las invita a habitar, vivir y criticar sus colecciones 

Un centro para las vecinas y de las vecinas: el Museu de Vilafamés se repiensa 'a la fresca'

30/11/2020 - 

CASTELLÓ. Hay pocas cosas más propias de un pueblo que 'tomar la fresca'. Las sillas que acordonan la puerta de una casa mientras sus vecinas se juntan en verano. Los instantes de habladurías y risas, eso es vivir en un pueblo y lo demás son tonterías. Sin embargo, ¿se ha perdido la costumbre de habitar las calles? ¿Es algo generacional y solo lo hacen -o lo hacían- las señoras de mayor edad? Miriam Chiva y Laura José quieren irrumpir las calles, en este caso de Vilafamés, para continuar alimentando las ganas de hacer estas reuniones campechanas. Lo harán además con un propósito mayor. Que los debates que allí se generen sean en torno al Museo de Arte Contemporáneo de Vilafamés. Un espacio que quizá muchas de estas mujeres jamás han habitado. 

Para hacerlo posible, ambas artistas se presentaron a la convocatoria 'Reset. Relecturas de género y multiculturalidad' que el Consorci de Museus ofrece para proyectos de mediación cultural. A la fresca!, que es así como se llama su proyecto, fue el seleccionado para materializarse en Castelló y, según explican sus autoras, tratará de generar un espacio libre de debate donde tratar problemáticas relacionadas con el museo y su colección desde una perspectiva de género. "Queremos que la asociación Dones de Vilafamés ocupen el MACVAC para vivirlo, habitarlo, criticarlo e intentar mejorarlo entre todas. Ya cuenta el museo con una plantilla muy cañera e inclusiva, pero sus reflexiones servirán para una investigación mayor", apuntan. "Puede ocurrir que muchas no vayan al museo porque para acceder a una sala hay muchas escaleras o porque hay pocos lugares donde sentarse, pero también puede ser que a muchas les cueste enterarse de lo que se hace, porque los principales canales de difusión son las redes sociales. Es un suponer, pero todas estas observaciones son las que nos harán saber", detallan las creadoras.

Tanto Laura como Miriam cursaron Bellas Artes en València, pero no encontraban en la producción y la materialización de obras la satisfacción plena. Así que decidieron decantarse hacia al mediación, donde aseguran haber descubierto "un nuevo mundo". "Preferimos dinamizar nuestro entorno. Y aunque el foco de este proyecto está puesto en las mujeres, animamos a que todo el mundo que quiera se apunte. La mediación permite aprender nuevas formas de comunicar y nosotras estamos ahora mismo potenciándolo", asegura Chiva, quien además no ve en la pandemia un impedimento para seguir adelante con este tipo de proyectos. "Se hacen muchas actividades online y de manera controlada. Por ejemplo, el otro día, hablábamos de cómo llevar estas iniciativas a las escuelas. Pues una propuesta fue la de preparar cajas con materiales y que el artista a través de una videollamada, o dejando instrucciones dentro de la caja, pueda indicar a los alumnos cómo utilizarlo. Es cuestión de darle una vuelta", considera.

Bajo este contexto, A la fresca! plantea debates que empezarán a hacerse a partir de primavera en el patio del museo. Aquí todas estas mujeres podrán en común sus impresiones, pero también se prepararán diferentes talleres, abiertos a toda la ciudadanía. Sara Bellés será una de las artistas que protagonizarán los encuentros. La pintora de Benlloc concederá sus minutos a hablar de maternidad y conciliación laboral. Una actividad que, aunque puede no parecerlo, también es interesante para una mujer de 60 años. "Quizá este taller le ayude a reflexionar sobre unos hechos que antes ni se planteaba y ahora se genere un cambio de miras", considera Laura José. Además de esto, también la ruralidad, como concepto, ocupará los debates 'a la fresca'. "¿Por qué ahora una artista decide ir al pueblo?, ¿Qué tiene el pueblo?, ¿Cómo se vive en él?, ¿Es más fácil habitar cerca del Macvac que del Centre del Carme de València? Son algunas preguntas que como mediadoras nos hacemos".

Por otra parte, A la fresca! también anima a que las mujeres que forman parte del MACVAC den un paso hacia adelante. Así, serán las mismas profesionales que cuidan el ente, tales como la señora de la limpieza o la administrativa, quienes enseñen el museo a sus invitadas. "Queremos que el primer contacto que estas tengan con el espacio sea en un ruta en la que les enseñen dónde guardan las escobas, dónde se almacenan los cuadros, dónde toman café las personas que allí trabajan", y todo esto, explican, quedará grabado en un documental. 

Una deuda con la historia "descuidada"

Además de este proyecto, la obra de Miriam Chiva y Laura José conecta por las ganas que tienen ambas de utilizar el arte como herramienta de transformación social. En Masoveres, Miriam se hizo eco del testimonio de siete mujeres que vivieron y trabajaron en diferentes masías del pueblo de Lucena. Casi un año tardó la castellonense en recopilar los testimonios orales de estas mujeres para mostrar cómo era la vida entonces, pero sobre todo cómo era la vida para ellas. "Me interesa hablar de la historia descuidada, de esa memoria que no se ha contado. Y en mi libro ilustrado Masoveres lo que hago es precisamente eso, dar a conocer y recuperar parte de unos testimonios que han sido olvidados".

Por su parte, a través de Controversia Laura José trabajó conjuntamente con siete mujeres que presentaban diferentes trastornos alimenticios como anorexia, bulimia y ansiedad. Todo este dolor que sentían por su cuerpo, la artista consiguió plasmarlo a través del collages, diferentes fanzines y ahora en varias pinturas que han ayudado a la misma mediadora a combatir la ansiedad. "Siempre se nos culpa a las mujeres por tener estas secuelas y claro que nos tenemos que responsabilizar de ellas, pero es el sistema patriarcal el que las crea. Mi intención con la mediación artística era juntar a todos estas mujeres, porque la mujer luchadora también necesita estar en grupo. Necesitamos compañía, es así", manifiesta la profesional, que se dedicó a este trabajo desde septiembre de 2019 hasta junio de 2020.

 

Noticias relacionadas