VALENCIA.
No me lo tomen a mal, pero las mujeres y los hombres no son más que un modo de representación de la materia, que, además de sus conocidas propiedades, tiene también la de reunirse bajo forma humana.
Un análisis de los valencianos no distaría mucho en su composición de la química esencial de un esquimal. Pero nos diferencia el modo en que obtenemos calcio, nitrógeno, fósforo, hidrógeno o carbono: en vez de focas y ballenas, nosotros consumimos arroz. Y, según dicen, desde el siglo VIII.
Siendo un alimento tan común en nuestra dieta, tenemos tendencia a olvidarnos de su importancia. Así que el Consejo Regulador de la D.O. Arroz de Valencia, cuyo cometido es representar, divulgar y defender la cultura de este tradicional cereal nuestro, celebró recientemente su tercera gala de reconocimiento a referentes de la cultura tradicional valenciana.
Por si no lo sabían: además de dar estos premios anuales, la Denominación de Origen Arroz de Valencia trabaja cada día para certificar el arroz de las variedades Senia, Bomba y Albufera. Marcan un sello de calidad exclusivo de nuestras variedades locales, cultivado en el medio natural preciso y regado de tal manera que favorezca la maduración del grano para alcanzar la más alta calidad competitiva y culinaria. Ahí es nada.
El acto tuvo lugar en esa capilla como de papel maché que hace las veces de salón de actos en la Beneficencia. Se premió por unanimidad la labor del escritor de L´Horta Sud Ferran Torrent, que siempre ha tomado a Valencia como modelo de disección para sus novelas. Tras ser recibido con los tradicionales acordes de “Satisfaction” de los Rolling Stones se marcó un homenaje a la tertulia post-paella.
También se reconoció, de la mano de la directora general de Desarrollo Rural y Política Agraria, Maite Cháfer, el trabajo minucioso del cantante Pep Gimeno “El Botifarra”. Este artista no sólo ha recopilado grabadora en mano la canciones de nuestros pueblos sino que también ha hecho fusión con otras músicas. Como lo de dar discursos no es lo suyo se cantó sobre el estrado aquella de “el dia es presenta clar, mos farem una paella a la vora de la mar, portarem un feix de llenya, la guitarra i un porró, i com tots estem de festa, passarem un dia bo”. Alegría.
Los actores y actrices de la popular serie de L´Alquería Blanca, que antes se podía incluso ver en la televisión, recibieron su galardón de manos de Enric Morera y estuvieron representados por el director y productor de Trivisión Ximo Pérez, que pronto estrenará la película de dicha serie; también la representaban las actrices Lola Moltó, Carmen Juan y los actores Diego Braguinsky y Manolo Maestro. Ya que todos los premiados recibían un cuadro de la pintora valenciana Nuria Ferriol, Ximo Pérez prometió colgar el suyo en el decorado del colmado de Blanca. Y como la noche estaba muy musical, la encantadora ondense Carmen Juan interpretó a pelo la sintonía de la serie, que está compuesta por ella, para que los presentes pudiéramos escuchar la estrofa que dice “tornant al niu, creuant tota la plaça, ja s´olora l´arròs al forn rodant”. Una actriz, además de encantadora, todo-terreno.
Elena Cebrián, Consellera de Agricultura de aspecto angelical, entregó el premio al restaurante Dársena, sito en la Marina Deportiva de Alicante, local que sacó hace ya años el arroz del ámbito familiar para ponerlo como plato de restaurante. Lo recibió en persona Antonio Pérez Planelles, sexta generación hostelera de la familia, que recordó que el arroz es agradecido, como las personas. También afirmó que, aunque hubiera querido 365 ofertas de platos de arroz en su carta, se conforma con las 165 que tiene.
También se premió el trabajo del Consulado de la Lonja, del que Santos Ruíz, gerente de la Denominación de Origen Arroz de Valencia y muy veraz crítico gastronómico, destacó que en el caso del edificio, el contenido es más importante que el continente. Es decir, que La Lonja de Valencia, no existiría sin el trabajo que realiza el consulado desde finales del Medievo el comercio de materias primas de esta ciudad y sirve de órgano de arbitraje de esta actividad. Así lo ratificó don Vicente Ebri Martínez, Prior y Cónsul Mayor del Consulado de la Lonja de Valencia, quien recogió el premio, recordando que su padre don Gonzalo le decía que “siempre hay que estar luchando por Valencia” y que aunque hoy se haga todo de manera virtual, los gremios de la garrofa, la naranja y todos los demás no han cambiado. El galardón lo entregó el presidente de la D.O. Arròs de Valencia, Ricardo Císcar García.
Las encargadas de amenizar la ceremonia fueron la compañía teatral música Las Reinas Magas (María José Peris, Silvia Rico, Ana Conca y Arantzazu Pastor, las de Concierto Sentido y Chao Chochin, no confundir con otras reinas) junto a los actores, el impulsor del emoji paellero Eugeni Alemany y Manolo Maestro. Cantaron desde el Tico-Tico de Carmen Miranda, una sátira política con el AI, Ramón com està el món! del Sifoner, una sexy Violetera, hasta una deliciosa versión en habanera de A la calma de la mar.
