CASTELLÓ. Guadalupe Álvarez Luchía se puso a escribir y grabar canciones "endemoniadamente" cuando nos encerraron en nuestras casas por la pandemia. La artista argentina salió cada día a su terraza en busca de un remanso de paz, pero lo que terminó encontrando fue más inspiración que nunca para hacer música. De aquellos días salieron diez temas. Todos, sin excepción, forman parte de su última album. Terraza, que no podía llamarse de otra forma, significa el inicio de una nueva etapa para la cantante, la cual en los últimos años ha formado parte de un dúo llamado La Loba junto a Javier Calequi.
No es, desde luego, habitual dar luz a un disco en tan corto tiempo, pero además la argentina ha logrado crear un repertorio líquido en el que se entremezclan todo tipo de géneros: de la música de autor, hasta una electrónica más orgánica, un reggaetón 'filosófico', y con ritmos de zamba o candombe y pop. Desde este universo tan plural la artista canta a problemas tan cotidianos como la mentira, pero también es un disco para sentir de golpe felicidad. Así lo define la misma que nos invita a ir a su concierto de este sábado en Oropesa del Mar para comprobarlo. Antes, atienda a las preguntas de Castellón Plaza.
-Parece que al final no estuvo tan mal eso de componer desde la terraza de tu casa, ¿imaginabas que acabarías creando un disco?
-No, fue una cosa improvisada. En pleno confinamiento lo que sucedió es que por miedo a desvanecerme me puse a componer de manera frenética. Yo soy muy casera y pues tengo un estudio aquí en mi casa, una especie de jardín flotante con muchas herramientas. Me marqué como dos meses para componer temas nuevos, algo que de normal no haces. Y estuve componiendo y grabando, componiendo y grabando, así sin parar, de manera intensa.
-Seguramente es tu trabajo más personal... Cómo mínimo aseguras que son canciones "sin filtro", creadas sin ninguna expectativa más que llenar el silencio del confinamiento.
-Sí, la verdad es que el hecho de no tener expectativas, por un momento mundial en el que el futuro era muy incierto, hizo que me salieran canciones muy desprejuiciadas, como con la espontaneidad de lo que iba naciendo. Hay canciones sobre el silencio, la calma casi terrorífica de aquellos días, pero también sobre filosofía, porque la filosofía nos absorbía mucho en esos días. Es un disco a la vez con mucha introspección y vitalidad y también transmite las ganas de vivir.
-¿No descartaste entonces ni retocaste ningún tema? ¿Todo lo que apareció aquellos días está publicado?
-Sí. Es una especie de borrador que ha salido a la luz y que bueno tiene como esa magia de ser un impulso llevado a la luz. Creo que tiene esa frescura y a la vez esa cuestión de grito y de error.
-Con Terraza te "independizas" de Javier Calequi, con quien formaste el dúo La Loba. ¿Es esto un paréntesis o tienes ganas de continuar en solitario?
-No no, dejamos el dúo y bueno cada uno se ha puesto con sus cosas. Yo ya antes tuve mis discos sola, luego nos pusimos los dos con La Loba y ahora retomé mi carrera solista.
-¿Cuáles son las diferencias creativas que hay en este trabajo con respecto a lo que has hecho anteriormente?
-Los otros dos álbumes que hice sola también tuvieron esta cuestión experimental que se puede ver en Terraza, pero yo creo que lo que define el disco es ese momento en el que vivimos de confinamiento. Es muy muy íntimo, de mucha soledad, pero al mismo tiempo una soledad que se comparte con toda la gente, porque es algo que nos pasó a todos. Quería intentar conectarme con el resto del mundo en un momento en el que parecía imposible. Así que diría que esa es la diferencia. Aunque mis composiciones por lo general tienen esta cuestión emocional, alegre y emotiva a la vez, este tiene la característica del momento en el que fue creado. Un sentimiento de soledad que aun así intentaba conectar con el resto del mundo.
-Hace un mes publicabas una colaboración con El Kanka. ¿Cómo se dio?
-Sí. He estado además este último fin de semana en El Rialto con él, me invitó a cantar y pues lo conocí porque teníamos amigos en común. Fue a través de Fetén Fetén, una banda muy bonita que recomiendo también. Vinieron a grabar a mi terraza un videoclip y nos hicimos amigos.
-Pero, pasa de todo en tu terraza...
-La terraza es un espacio donde no dejan de suceder eventos musicales con muchos amigos. Todo el tiempo, porque la guitarra está sobre la mesa.
