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Rayos X, la imagen de parte del rock 'n' roll de Alicante

25/07/2017 - 

ELCHE. Desde locales de ensayo hasta carteles de conciertos o portadas de grupos, la obra de Rayos X impregna parte del rock&roll de Alicante con una estética bien definida y reconocible, ha buscado su propio estilo y no es difícil verla en algunos de los eventos de punk o rock andrajoso del underground alicantino. Aunque también hace exposiciones con cuadros realistas, un polo opuesto de su otra cara. Como afirma, va como un todoterreno: “vivir de esto es chungo. Me da para sobrevivir porque apenas tengo gastos”. Y cómo no, trabaja en casa, donde tiene sus herramientas y su amago de estudio.

Ha sido rotulista desde finales de los 80, “cuando se hacían las cosas a mano. Con 17 o 18 años empecé en una empresa de publicidad exterior. Era todos los días ir a pintar, con horarios de 10 a 12 horas. El oficio molaba cuando todo era pintar, éramos 7 u 8 trabajadores y cada uno pintando lo que tenía mayor habilidad, las letras, los dibujos o lo que fuera. Ahora, hasta a las medianeras se le han puesto lonas. El vinilo hoy lo pega cualquiera”, afirma. Y sentencia con un “estaba guapo” en referencia a la profesión y con tono de vuelta a los viejos tiempos. “A mediados de los 90 llega el corte de vinilo y los ordenadores y cambia el oficio. Y aun así me he tirado muchos años pegando vinilo, pintando a mano”, continúa. Empezó bien joven con estas artes gráficas y visuales, como asevera, el dibujo lo ha llevado siempre consigo, desde que iba al a escuela, porque ya tenía entonces habilidad para ello.

Con la llegada de la crisis, en 2009 más o menos cierra la empresa con la que estaba trabajando y tenía ganas de dedicarse a otra cosa, así que empieza a apostar por sus propias obras más decididamente hace sobre siete años. “Soy más artesano que artista, me cuesta empezar de la nada”, confiesa, así que tomando modelos de fotografías o imágenes que le gustan recurra a estos y les pasa su filtro. "Tengo mi estilo, aunque me gusta hacer cosas que no haya hecho".

Actualmente hace logotipos, portadas de discos, carteles de eventos o encargos, puesto que también trabaja para un estudio de página web, haciendo animación desde hace unos años, aunque el resultado no se publicita bajo su nombre. “Cuando pase el tiempo algún día diré, eso lo hice yo”, bromea. En la animación apuesta por un híbrido entre la animación clásica, frame by frame, con técnicas informáticas más actuales con dibujos vectorizados y edición de vídeo. Ese trabajo duro le ha llevado a hacer cosas fuera, con encargos para gente del País Vasco y grupos como veteranos de punk como Los Reverendos, una banda de blues que lleva bastantes años.

La dificultad de (sobre)vivir de esto

En cualquier caso, indica que trabajar para una empresa determinada no garantiza cobrar más que con un particular. “La gente que tiene más pasta a veces son los que más se agarran. A lo mejor a un grupo le dices 250€ por una portada y te lo acepta y una empresa te intenta apretar, aunque hay de todo” explica. Así que esa es la lucha que lleva como cualquiera que hoy sea freelance, “cojo cosas de aquí y de allá, aunque sobre todo me conocen por aquí, aunque hay mucha competencia”. Además, también vuelve a ejercer de rotulista como toda la vida y también con un socio lleva vinilo.

Actualmente entre sus trabajos están las portadas para grupos como Acapulco Riders, los Deformes, Reverendos, Bordestones, los vinilos de F.A.N.T.A. (por encargo del fallecido y siempre en la memoria Paco de Rufus Recordings, dueño de Naranja y Negro) y su punk rock “ramoniano” (aquí Fernando pone el calificativo, pues es un melómano, como no podía ser de otra forma). Estuvo un tiempo en un estudio del Raval y hacía diseños y portadas de grupos que pasaban por allí, “en aquella época el vinilo era época del pasado. Ahora vuelve, por fortuna”. También ha hecho carteles para garitos como La Cucaracha de Alicante, TNT Blues, la propia Malasaña, festivales como el Pipus Fest, el Hula Rock Party o vídeos para grupos conocidos de la zona como Vera Green.

Con todo, sobrevivir de esto es difícil, como se podía esperar, “a veces te encuentras con que no hay presupuesto para los carteles. Yo trabajo con dos, el collage de la foto y modificable o otro con mi propio dibujo”. Y claro, muchas veces se tira por lo barato. “A mí me molaría hacer cosas más espectaculares”, incide, “pero no puedo estar cuatro días en un cartel, ¿quién me va a pagar trabajo de cuatro días?”. Es jodido, la pescadilla que se muerde la cola. “Hay veces que lo que menos tiempo te lleva te da un resultado cojonudo, el arte no se puede medir por eso. No va a ser algo mejor por trabajarlo un mes, a veces gusta más una cosa sencilla”, argumenta. Así que muestra una parte quizá no muy recordada de la industria musical. Hay precariedad en los propios grupos, las salas y todo lo que les rodea, hasta con detalles como el diseño de los carteles.

Su cara menos conocida, la realista

En cuanto a su vertiente realista, quizá la menos conocida por los que sí le reconocen por esas piezas rock’n’rolleras, trabaja con formatos grandes y mucho blanco y negro. Con ellos firma con su nombre, Fernando Martínez Campello. “Utilizo dos nombres, aunque no sé si ha sido buena idea”, comenta entre risas, “pero me molaba el rollo del anonimato. Pero bueno, es difícil, mira lo de Banksy, es la hostia”. E indica que igual alguno que otro estará confundido, “no sabrá que Rayos X es el tipo que hace los cuadros”. Tira más por el realismo porque afirma no tener paciencia para el hiperrealismo. “Con el realismo soy bastante rápido, puedo tardar una o dos semanas para hacer un cuadro si me pongo ocho horas pintando a diario. Me gusta complicarme con texturas, imágenes con muchos elementos. Eso sí, luego me tiro un mes porque estoy haciendo un logo, un cartel y otro trabajo”, apunta.

Con esta pintura intenta coger la dinámica de una exposición al año con 10 o 12 cuadros, como hace periódicamente en locales ilicitanos como Malasaña. De hecho, ya debería estar pensando en una para octubre y apenas tiene nada. “Estaré pintando hasta que me harte y luego no pintaré hasta el año que viene. Me pega el arroz de ponerme a pintar”, comenta entre risas.


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