las obras del pintor están expuestas en el Museo de la Rajoleria- paiporta

Salvador Montesa, secuencias y transfiguración: en la abstracción "no hay límites"

16/11/2017 - 

VALÈNCIA. Desde el año 39 lleva el pintor Salvador Montesa embaucado en la rama artística de la pintura. Con unos inicios que no fueron nada fáciles por los límites sociopolíticos y económicos del momento, y el corte cultural y artístico que trajo consigo la Guerra Civil y el régimen franquista, Montesa perteneció además a una generación marcada por la falta de medios formativos. Sin embargo, el artista fue de los pocos valencianos que apostó por un lenguaje de revocación que permitió el cultivo de las formas de expresión que gozaban de plena aceptación en la Europa del momento.

Su recorrido pasa pues por diferentes países y lugares que llevan a trabajos de diferentes estilos. Mucha historia y muchas obras que podríamos repasar, pero la actualidad nos lleva a hablar de su última exposición en su tierra natal Paiporta.

Hacía 16 años que Salvador Montesa no traía alguna muestra a Paiporta, y es que lleva prácticamente toda su vida viviendo en Sevilla. Es por eso que la exposición Secuencias y transfiguración recoge desde su obra más reciente de este 2017 hasta piezas del año 2000. Una vuelta a la abstracción y las secuencias cromáticas que ponen de manifiesto su arte en el Museo de la Rajoleria, hasta el 30 de noviembre.

-¿Cómo ha sido volver a llevar tus pinturas a Paiporta?
-Siempre hace ilusión volver a tus orígenes y que la gente se acuerde de alguien que ha estado muchos años fuera. He estado fuera casi toda mi vida.

-¿Es precisamente esa necesidad de ir de país en país la que ha marcado todo tu trabajo?
-Voy para los 86 años y siempre digo lo mismo. Una de las razones que marca mi trayectoria es el haber vivido en distintos países.  No es como ahora. En aquel entonces ir a Alemania suponía estar con los alemanes, hoy en día vas a Estocolmo y encontrar a un solo sueco te cuesta. Eso influyó en mis cambios de estilo.

-¿Qué significado tiene para su creador Secuencias y transfiguración?
-El titulo hace referencia a como entre la figuración y la abstracción, para mi parecer, no hay límites. En todo lo que nos rodea, la naturaleza, los arboles, el cielo, vemos una realidad a la que llamamos nubes, sol, montañas… pero si prescindimos de esos nombres, vemos forma y color, una abstracción. Todo tiene esa parte abstracta, pero es una abstracción que es difícil de entender por los otros. Los mismos artistas no entendemos las obras de los otros.
Mi obra viene pues de la dificultad que dificulta el entendimiento. Mis pinturas representan o intentan hacer ver la gestación de un cuadro, el proceso de elaboración y la transfiguración.

-Tus trabajos pasan del denominado realismo mágico a una vuelta a la abstracción, ¿qué te lleva a volver a este estilo?
-Realmente es difícil de responder, porque cuando hacemos algo, las ideas surgen sin explicación. Es como cuando uno se enamora, no puedes preguntarte el porqué. El hacer y el cambiar explican mi trayectoria, debido a que está llena de una constante a la búsqueda. El pintor tiene más bien ideas y impulsos que se manifiestan en la manera en la que lo hace.

-¿Qué técnicas o materiales has utilizado para pintarlas?
-Ahora tabla en lugar de lienzo, y una técnica mixta de oleo, tempera y acrílicos.

-Entre esos 43 cuadros que conforman la exposición, ¿hay alguno que sea para ti especialmente especial?
-Hay dos cuadros que están pintados en el 1951 y que no se habían exhibido en exposiciones públicas, son dos cesiones del Museo de la Ciudad de València. Con uno de ellos gané el Premio Ciudad de València de aquel año. Y el volver a ver un cuadro que pinté en mi juventud, me llena de recuerdos y de emoción.

-Empezaste a pintar rodeado por el arte de tu familia, pero también dentro de un contexto de dificultades y privaciones económicas.
-Si pudiera contar cosas de aquellos tiempos… todo se ha olvidado y es una pena que se olvide, nos conviene recordar de dónde venimos para no volver a caer en ello. Fue una época dura, durísima, sin pocas posibilidades, por eso nos fuimos muchos de ellos.

-¿Cómo ves el arte de ahora?
-Por un lado, hay un factor que nos deja un interrogante y que influye perfectamente en el arte, la tecnología. Ésta cada día cambia y muy rápido, no sabemos donde nos lleva. Pero para mi las formas y colores todavía tienen vigencia. Sin embargo hay críticos que afirman que lo único importante es tener ideas, sin importar cómo expresarlas, y entonces eso es arte. Para mi, es todo lo contrario, no es tener solo ideas, hay que saber cómo expresarlas, sino hoy en día solo pintamos para las instituciones, los bancos o coleccionistas que no saben qué hacer con el dinero. Me gustaría editar algo sobre todo lo que se hace y se considera arte.

-Con tantos años pintando, has logrado transportar a las obras todas tus inquietudes artísticas o tienes ya en mente alguna otra colección?
-Vuelvo a decir de nuevo, cuando te enamoras, no sabes si te vas a enamorar otra vez. Aunque sea mayor no te extrañe que tenga otra aventura (no amorosa) artística. En este momento estoy limpiando mi estudio, pero generalmente pinto todos los días, varias horas.
Paseo, pinto y leo.

  

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