ‘Abraç’ en el Paseo de la Estación, o ‘Mans de Sant Joan’, frente a la Ciudad Deportiva.
Obras que muestran el impresionante tratamiento volumétrico de Azorín, como ocurre al ver los grandes lienzos de la exposición, y su ligazón con Elche. En definitiva, un dibujo singular que ha sido fruto de estudio, fácilmente reconocible por ser tan característico del alicantino y por encima de todo, contemporáneo y muy expresivo, por lo que sin duda esta trayectoria merecía estar presente en la ciudad. Y que todo aquél que tenga interés en el dibujo y el arte en general, vaya a visitarla.