ALICANTE. Tras su exitosa edición el año pasado, el Festival Plataforma llega en 2017 a su segunda edición, que tendrá lugar en el mes de octubre. Un evento organizado entre Un Fulgor de Moda Antónima y Santa Leonor y que tiene la intención de asentarse para seguir dando a conocer al panorama musical alicantino. El año pasado pasaron por el grupos como Futuro Terror, Virgen o Los Manises, entre otros. De momento para octubre aún no hay ningún nombre. Y no hay prisa, porque el sábado ya tenemos un primer aperitivo con su fiesta de presentación, que será en el Castillo de Santa Bárbara y tendrá como protagonistas a tres formaciones, Fêtën, De Pirámide y Rosy Finch.
Aunque esta fiesta de presentación tiene algo particular, y es su vertiente femenina. Bajo el nombre de Girls Power Rock Party, tres bandas alicantinas formadas íntegra o mayoritariamente por mujeres, las que vuelvan a subir los decibelios del castillo, un emplazamiento especial que últimamente va acogiendo propuestas sonoras por parte de los colectivos que mueven el bacalao en la ciudad.
Y aunque las tres bandas son para verlas, hay una especialmente potente de la que siempre hablamos en cuanto hay oportunidad, y no es para menos. Es Rosy Finch, una muestra de que aunque el grunge esté muerto, dejó hijos malos (porque los hubo, y muchos, algunos incluso rozando el ridículo) e hijos buenos. Hijas, en este caso. Ellas le dan a un stoner rock que tira hacia esa tendencia americana que tan fuerte pegó, unas veces más explícitamente grunge y otras más stoner. Pero siempre con temas que salen disparados hacia ti como un proyectil que no vas a poder parar. Cuando empiezan a golpearte con los acordes, te das cuenta de la fuerza que tienen y de la proyección que pueden tener cuando saquen su segundo álbum. Porque hay madera de sobra, y lo demostraron con su debut Witchboro (Deathbound Records, 2015). Su música es un compendio de acordes agresivos mezclados con la voz resquebrajada de su vocalista, que no duda en desgañitarse para que su música sea más ofensiva.
Con menos decibelios pero con más descaro se presentan De Pirámide, un trío que podría beber de grupos como The Slits o The Raincoats. Letras decididas con empoderamiento y ganas de decir aquí estamos, con una simbiosis entre la actitud punk y el ritmo tropical, cuasi funky, que tienen gracias a ese bajo tan versátil. Un poco de spoken word que se beben con sus tempos y su lírica desenfadada, macarra, rompiendo esquemas. Y humor, mucho humor. Tanto con sus pintas como con sus letras tabarqueras. Para ir moviendo el bullate en el castillo, que para eso hace fresco.
Y cierran el triplete caras conocidas de la escena rock ‘n’ rollera y chatarrera de la ciudad. Chatarrera en el sentido de ese garageo andrajoso de tugurio. Es decir, el que importa; sin artificios. Con pura filosofía do it yourself, Milena (de Leather Wave) y Peter; Fêtën, asumen la formación típica de dúo y a partir de ahí, hacen canciones con unos pocos acordes, gritos varios y letras absurdas sobre la dieta vegetariana de Satán. Porque cuando quieres hacer música para disfrutar, sin pretensiones y con ganas de entregar cuerpo y mente al hedonismo, salen proyectos tan naturales y potencialmente divertidos como este. Pequeñas píldoras de dos minutos, capaces de tocar por un mono manco, como ellos mismos dicen, y posicionamientos ideales para que empieces a sudar en su directo. Así pues, y en definitiva, tres grupos variados que representan las diferentes tendencias que hay en la terreta. Una fiesta gratuita con protagonismo femenino y ruidoso. Eso sí, qué lástima (y movida, si tienes que decidir) que coincida con el Aspesuena.