Fue el President de la Generalitat, Ximo Puig, quien cerró el acto alabando el carácter distendido y divertido de la ceremonia. Y es que además del buen hacer de la organización, el espectáculo llevaba el sello ese suecano discreto y eficaz que es Abel Guarinos, artífice entre muchas cosas de 25 años de Mostra de Mim. El President habló de las bondades del arroz como uno de los productos que nos identifica mejor como mediterráneos y como valencianos. También se disculpó por haber llegado un poco tarde al haber tenido que acudir a otro acto, cosa que fue muy de agradece porque hace mucho tiempo que no escuchábamos a los políticos ser corteses, educados y pedir disculpas.
Al terminar el acto con el aforo lleno se sirvió un cóctel con varias clases de delicioso arroz valenciano, vinos de la tierra y cerveza de Fernández Pons.
Entre los asistentes, que hablaron de reconquistar el puerto frente a los megayates, la clóchina valenciana frente a especies invasoras y el arroz como antídoto de esnobismos, estuvieron entre muchos asistentes: Cruz Sierra, director general de Contenidos de EPI en Valencia; el periodista y editor de Xàtiva, Juan Lagardera; Victoria Salvador, que está haciendo la función de Vicente Marco, “Si yo fuera rica”; Pablo Calatayud, de la bodega Celler del Roure; el presentador Ximo Rovira; Fernando Aliño, de el grupo hostelero El Alto; de la agencia de comunicación Decom Media, Eva montesinos y la bloguera Cova Morales.
Además de la cultura tradicional también hubo encuentros en el ámbito de la cultura de vanguardia: en la Boiler Room de la galería Luis Adelantado el muy premiado artista brasileño Pedro Torres inauguró la exposición Lacunae, es decir “lagunas”, no de agua sino de memoria.
En un ambiente de humo once obras de este artista multidisciplinar abordaban el tema del olvido mediante fotos, instalaciones y acciones, marcada con colores azules y blancos y un montón de referencias sensitivas y homéricas y aún diría más, pero he quedado con Olga Adelantado y sus infatigables colaboradoras Isabel Puig y Virginia Mur para que me lo expliquen antes de que se vayan a ARCO con otros galeristas de la ciudad.
Al vernissage acudieron el famoso galerista de Turín Franco Noero. el arquitecto y diseñador Ramón Esteve, Toni Ballesteros de Formo Estudio, el diseñador gráfico Enrique Casp, Alejandro Benavente de DXI Magazine, el artista Alex Marco, el vicedecano de Bellas Artes Ricardo Forriols, el abogado Vicente Vilella, José Orellana “Elkote”, el crítico de arte de La Coruña Ángel Calvo Ulloa, el artista del color Nico Munuera y Antonio González
Frente al snobismo de las comisarías de arte y haciendo crítica de esas reuniones sociales en las que todo el mundo asiente y dice que es muy interesante pero nadie se atreve a decir realmente lo que piensa, estuvo también el artista gaditano Javier Velasco, en la galería Mr. Pink de María Tinoco.
Su propuesta “El elefante en la oscuridad” es una locura donde casi todo es bipolar, creada con dos falsos artistas heterónimos, el californiano obsesivo con el sexo Tod Hunter y Dorotea Von Totó, joven artista gallega del collage, liderados por Piguy Hellman. Sus correrías, comentarios y excentricidades pueden seguirse por Facebook y así poder contemplar de cerca este circo en el que parece haberse convertido el arte moderno desde su peculiar punto de vista.
Hay frases maravillosamente preclaras y a la vez confusas como “Cuando un curador interactúa con la obra de un artista entrando en ella con pretensiones de master chef, lo hace porque desea otorgarle un carácter nutritivo y vivificante. Pero corre el peligro de quemar las naves”. (P.H. Rapsodia dominical LXV); o los planteamientos de Tod Hunter en Morir a los 35: “Para desmontar las evidentes formas de control de lo políticamente correcto, Tod Hunter no elige sutiles ironías, sino burdas expresiones pictóricas. Las armas de dicha ironía, y de la sutileza, no pueden competir en un entorno tan agresivo como en el que se desarrolla su existencia”.
Con estos artistas solapados bajo la parábola india de los ciegos y el elefante, Javier Velasco hace una reflexión sobre cuestiones como lo “emergente” de los directores de las instituciones artísticas, la falsa información de los medios de comunicación, de la presuntuosidad de la juventud que agarra cuanto está en su mano sin saber que los palos se los han llevado antes otros y de todo lo que no está en las leyes del mercado o de los amigos.
"El acto de revelación de todos estos secretos se llevó a cabo en el Aula Transparente del Centro Cultural La Nau, presentando al artista a quien acompañaban su galerista María Tinoco, la infalible Mayte Ibáñez, secretaria de cultura del PSOE que hizo de moderadora, el inquieto Lucas Soler de Culturarts, el profesor de literatura Ismael Díaz y la propia Dorotea Von Totó, alter ego ocasional del actor escénico Lilí Tras Tras, que acudió maravillosamente vestida y calzada, además de llevar unas envidiables pestañas postizas de mariposa."
Estuvieron asistiendo a una charla que agotó las baterías de los portátiles conectados con las pantallas: Gemma Gil, de la asociación de Educadores de Museos, Antonio Barroso de Ciutat Vella Oberta, Encarna Giménez-Losantos, del IVAM, el crítico de arte José Garnería, el crítico de arte José Garnería y la galerista Elena Battaglia. La ciudad ha rendido así su tributo al arte y a la gastronomía, desde todos los puntos de vista, la crítica más ácida, lo tradicional, lo transcendente pero, sobre todo, desde las emociones no fingidas, que es lo que realmente mueve el mecanismo de la vida.