VALÈNCIA. El 29 de octubre de 2024, Valencia vivió la jornada más dantesca y trágica de su historia reciente. En cuestión de horas, una Dana descomunal anegó más de 80 municipios de la provincia; colapsó carreteras; derrumbó puentes e inundó tanto viviendas como comercios locales. Tres meses después, la tragedia sigue pesando sobre los valencianos y el balance no deja espacio para el consuelo: 224 personas han fallecido a consecuencia del temporal y dos operarios perdieron la vida el pasado mes de noviembre, cuando participaban en tareas de extracción de lodo en Massanassa y Benetússer.
Además, tres personas, de entre 30 y 60 años, siguen desaparecidas. Desde este mes, sus familias pueden solicitar la declaración oficial de fallecimiento y acceder a derechos legales como el cobro de la herencia, unos trámites que no alivian el dolor de no saber qué ha ocurrido con sus seres queridos. Mientras tanto, un operativo compuesto por 400 efectivos rastrea su presencia en un radio de 500 kilómetros cuadrados, principalmente en el barranco del Poyo y los ríos Magro y Turia.
El esfuerzo humano tras la tragedia ha sido inmenso. Desde los primeros días, miles de voluntarios, bomberos y militares han trabajado para rescatar personas, limpiar escombros y devolver algo de normalidad a las zonas afectadas. En las últimas semanas, se han evacuado más de 500.000 toneladas de enseres dañados y 90.000 vehículos destruidos, aunque continúan las tareas de extracción de lodo en sótanos y garajes.
Asimismo, 28 municipios permanecen en nivel 2 de Emergencia, lo que significa que todavía dependen de ayuda externa para gestionar la recuperación. Por su parte, 75 municipios han pasado al nivel 1, donde la infraestructura local es suficiente para coordinar las labores de recuperación, mientras que las localidades restantes de la provincia ya no se encuentran en situación de emergencia. Pero, a pesar de los esfuerzos, la lentitud en la llegada de las ayudas ha generado frustración entre los vecinos, las agrupaciones de comerciantes e, incluso, los ediles de las zonas afectadas.
Todos ellos han afeado a las instituciones supramuniciales la "falta de coordinación" y la demora en los pagos. En este contexto, los plenos municipales y las protestas sociales se han presentado como los canales más empleados para reflejar el descontento generalizado. De hecho, este sábado, València acogerá la cuarta manifestación para exigir la dimisión del president de la Generalitat, Carlos Mazón, donde miles de ciudadanos reclamarán, de nuevo, una gestión más eficiente.
Balance de ayudas estatales y autonómicas
La reconstrucción de las zonas afectadas por la Dana supone un desafío tanto financiero como organizativo. Hasta el momento, el Gobierno de España ha movilizado 16.600 millones de euros para la emergencia, de los cuales 1.741 millones ya se han destinado en forma de ayudas directas a afectados y negocios dañados. A todo ello se suman 1.745 millones de euros del Fondo de Contingencia para cubrir el 100% de los costes de reparación de infraestructuras municipales y provinciales dañadas por la Dana.
La medida, aprobada este 28 de enero por el Consejo de Ministros, busca garantizar la reconstrucción de carreteras, instalaciones municipales y otros equipamientos esenciales en los municipios afectados por el temporal. Cabe destacar que, la semana pasada, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció que el Ejecutivo destinará más de 1.700 millones de euros para la reconstrucción de infraestructuras municipales afectadas por la Dana.
Esta inversión se centra en la recuperación de cerca de 100 centros administrativos, 45 escuelas infantiles, 58 bibliotecas, 55 polideportivos, 40 centros de día y 16 mercados y lonjas, todos ellos reconstruidos con criterios de resiliencia estructural para afrontar futuros eventos climáticos adversos. Mientras tanto, el Consorcio de Compensación de Seguros ha tramitado más de 82.000 solicitudes de afectados en toda España, aunque solo ha indemnizado a un tercio de los afectados en la provincia de Valencia.
Por su parte, el Consell ha aprobado un total de 891,2 millones de euros en ayudas directas, de los cuales más del 30% ya se han resuelto. Además, ha destinado 1.601 millones a contratos de emergencia para la reposición de infraestructuras y suministros. En materia de ayudas destacan partidas como la de 250 millones de euros para vehículos siniestrados por las inundaciones.
El Gobierno valenciano también ha destinado 200 millones en ayudas de 6.000 euros por familia, así como 50 millones para alquiler de viviendas. Entre otras subvenciones se encuentran las destinadas a autónomos y empresas, al comercio, a la agricultura o las entidades culturales.
