VALÈNCIA (EP). El Instituto Tecnológico del Plástico, Aimplas, ha desarrollado para el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) más de 2.000 sacos para alimentos y productos de primera necesidad que son más sostenibles y duraderos.
Los nuevos sacos se han conseguido a partir de la incorporación de aditivos en estructuras multicapa basadas en textil de rafia, que alargan la vida útil de la bolsa, haciéndola a su vez más sostenible gracias a la incorporación de, en algunos casos, material reciclado, según informan fuentes de Aimplas.
Esta acción forma parte de un proyecto financiado por Innovation Norway y liderado por el CICR junto con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA), para investigar alternativas y soluciones innovadoras para los sacos tejidos de polipropileno utilizados para el envasado de alimentos y artículos de socorro.
El proyecto está gestionado por dss+, una consultoría de sostenibilidad, y se rige por un Comité Directivo formado por las tres organizaciones humanitarias, Innovation Norway y la Cruz Roja Noruega.
Aimplas ha aportado al proyecto el diseño de una estructura multicapa basada en polipropileno, en la cual se han incorporado formulaciones previamente evaluadas que pretenden mejorar el desempeño de los sacos.
Estos desarrollos se han implementado en más de 1.500 sacos para el transporte de harina de trigo y alubias, que permiten retrasar la degradación de la bolsa por exposición a factores ambientales, en algunos casos extremos. Además, el centro tecnológico ha formulado un segundo recubrimiento que incorpora, además, material reciclado que se ha aplicado a 500 sacos más que contendrán mantas.
Estos sacos de ayuda humanitaria se integrarán en tres cadenas de suministro seleccionadas por las organizaciones implicadas para realizar una prueba de campo en entornos diversos, cambiantes y en el contexto desafiante del trabajo humanitario. Así, está previsto que las bolsas diseñadas por AIMPLAS se destinen a Camerún, India y Turquía.
También han participado en este proyecto AUST, una universidad textil de Bangladesh que ha propuesto desarrollar una bolsa de yute con un revestimiento de biopolímero, Giotto & SUPSI, un consorcio formado por una consultora suiza y una universidad, que está trabajando en el desarrollo de un material a base de fibra natural que ha sido tratado con un enfoque capa por capa y Rafia Industrial S.A, del grupo Amando Álvarez, que ha colaborado en el proyecto junto a AIMPLAS, concretamente en la producción de los sacos de rafia a escala industrial, proporcionando diferentes tipologías de sacos a las diferentes ubicaciones establecidas en el marco del proyecto.
El consorcio del proyecto también realizará una evaluación del ciclo de vida de las bolsas de polipropileno y sus alternativas en las pruebas de campo, con el fin de captar la realidad sobre el terreno y comparar las nuevas soluciones con las bolsas originales en el contexto más realista posible.