VALÈNCIA. Para quién no lo sepa Mi Capitán no es solo un grupo (en lo que al propio concepto se refiere), es más que eso, es la reunión de un grupo de amigos de Barcelona con trayectoria en otras bandas que se juntaba tres veces al año para tocar algo de cada uno. Gonçal Planas, es voz, guitarra y compositor de la banda, pero antes fue miembro de SanPedro y Tourmanager de Love Of Lebian. De ahí conocía al teclado Dani Ferrer y al guitarra Julián Saldarriaga. También hay toques de Standstill, los traen Ricky Lavado con la percusión, Ricky Falkner con la batería y la guitarra de Víctor Valiente. Gonçal era muy fan de Egon Soday con este grupo tenemos al bajo de Ferran Pontón. 15 años son en total los que se conocen.
Con el paso del tiempo habían dejado de verse, pero un día el “capitán” de la banda, Gonçal, encontró la razón perfecta para volver a reunirlos; “mira tengo unos temas ¿y si montamos algo y tocamos juntos y vemos que pasa”, fueron sus palabras. Ahora acaban de lanzar su segundo disco Un tiro por la salud del imperio y parece que la cosa se pone seria. Llega después de hacer una gira, de tocar en diferentes salas y festivales como el Sonora Ribera, Port América o Lowfestival, con Drenad el Sena, de las manos de la Warner Music. Y preparados para continuar la carrera, han lanzado ya su primer single ‘Sal corriendo’ con un cartel de presentación por Toda España. A València (Sala Wah Wah) han llegado este 27 de octubre y vuelven directos a Madrid para ofrecer otro concierto el sábado 28.
-Entiendo que con tal background, tendrías claro que querías ofrecer con la creación de la banda ¿no?
-Exacto. En las demos caseras que yo hago antes de cada disco ya había una intención muy clara de qué buscaba, de qué perseguía. Eso también lo han materializado muy bien ellos. Han entendido muy bien cuál era la intencionalidad que había al montar la banda por mi parte.
-¿Qué diferencias hay entre ambos trabajos?
-Drenad el Sena representaba la euforia de un grupo, era más hedonista. Son textos que hablan principalmente de experiencias, de lugares comunes, del consumo de drogas, sexo, amenazas, tensión, velocidad…Apelaba mucho al tú. Un tiro por la salud del imperio habla desde el yo, hay más confesión. Vas asumiendo que las letras necesitan tener sentido porque las tienes que defender tu toda tu vida
-¿Cómo querías que sonara el disco?
-Oscuro, grande y afilado
-Los temas están compuestos principalmente por ti, ¿qué es lo que más te ha inspirado?
-Para este disco la inspiración vino de la gira que hicimos con el primero, ha sido la gran generadora de canciones. Yo cogía la guitarra y de repente era como un traductor de emociones. Si el día anterior tocaba en un festival ante unas 5.000 personas, esas emociones que tenía dentro las sacaba con la guitarra, en una primera idea o en una secuencia.
-Parece que estamos en un momento donde la música ocupa más que nunca el discurso político ¿hay en tus letras algún reflejo de cómo se encuentra el panorama político social actual?
-Imagino que se cuela, pero no es derivado. En 'Sal corriendo' sí hay una parte que está claramente relacionada con la clase política que nos gobierna.“Deciden por nosotros, escupen nuestros sueños, nos quitan las monedas, en casa aprendes lo mejor, nosotros solo somos lo que ellos llaman multitud".
Es muy injusto que nosotros estemos tan abiertos a ciertas cosas, a comprender al otro, a empatizar y a que la vida mejore, y la gente que gestiona nuestros derechos y nuestro día a día es mucho peor. Eso se cuela en el día y en la música. Yo he querido que se cuele porque estoy disgustado y quiero que se vayan.
-También habéis reivindicado y homenajeado el papel de las mujeres en la música con el single de ‘En la avenida’
-Sí, en este país hay muy poco respeto por la figura femenina y el cambio durante los años ha sido mínimo. Parece que todo esta super conseguido pero todo es “no”.
-Cuando te reúnes con el resto del grupo para seguir con la composición y los arreglos, ¿te cuesta despegarte de tus ideas iniciales o es el momento en el que el trabajo comienza como tal a convertirse en Mi Capitán?
-Es exactamente eso, en el momento que yo comparto la canción con ellos deja de ser mi canción y pasa a ser la canción de Mi Capitán, por eso las firmamos los siete. Ellos la mejoran, son las que la elevan. Yo traigo una “protocosa” y ellos me ayudan a convertirla en canción. Muchas veces están, pero cuando escuchas una demo o el disco, siempre gana el disco porque tiene algo de ellos.
-Con este nuevo disco has decidido participar en el proceso de producción, ¿por qué?
-Tenía las cosas muy claras en la cabeza, tenía desde la portada y el titulo. Es una obra artística que empieza a elaborarse desde hace un año en mi cabeza. Entonces necesitaba que eso fuera verdad. Somos tres productores y cada uno se ocupa de una parcela que no está ni definida, porque nuestros caracteres hacen que eso salga natural.
-Habéis tocado tanto en festivales como en salas, ¿dónde sale más la esencia de Mi Capitán?
-En salas. Un festival es flipante, de repente tocas en un sitio enorme con unas condiciones alucinantes. Pero, en la sala el ver los ojos, la sonrisa y el ver cómo reacciona el público, es muy de corazón.
-El disco viene dos años después del primero, ¿tienes ya algo preparado para el siguiente?
-Sí, estoy empezando a hacer canciones ya. No tengo todavía claro el titulo pero sí tengo un par de temas que derivarán en un color diferente dentro del rock.