Sobre la ayuda a vehículos, la portavoz del Consell, Susana Camarero, señalaba este martes en la rueda de prensa posterior al pleno que ya se han beneficiado un total de 27.570 de las 60.039 personas que la han solicitado hasta la fecha. En este sentido, el Ejecutivo valenciano ya ha pagado 53 millones de euros a quienes perdieron un vehículo por la riada.
Respecto a las ayudas de 6.000 euros, ya se han resuelto más del 60% de las peticiones; mientras que en el caso de empresas y autónomos el porcentaje de concesión asciende al 82%. En el caso de las medidas para autónomos sin empleados, la primera línea de 40 millones fue ejecutada en su totalidad, por lo que el Consell aprobará próximamente una nueva tanda de 50 millones para quiénes no se beneficiaron en la primera.
La industria reclama "mayor coordinación" administrativa
La industria valenciana también sigue luchando por recuperarse. Existe mucha frustración e incertidumbre sobre el futuro. Su principal exigencia es la aceleración de las ayudas, dado que muchas empresas están esperado a la indemnización para decidir sobre su futuro. En este sentido, Diego Romá, gerente de la Federación de Parques Empresariales de la Comunitat Valenciana (FEPEVAL) explica que "la recuperación está siendo lenta y va para largo" y que el principal problema es el atasco en el peritaje del Consorcio de Seguros, lo que impide que las compañías evalúen su viabilidad.
También desde la patronal CEV urgen a las administraciones a coordinarse y ofrecer una "respuesta más contundente y articulada, que acelere los procesos y priorice una solución integral que devuelva la confianza a los afectados". Las primeras estimaciones realizas por distintas organizaciones empresariales apuntan a unos daños directos por la Dana de 13.680 millones de euros.
De ese total, según Cámara Valencia, 4.503 millones son estragos en la industria; 2.189 millones en el transporte; 3.813 millones en la construcción; y 1.789 millones, en el comercio minorista. A ellos hay que sumar los 1.020 millones de euros de pérdidas en el sector agrario.
La lucha por el relato político
En cuanto al escenario político, el momento actual y el que permanecerá durante unas semanas o meses al menos mientras la provincia de Valencia siga teniendo cierto interés para la pugna política nacional, es el de las ayudas y coordinación en la reconstrucción. Es aquí donde se sitúa el minuto de la batalla por el relato que libran el Consell (con la denodada ayuda del PP nacional) y el Gobierno de España (con el apoyo incondicional del PSPV).
Un pulso que viene reproduciéndose con diferentes asuntos y cuestiones desde apenas unas horas después de la tragedia y, tal y como indica este recorrido, a lo largo de los últimos 90 días, lo que vuelve a situar en el punto de mira la credibilidad de las grandes formaciones políticas, que en este caso han trasladado su batalla nacional a tierras valencianas.
Infraestructuras: un frente aún abierto
La Dana también destruyó un importante número de infraestructuras en la provincia de Valencia, con lo que dejó incomunidadas a muchas poblaciones y dificultó el acceso a otros puntos. Por poner un ejemplo, la catástrofe arrasó 80 kilómetros de la red del Estado, con especial afección en la A-3, que conecta Madrid con Valencia, así como la A-7. Tres meses después, la reconstrucción avanza, pero el camino se antoja largo.
Según la Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, se han movilizado más de 350 millones de euros para reparar carreteras, redes de transporte y sistemas de depuración de aguas. Las 18 carreteras autonómicas afectadas han recuperado la circulación, aunque con soluciones provisionales en puntos críticos como la CV-33 y la CV-36. Además, se han destinado 93 millones de euros a la reparación de caminos forestales dañados por el temporal.
En cuanto a Metrovalencia, la inversión supera los 100 millones de euros. Se ha establecido un nuevo puesto de mando tras la inoperatividad del anterior y se ha recuperado más del 80% de la red de metro, así como todas las líneas de tranvía. Asimismo, se prevé la inauguración de una nueva parada de València Sud el próximo mes de febrero y se espera que antes del verano el sistema funcione en su totalidad.
En cambio, la depuración de aguas representa uno de los mayores desafíos a nivel estructural. Con 123 depuradoras y decenas de colectores afectados, se han implementado soluciones provisionales, como una tubería de 5 kilómetros que recorre el barranco del Poyo para evitar vertidos, debido a la inoperatividad de la depuradora de Torrent. Según afirman desde la conselleria, esta medida se complementará con una inversión que podría alcanzar los 100 millones de euros, destinada a la construcción de nuevas instalaciones adaptadas a las necesidades del territorio.