-¿Y con qué otros cantantes te encantaría colaborar?
-Tengo mucha admiración por Ana Prada, una compositora uruguaya. Y de aquí, Javier Ruibal, flipo también con él, es una persona a la que admiro mucho. También con Carmen Boza hemos emprendido una bonita amistad.
-Tu música se funde entre tantos géneros y referencias, que cuesta identificar un eje que una el disco. ¿Pero, dirías que hay una sonoridad propia?
-Espero que la haya, es difícil de clasificar sí, pero para la gente que no me conoce y que quieran venir a verme les diría que es una raíz folclórica latinoamericana. Con ritmos latinoamericanos pero a la vez con letras universales que dejan de ser de un solo sitio. Intenta comprendernos a todos.
-¿Crees que estamos demasiado cómodos en lo previsible, como oyentes?
-Buena pregunta. Sí, justamente el otro día me topé con una canción que pensé que era muy difícil de escuchar, pero me movió del sitio. Cuando vamos a un concierto o nos ponemos un disco, tenemos que estar predispuestos a lo que el artista vaya a entregar. En algunos casos será algo más cómodo, con lo que te identificas más y en otros hará falta poner algo de escucha y de tiempo para ver qué te sucede. Igualmente, creo que debe haber un flechazo cuando escuchas una canción. No puedes intentar que las cosas te gusten. Creo en ese enamoramiento, que te encandilen por la voz, la temática o los instrumentos. Ese flechazo es importante. Yo sí investigo obras nuevas pero también me gusta que una canción me llegue al corazón rápido.
-¿Y cómo músicos? ¿Crees que se arriesga poco?
-Creo que estamos en un momento en el que se arriesga poco, voy a ser franca, porque por la velocidad a la que vamos la gente se detiene poco y no prueba cosas nuevas. Se necesitan canciones que sean efectivas, por eso hay poco riesgo. Cuando el riesgo, en cambio, a mi parecer es interesante, llamativo y fogoso.
-Hace casi dos décadas que participaste en el Operación Triunfo de Argentina, pero ¿Cómo recuerdas aquella etapa?
-Fue el primero que se hizo en Argentina y fue muy seguido, pero realmente yo fui con poca información sobre esos formatos, entonces fue una experiencia muy linda, pero quizá conociendo ahora cómo funcionan no iría. No es algo que elegiría. Cuando entré con 17 años no había redes, creo que ni había móviles en Argentina y fue divertido, pero ahora me daría miedo con toda la cuestión digital y más invasiva que existe. También es cierto que con 21 ya estuve viviendo aquí en España, viví poco el post concurso. He buscado mi identidad fuera.
-Llenaste muchos estadios, pero ahora compartes tu música en escenarios mucho más pequeños e independientes como el de Oropesa. ¿Sientes que aun así aquí encaja mejor?
-Sí, a mi me gustan los escenarios íntimos. También los teatros, los sitios donde uno puede intentar conectarse con cada una de las personas que hay ahí. Me gusta mucho más este camino, es totalmente elegido a conciencia y del cual estoy orgullosa. Me gusta mucho el sitio de Oropesa, me parece precioso. Tiene esa calidez de los lugares a los que toco.
-"Si lo dice un nombre de renombre, ¿qué más querés analizar?", dice una estrofa de tu tema 'Escuera Verdad'. ¿Te has topado con demasiados "sabelotodo" a lo largo de tu carrera?
-Uff, muchísimos. Pues sí. Es un camino que las mujeres artistas tenemos que pisar con fuerza porque es duro. De repente la opinión de un hombre parece que valga más que la de una mujer. Esto no es así, pero por eso hay que abrir caminos entre nosotras y pisar fuerte.
-¿Es la falacia uno de los peores problemas de la sociedad?
-Bueno, desde ya es un peligro, es una herramienta peligrosa. Y de hecho cuando hice esa canción lo intenté tomar para mi. Me dijeron muchas en mi vida, pero cuando las entendí, se convirtieron en una información valiosa. Es otro cantar cuando conoces las falacias, por eso lo quise compartir.
Viendo un video de sufistas elistas
Mira lo que me vengo a enterar
Son tantas las formas de falacias, gracias
Ahora las paso a enumerar
Ad hominem
Si en el discurso el recurso se vuelve un ataque personal
Ad populum
Tener por cierto un injerto en nombre de una totalidad
Percundiam
Si lo dice un nombre de renombre, ¿qué más querés analizar?
Ad ignorantiam
Ven chequéale
Poco amable