CASTELLÓN. Huele a arte, y es inevitable. Si hace cerca de un mes los organizadores de Marte anunciaban el programa de la quinta edición de la fiesta del arte por excelencia en nuestra provincia, ahora es el turno de Júpiter, una nueva feria que impregnará Castellón de numerosas exposiciones, en su caso, de obras post contemporáneas. Será además del 16 al 30 de noviembre, fecha que coincide con la inauguración de Marte, la cual celebrará su primer lustro del 15 al 18 de noviembre. Así, con dos propuestas por encarar, ¿será posible alienar ambos planeta? ¿Podrá la ciudad dar cabida a ambas citas?
Las principales diferencias entre Marte y Júpiter es su naturaleza. Y es que si bien la primera es un evento enminentemente comisariado, donde prima la venta de obras y el coleccionismo; Júpiter se caracteriza más bien por lo contrario: "No habrá ni galerías ni comisarios, sino 'curanderos', cuya misión será la de coordinar la propuesta promoviendo su desarrollo hacía el futuro", manifiestan desde la organización. Igualmente, a través de su puesta en marcha, desde Marte se da rienda suelta al debate, las performances y las acciones participativas con el público. Su puesta en marcha va más allá de las salas, mientras que Júpiter es esa "verbena" donde hallar el conocido como arte sumergente.
Así mismo, dicha feria no nace con la pretensión de desbancar a su predecesor, sino más bien como un evento paralelo desde el que aprovechar el recorrido de Marte como lanzadera de la actividad artística local. "Queremos que la gente salga y vea lo que ocurre en la ciudad: que el arte está tomando las calles. Al igual que sucede en Madrid con Arco, hemos querido aprovechar que hay una feria de arte contemporáneo para programar más actos culturales. Creemos en la intercolaboración", manifiesta Yvonne Bacas, curandera de esta edición. En efecto, la misma Marte se caracteriza por extender sus recursos hasta distintos puntos de la provincia, como puede ser la organización de una exposición de José Luís Huerta en Vilafamés, a fin de aumentar su impacto en el sector. ¿Por qué no, entonces, convivir con otro tipo de proyectos?
"Reírse de uno mismo nunca fue tan saludable" o eso creían desde Júpiter cuando el año pasado asentaron las bases de su proyecto. Bajo dicha premisa, Jerónimo Uribe- artista mexicano afincado desde hace años en Castellón- decidió crear una singular feria de arte post contemporáneo que caminaría de la mano de su propio espacio creativo Arte Blanco. Sería, además, a través del "juego" y del "pitorreo", desde donde forjarían una nueva experiencia artística para el público. "Júpiter es una apuesta por desacralizar la cultura haciendo uso del humor y la diversión como ejes vertebradores", mantienen sus impulsores. Su táctica pasa pues porque los creadores aprovechen la crítica y la burla hacía ellos mismos para constituir el punto de partida de su intervención. "Los artistas invitados se convierten en imagineros mostrando sus creaciones en una feria de carácter festivo no mercantilista", señalan. Es por ello, que estos mismos son quienes eligen qué parte de su trabajo quieren exponer, la mayoría creados ex profeso, tras compartir entre sí su proceso creativo.
De este modo, el guateque cultureta acogerá durante dos semanas la obra de ocho artistas que llevarán su obra individual hasta las paredes de Arte Blanco. Marcada por el tinte mexicano de su propio fundador, también trasladarán sus trabajos hasta Castellón, Antonio Chacòn y Dulce Castañeda. Sin olvidar tampoco los artistas locales Ana Beltrán Porcar, Laura Avinent Ulalalau, Nacho Puerto, María Ordóñez y Lola Ramos, quienes expondrán desde obras pictóricas, hasta fotografías, instalaciones y videoarte. Así mismo, junto a Bacas, Uribe, Màriam Calduch y Mayte Pastor, "curanderos" de Júpiter, se tejerán una serie de intervenciones que reclamarán la participación de los asistentes.