A nivel estatal, el Gobierno de España ha destinado 380 millones de euros para la recuperación de infraestructuras tras la Dana, actuando en 117 caminos rurales, visitando 5.308 parcelas agrícolas y 177 comunidades de regantes. Entre las obras destacadas, figura la rehabilitación del puente de la avenida del Mediterráneo sobre el barranco del Poyo, en Picanya.
En cuanto a las carreteras, se han declarado de interés general las actuaciones en 18 vías locales de 7 municipios valencianos, con un total de 37 proyectos en marcha por parte de la Dirección General de Carreteras y Adif, que suman una inversión de 34 millones de euros. En el ámbito ferroviario, se han reactivado los servicios de cercanías en las líneas C1, C2 y C3, logrando la recuperación de 274,6 km de vías operativas.
308 viviendas se demolerán total o parcialmente
Entre las tareas llevadas a cabo por el Gobierno valenciano también se encuentran las revisiones de las viviendas afectadas. Durante los primeros tres meses tras la Dana se han realizado cerca de 10.000 inspecciones técnicas, de las cuales más de 4.500 ya están resueltas. Además, se han acometido un total de 519 desalojos de viviendas, de las cuales 308 tendrán que ser demolidas de forma total o parcial. Siguiendo en materia de vivienda, se han adjudicado 109 hogares del parque público.
Por otro lado, se han identificado un total de 884 garajes inundados, en 831 de los cuales ya se han finalizado las tareas pertinentes, mientras que en 38 de ellos se encuentran en proceso y el resto están aún pendientes. En materia de agricultura, de los 181 caminos y pistas rurales afectados, la Conselleria de Agricultura ya ha finalizado la reparación de 42 y mantiene en ejecución otros 139.
Y, con respecto a las actuaciones en industria y comercio, se han revisado las instalaciones eléctricas de más de 14.500 familias y se han facilitado más de 9.700 desplazamientos a trabajadores de las áreas afectadas.
Miles de ascensores paralizados
El temporal dejó más de 7.600 ascensores y montacoches fuera de servicio en las zonas afectadas, de los cuales 4.660 siguen inoperativos. Este problema ha aislado especialmente a personas mayores y con movilidad reducida, quienes dependen de los ascensores para salir de sus hogares. De hecho, en algunos casos, organizaciones como Cruz Roja han intervenido para evacuar a personas que han permanecido atrapadas durante semanas.
Aunque la Asociación Empresarial Valenciana de Conservación y Mantenimiento de Ascensores (Ascencoval) ha realizado cerca de 3.000 reparaciones y trabaja "intensamente" para restablecer el servicio, las intervenciones más complejas, como la sustitución de 2.500 ascensores, avanzan de forma paulatina debido a la falta de personal cualificado. Desde Ascencoval, aseguran que se han reforzado los recursos con técnicos de otras comunidades para abordar la problemática.
Aulas prefabricadas en 8 centros educativos
Tras la riada del 29 de octubre, miles de alumnos quedaron sin clase debido a los daños estructurales en sus centros educativos. Según explica la Conselleria de Educación, para garantizar su regreso a la actividad lectiva se han instalado aulas prefabricadas en el CEIP La Fila de Alfafar para acoger a parte del alumnado del CEIP Orba, así como en el CEIP L'Horta de Paiporta. Además, fuentes el departamento que dirige José Antonio Rovira avanzan que se habilitarán más aulas provisionales para todo el alumnado del CEIP Orba de Alfafar, con una inversión total de 2,4 millones de euros.
En total, ocho centros de siete municipios han requerido esta medida mientras se avanza en la reconstrucción de sus instalaciones, "gravemente dañadas". Según la conselleria, el proceso de reubicación ha permitido que centros como el CEIP Mariano Benlliure de Aldaia y el CEIP Vil·la Romana de Catarroja recuperen su actividad tras haber sido trasladados temporalmente. Asimismo, recuerdan que algunos centros, como el Berenguer Dalmau, optaron por continuar en modalidad online en lugar de trasladarse a otros municipios.
Para garantizar la continuidad educativa, la conselleria afirma que se ha reforzado el transporte escolar y las ayudas de comedor, además de destinar más de dos millones de euros a reponer recursos didácticos y materiales. Sin embargo, entidades educativas han mostrado su rechazo a la gestión de la Generalitat sobre esta crisis y, en repetidas ocasiones, se han concentrado frente a la Conselleria de Educación bajo esta premisa. De hecho, este miércoles las Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos en l'Horta Sud volverán a clamar por una mayor "celeridad" en la recuperación de la actividad lectiva.
