CASTELLÓ. La escenografía de los conciertos lleva implícita en su propia esencia un protagonismo mayor de lo que a priori pensamos. No solo porque acapare los focos al mismo nivel que el artista que lo pisa, sino porque esta ayuda a crear un relato, es decir, a dar mayor veracidad a la historia que un festival o cualquier artista quieran contarnos. Seguramente muchos de los que visitaron el último FIB recuerdan los columpios o las palmeras que se instalaron en el main stage del concierto de Lana del Rey. Si bien a pocos pillaría por sorpresa, dado que cuadraba perfectamente con el estilo dulzón de la artista, esta decisión ayudó a salirse de lo que ofrecían el resto de cantantes (con mucho humo y flashes). También, con total facilidad podríamos reconocer el decorado de un escenario del Rototom Sunsplash o del Tomorrowland, el primero por su estilo reggae y el segundo por su espectacularidad. En su caso, José Carlos de la Torre, carpintero de profesión, crea año tras año la escenografía del emac. de Burriana. ¿Os suenan las pilas de madera?
Tras una década trabajando para sí mismo y para diferentes empresas, de la Torre se topó con la oportunidad de confeccionar la escenografía del emac., un evento multidisciplinar que aúna año tras año propuestas de música y arte contemporáneo. Fue su propio director, Vicent Tormo, quien introdujo al burrianense en este mundo, donde ser carpintero no está reñido con otro tipo de creación. "Al principio se me pedía ideas demasiado locas, porque siempre se tiende a pensar que los carpinteros somos magos, pero confiaron en mí y terminé diseñando como una cuadra gigante", explica el autor, quien ya en su primera instalación temía porque el viento terminará tumbando el endeble escenario. "Siempre intento que la pieza principal tenga peso por sí misma porque en este caso no puedes hacer agujeros en el escenario ni en el suelo, ya que lo que hay es mármol. Tampoco lo puedo atar a ningún sitio, solo puedo recurrir a las cuerdas".
En su caso de la Torre, que cuenta con un presupuesto pequeño equitativo al del propio festival, recurre en muchas ocasiones a la madera reciclada, tanto para hacer el escenario que se encuentra dentro, como fuera, del centro cultural La Mercè. "No he vuelto a hacer algo tan grande como el año en el que actuaron Maria Arnal i Marcel Bagés porque no dispongo de tanto tiempo, pero en la última edición hice una especie de llama y la decoración de la izquierda del anfiteatro estaba inspirada en la primera temporada de True Detective", cuenta el profesional, quien también reconoce que accede a este tipo de trabajos principalmente por lo que le aportan a nivel artístico y personal. "A nivel económico no te sale rentable. De hecho, me han ofrecido varios festivales a los que he tenido que decir que no porque era de risa. Yo no puedo invertir entre dos o tres semanas a hacer un escenario para cobrar "200" euros. Con este presupuesto solo debería trabajar un par de días. Sin embargo, es cierto que en el emac. pasan unas cinco mil personas y la visibilización de mi trabajo en esos días es muy grande", explica de la Torre.
Lo más interesante de la creación del burrianense es además cómo sabe aprovechar cada "desecho" de su trabajo ordinario para dar vida a instalaciones que en otras ocasiones quedarían en el cubo de la basura. Así lo explica él mismo: "Todos los encargos que se quedan a mitad los aprovecho para mis propios proyectos. Por ejemplo, el muro de fuera del estudio lo hice hace dos semanas y expresa la frustración que sentí al quedarme con una reforma colgada. Cuando lo tenía todo preparado el cliente me dijo que finalmente no lo quería. Se que no es solo su problema, también mío por tardar mucho, pero no me gusta ir rápido en mi trabajo", defiende el creador, quien a pesar de ello supo transformar los materiales en una original instalación. "Si ahora mismo alguna cliente me dijera que no quiere finalmente el arreglo que le estoy haciendo, le daría otra vuelta y seguramente de ahí saldría una idea para el emac." Igualmente, de la Torre es capaz de reutilizar muebles o palets encontrados a raudales en la calle. Las claves para sus escenografías están pues precisamente en sacar el máximo jugo a todos los recursos que encuentra alrededor. Una decisión que, en este caso, conjuga a la perfección con un festival gratuito que se define por abanderar la vanguardia.
¿Y cómo pasa un carpintero a meterse de lleno en el mundo del arte? La relación entre ambos conceptos nunca ha quedado lejos, de hecho grandes nombres del mundillo empezaron tallando vigas y pasaron a llamarse 'artesanos de la madera'. En su caso, José Carlos de la Torre dio un primer paso a través del skate, afición que ha practicado durante más de 10 años y con la que empezó a practicar la fotografía analógica. Pero su desarrollo personal brotó de llenó gracias a Isósteles, un estudio/galería multidisciplinar ubicada en la misma ciudad. "Al principio era un espacio para dejar mis herramientas, pero aquí empieza mi proceso de creación".
Entre otras, durante este tiempo, el artista ha dejado su impronta en importantes citas como el MIAU de Fanzara, donde forró una fachada completa con madera. También ha seguido explorando la fotografía y entre sus planes está publicar un libro donde queden impresas sus instantáneas. Así mismo, de la Torre, que dedica actualmente la mayor parte su tiempo a encargos del oficio, expondrá próximamente sus obras en Burriana y ha presentado diferentes trabajos a la beca Hàbitat Artístic de l'Ajuntament de Castelló .