La Dana golpea el patrimonio cultural
El temporal no solo arrasó infraestructuras básicas, sino que también dejó su devastadora huella en el ámbito cultural, con daños significativos en teatros, auditorios, museos y sociedades musicales de los municipios afectados. En Aldaia, el auditorio municipal se vió afectado por el lodo en el hall, el patio de butacas y el escenario de madera, que filtró el agua hacia los camerinos y el almacén principal.
Este último albergaba escenografías e instrumentos musicales, que quedaron inservibles. Aunque los actos culturales y falleros fueron interrumpidos durante los meses de noviembre y diciembre, la programación se ha retomado desde Navidades, con una actividad intensa para compensar las pérdidas.
En Catarroja, el Teatro Auditorio también experimentó importantes daños y paralizó su programación cultural, de la que todavía no se ha confirmado que vaya a retomarse. A esta situación se suman los 2 millones de euros en pérdidas registrados por las sociedades musicales de la Comunidad Valenciana y los destrozos en los museos locales, que comienzan a recuperar su patrimonio tras semanas de trabajo.
Las ayudas extraordinarias de la Generalitat a los sectores culturales han sido el gran punto caliente de las últimas semanas, unas subvenciones que finalmente se concretaron -no sin un tira y afloja con las asociaciones profesionales- en un total de 6 millones en dos partidas: 5 millones para la reparación y reposición de daños materiales y un millón para el sector editorial, una convocatoria que esta misma semana ampliaba su plazo de presentación hasta el 11 de febrero, con lo que todavía están por resolverse.
Pero no son solo las ayudas extraordinarias las que han provocado la fricción entre profesionales y administración. Los problemas en la gestión de las ordinarias, especialmente en el sector editorial, también han soliviantado a sus empresas y entidades", que han mostrado su "enorme preocupación" por la "posible cancelación o la celebración en condiciones muy disminuidas" de sus principales eventos a causa de la no convocatoria de las ayudas a la Difusión del Libro y la Lectura y a la participación en Ferias Internacionales de 2024.
Por su parte, la Conselleria ha prometido que impulsarán un nuevo modelo para 2025 que permita justificar actividades realizadas en 2024 así como dar ayudas necesarias para la celebración de las ferias del libro de València, Alicante y Castellón, aunque todavía están por concretar. La Dana también ha tenido efectos colaterales en los grandes centros culturales de la Comunitat, provocando un freno administrativo que ha supuesto el retraso de distintos proyectos.
Uno de los casos más delicados es el concurso de director del Institut Valencià d’Art Modern (IVAM), que ha sufrido varias parálisis, la última por la suspensión de los plazos administrativos en los municipios afectados por la Dana, proceso que se reactivó a final de diciembre. También el museo ha retrasado el proyecto de mejora de su jardín de las esculturas, que estaba previsto ejecutarse en diciembre.
Otro de los proyectos que han pasado a 2025 es la licitación de la redacción del proyecto de sede del Teatre Escalante, que finalmente se ubicará en uno de los espacios del Instituto Valenciano de Audiofonología (IVAF), un proceso, señalan fuentes provinciales, ralentizado como consecuencia de la Dana, ya que en el área de Contratación de la Diputación se ha dado "absoluta prioridad" a los expedientes de emergencia.
Los centros de salud recuperan la actividad
Según indican desde la Conselleria de Sanidad, los 57 centros de salud afectados inicialmente han recuperado la actividad con cita previa e irán retomando la actividad de manera progresiva al tiempo que se llevan a cabo obras de reparación y dotación de equipamiento. No obstante, los centros de Catarroja, Aldaia, Paiporta, Picanya y Alaquàs necesitan actuaciones de mayor calado que se espera que finalicen en la primera mitad de este ejercicio. Todos los centros de salud han recuperado la actividad con cita previa.
Desde el departamento que dirige Marciano Gómez también remarcan que 419 de las 421 farmacias afectadas ya están operativas. Las dos que quedan por reabrir se encuentran en los municipios de Paiporta y Catarroja. Además, recuerdan la puesta en marcha de un sistema de vigilancia epidemiológica para monitorizar la evolución del impacto psicológico de la riada en la población afectada que aún sigue activo. Según explican, los estudios de cribaje en la población general y escolar permiten ajustar las intervenciones a las necesidades concretas de cada departamento de salud.
Las personas afectadas que necesitan un seguimiento continúan recibiendo atención especializada en las unidades de trauma habilitadas en los departamentos más afectados. Además, se han destinado 20 psicólogos a los centros educativos que más damnificados se vieron por la catástrofe. Entre aquellos mecanismos que siguen vigentes a día de hoy también se encuentra un protocolo de vigilancia para la detección precoz de enfermedades infecciosas. “Los expertos señalan que la situación se mantiene estable y controlada”, remarcan desde la Conselleria de Sanidad.
